Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).– En Michoacán se han puesto ha prueba las estrategias de seguridad de los dos últimos presidentes de México, uno del Partido Acción Nacional (PAN) y el actual del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero hasta el momento ninguna ha surtido efectos y los michoacanos no encuentran fin al conflicto de seguridad.
Sin importar de qué cuadro político provengan, los funcionarios que han intervenido en la entidad o emanan de ella se han salpicado de las triquiñuelas del poder.
Entre conflictos, logros, arranques, detenciones y acusaciones, el estado se convirtió en un juego de Serpientes y Escaleras en el que cada jugada marca la caída o ascenso de las fichas en el tablero llamado Michoacán.
Sobre el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el Presidente de la República Enrique Peña Nieto es muy difícil definir cuál será el resultado de su estrategia, en algún momento el ex mandatario Calderón presumió que metió las mandos a fondo en Michoacán, pero el estado se volvió un pantano, un Vietnam…
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