Al contrario de años anteriores, en los que la marcha se daba con cierto frío y abundante viento comunes al otoño austral, la protesta de hoy se dio en medio a una noche de temperaturas agradables de un veranillo que se viene extendiendo las últimas semanas en el país.

La fecha es emblemática y se debe a que el 20 de mayo de 1976 fueron asesinados en Buenos Aires, donde se habían exiliado, los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, junto con los militantes Rosario Barredo y William Whitelaw, en casos nunca aclarados.

Cifras oficiales sitúan en 37 los uruguayos detenidos desaparecidos entre 1973 y 1985, mientras que organizaciones de defensa de los derechos humanos estiman que son más de 200.

“Estás en todo tu derecho que no te importe lo que voy a decir”, dice el arranque del anuncio audiovisual que invitaba a participar de la manifestación, impulsada por la asociación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y que cuenta anualmente con el apoyo de distintas entidades.

La frase alude a opositores del movimiento, que se han referido al tema como un problema “del pasado” o “de pocos”, en referencia a la cantidad de gente que adhiere a la protesta.

Este año, la compañía telefónica estatal, Antel, ayudó a difundir el llamado a través de un mensaje de texto promocional enviado a sus usuarios.

También en apoyo, diversas facultades de la Universidad de la República, como la de Humanidades y la de Ciencias Sociales, anunciaron que los alumnos que faltaran a las clases nocturnas de hoy para participar de esa manifestación serían exonerados.

Se llama Marcha del Silencio porque el silencio retumba en plena hora punta en la principal avenida de Montevideo, 18 de Julio, en la que la multitud camina con pancartas de las fotos de los desaparecidos.

“Hay tanto para decir que solo el silencio alcanza”, remarca el video promocional de esa vigésima convocatoria, producido por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEEUU). EFE