Chicago, 20 Jun (Notimex).- La Coalición de Illinois pro Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) sumó hoy su apoyo a la huelga de hambre que mantienen cuatro inmigrantes en demanda de atención para los indocumentados enfermos en centros hospitalarios universitarios.
La ICIRR señaló que está orgullosa de solidarizarse con el sacerdote José Landaverde, quien encabeza el ayuno en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe y que ya logró respuesta por parte de los centros médicos de la Universidad de Illinois en Chicago y la Universidad Rush.
Pese a las respuesta positiva de esas dos instituciones, Landaverde y otros tres inmigrantes decidieron la víspera mantener la huelga de hambre -que iniciaron el pasado 3 de junio- ante la respuesta inhumana de la Universidad de Loyola a su demanda.
“La universidad (de Loyola) participa de una práctica de negligencia en contra de los inmigrantes más vulnerables que llegan a sus puertas pidiendo ayuda”, indicó la ICIRR en un comunicado en alusión a la negativa de atender al indocumentado Jorge Mariscal, quien requiere de un trasplante de riñón.
La coalición de más de 130 organizaciones pro inmigrantes de Illinois destacó que la situación de tres indocumentados enfermos -Mariscal y los hermanos Lorenzo y Elfego Arroyo-, “es un reflejo de un sistema que se preocupa más por los beneficios que por salvar vidas”.
Destacó que los inmigrantes indocumentados “trabajan y pagan más que una cuota justa de impuestos, pero muchos no tienen seguro médico o lo tienen con una cobertura insuficiente, situación que crea una crisis de salud”.
El pasado 3 de junio, el sacerdote Landaverde inició un huelga de hambre al lado de Sonia López -madre de Jorge Mariscal-, Catalina Arroyo -tía de los dos hermanos Arroyo que requieren de un trasplante de hígado debido a que padecen de amyloidosis-, Lorenzo Arroyo -quien se retiró por motivos de salud- e Hilda Burgos.
Sólo la Universidad de Illinois en Chicago respondió al llamado de los inmigrantes en ayuno y acordó participar en la atención de los hermanos Arroyo en coordinación con la Universidad Rush.
Mientras que la Universidad Loyola mantiene que no es política de esta institución privada católica servir a indocumentados.
