Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).– Lejos están los días en el que el Partido Acción Nacional (PAN) podía presumir sus principios éticos y criticaba la corrupción de otros partidos. Ahora, ante la opinión pública, exhiben sus conflictos y se pelean por dinero, plantean el ex Senador del Partido Acción Nacional, Juan José Rodríguez Prats, y el investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez Morales.

Ambos fueron consultados sobre el pleito que sostienen los senadores panistas por el control de las finanzas de la bancada, y por las acusaciones lanzadas por el Senador Javier Corral Jurado de que el anterior coordinador de los senadores blanquiazules, Ernesto Cordero Arroyo, prestó dinero y le pagó mensualmente una “asesoría” a Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado del ex Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

“Es un espectáculo que lo que menos tiene son ingredientes de orden y generosidad”, dice Rodríguez Prats, aludiendo a dos de los principios panistas.

Añade: “Siento que en pleno rumbo a la elección (en 14 estados) estamos manifestando confrontaciones por aspectos más mundanos. Confío que después del 7 de julio, el 11 de julio en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) estaremos mejor y espero haya quórum y haya madurez de conducir el proceso de elección para nuevo dirigente”.

Pero los pleitos panistas podrían ser la causa de un mayor retroceso electoral e incluso perder su bastión histórico, Baja California, alerta Cortez Morales.

“Si tienen un mínimo de habilidad y capacidad interna podrían revisarse y recapacitar a partir de la crisis para replantear su identidad y trabajo y los valores que sustentan su ideario político, podría ser una oportunidad. Por ahora y por lo que públicamente conocemos pareciera que no es el ánimo que priva, sino el del canibalismo político”, afirma.

“Es la peor crisis panista”, asegura por su parte Prats, quien también ha sido legislador por el PAN. “Sin duda, yo conociendo su historia, te puedo decir que el PAN está en su momento más crítico”.

HECHO INÉDITO

Una de las cosas que destacan estos expertos es lo inédito de la disputa, que agrava la crisis del PAN ya de por sí minimizado luego de la derrota en las elecciones federales del año pasado. Pero ese pleito viene de tiempo atrás, refiere Prats.

“Lo señalaba en el CEN y lo veía en todos los procesos internos, en la campaña presidencial (del año pasado), pero no esperaba una descomposición tan grave”, lamenta.

El PAN no había mostrado esta cara y con esta crisis de acusaciones por corrupción entre senadores se aleja de la imagen política que se había formado, dice por su parte Cortez.

“Hasta hace no muchos años buena parte de su discurso y propuesta del PAN iba en eso, en enfrentar la corrupción y plantearse como un partido con principio éticos y reivindicando su propuesta política para el país, y hoy que ese discurso lo contrastemos con estas prácticas que se han denunciado deja muy mal parado a Acción Nacional”.

La llegada al poder del partido, pero sobre todo no estar preparado para dejarlo, son factores que parecen haber afectado el funcionamiento albiazul y lo tiene sumergido en su actual crisis.

“Esto fue lo que empezó a pasar. Se trastornó su vida interna, hubo demasiada consecuencias, nos empezó a preocupar la opinión pública, las cuestiones electorales. En México siempre estamos en cuestiones electorales y esto empezó a ser una complicidad que ya hubo un momento en el que todos estábamos siendo cómplices y ya era difícil que alguien pudiera levantar la voz y esto ocurrió en los momentos recientes”, explica Prats.

“También vemos un partido que después de llegar al poder nunca pensó que se iba a ir y no tuvo capacidad de ser una oposición sustentada en sus convicciones, principios y hoy vemos a un partido con enorme descrédito y que como gobierno se desfondó y deterioró toda su capacidad de ejercicio político ético”, considera Cortez.

LA SALIDA

Aunque en el partido todos pueden ser considerados responsables, el presidente nacional del partido, en este caso Gustavo Madero Muñoz, tiene aún más responsabilidad por ser el encargado de conducir al partido, asegura Prats.

“Definitivamente los que tienen más responsabilidad son los que están al frente, el jefe del PAN siempre ha sido una figura de primerísima importancia, esto desde que Manuel Gómez Morín (uno de los fundadores del partido) fue presidente y jefe nacional. Eso lo dicen Carlos Castillo Peraza y Adolfo Christlieb Ibarrola (ambos ex dirigentes), que los presidentes siempre han sido el factor de cohesión, de reflexión, de mesura, orientación y conocimiento de la doctrina y congruencia con sus principios. Lo que menos podríamos esperar es una dirigencia facciosa o comprometida con cosas no muy claras o transparentes. Los que están al frente son los responsables. Aquí está la misma actuación de Felipe Calderón y los ex presidentes del PAN. Este problema ya es añejo, no es que haya surgido por generación espontánea, se vienen acumulando una serie de errores y no hubo la oportunidad, la suspicacia para percibir la dimensión de problema y ahora nos ha estallado con graves consecuencias”, explica el también conferencista especializado en el partido.

Otro factor para entender la crisis panista es el enfrentamiento entre grupos que se disputan al partido, los más visibles son los maderistas, simpatizantes del presidente del partido, contra los calderonistas, los fieles al ex Presidente de México, Felipe Calderón.

“Vemos que el partido tiene facciones, grupos que buscan quedarse con la mayor ventaja y estas crisis contribuyen a la conciencia ciudadana de decir ‘todos los partidos son iguales’ y es lamentable porque nuestra democracia está construida sobre los partidos y sus propuestas, y con esto que vemos los ciudadanos nos percatamos de que no tenemos opciones”, apunta el investigador del IMDHD.

Prats espera que pasadas las elecciones el panorama mejore y con la puesta en marcha por el proceso de elección para la dirigencia, surjan liderazgos dentro del PAN que ayuden a acabar con esta crisis panista.

“Hay un viejo coro religioso, hay una frase que me gusta: ‘el ancla aguanta’, o sea que los principios y las ideas resistan para que el PAN no se vea sometido a una tormenta que nos lleve a un naufragio”, concluye.