CRÓNICA | Lluvia de letras en Tepic, la comezón en los dedos de Xavier Velasco

20/06/2015 - 12:04 am
El alcalde de Tepic, Polo Domínguez, junto a la escritora Guadalupe Loaeza durante la ceremonia inaugural del Festival de las Letras. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
El alcalde de Tepic, Polo Domínguez, junto a la escritora Guadalupe Loaeza durante la ceremonia inaugural del Festival de las Letras. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).- El escritor mexicano Xavier Velasco ha vuelto a Tepic, capital del Estado de Nayarit, donde estuvo en el pasado 2013 participando de la Cátedra Amado Nervo.

Esta vez y en tarde de lluvia se hizo presente en el marco del Primer Festival de las Letras, impulsado por el alcalde Polo Domínguez y organizado por la comunicadora Lorena Elizabeth Hernández (gracias a la señora de la bebé, dijo Élmer Mendoza aludiendo a Lorena, reciente madre de Loretta), nacida en estas tierras aunque radicada desde hace tiempo en el Distrito Federal, donde desarrolla una notable carrera profesional en el ámbito de las relaciones públicas aplicadas al mundo de la cultura.

Toda la ciudad se ha volcado al festival. En la plaza frente a la alcaldía o presidencia municipal, una imagen adusta y de color dorado de Amado Nervo, el crédito local, ilumina la tarde plomiza. Por ahí se lo ve discurrir, fumar, comprar salsas y beber coca cola al entrañable Benito Taibo, escritor, poeta y entre otras cosas columnista de SinEmbargo.

Xavier Velasco habla de sus autores y libros favoritos en Tepic. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Xavier Velasco habla de sus autores y libros favoritos en Tepic. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Junto con Élmer Mendoza, Tanya Huntington, Armando Vega-Gil, Beatriz Rivas y Guadalupe Loaeza, entre otros, el menor de los Taibo forma parte de una nutrida delegación literaria descrita como “los mejores escritores de México”, empeñada en animar con entusiasmo –sin cobrar un centavo de honorarios- este encuentro que busca fomentar la lectura en la capital nayarita y contagiar del amor por la palabra a todos los habitantes del Estado.

Llueve en Tepic, insistimos (porque llueve mucho). Julio Patán, que venía a presentar su libro reciente Cócteles con historia y Nicolás Alvarado, quien estaba encargado de entrevistar a tres pistas al venezolano Alberto Barrera y a los mexicanos Francisco Hinojosa y Juan Villoro, no llegaron debido a un contratiempo con el avión en el DF.

Para reemplazarlos, sin agotarse y sin perder un ápice de su conocida simpatía, la española Laura García Arroyo –conductora de La dichosa palabra– despliega encanto e inteligencia por doquier.

Los libros, invitados especiales al Festival de las Letras en Tepic. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Los libros, invitados especiales al Festival de las Letras en Tepic. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

La primera jornada del festival transcurre armoniosamente y con gran afluencia de público en las instalaciones de la presidencia municipal, un hecho inédito y sorprendente que es testimonio, además, de una planificación austera y nada ostentosa para que el festival tenga larga vida: las puertas de la casa de Gobierno local se abrieron para las conferencias, “conversatorios” y la mismísima sala de juntas del alcalde es ahora una improvisada sala de prensa donde Élmer Mendoza responde las preguntas de los periodistas tepicences.

En medio de la fiesta literaria, llega Xavier Velasco, vestido sobriamente con unos pantalones color turquesa, un buzo azul y su proverbial carácter expansivo, para ser presentado por la escritora local Lourdes Pacheco y luego hablar, a ritmo de stand up, de “mis queridos autores”.

Élmer Mendoza participó en un debate sobre literatura y violencia junto con Sergio González Rodríguez y Benito Taibo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Élmer Mendoza participó en un debate sobre literatura y violencia junto con Sergio González Rodríguez y Benito Taibo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

“Puedo abrir un artículo en una revista de un avión y leer a Xavier Velasco como si escuchara su voz, las inflexiones, la ironía con que cuenta la historia en turno”, dice Pacheco (autora entre otros del libro Tepic de Nervo), para quien cualquier texto escrito por el autor de Diablo Guardián expresa líneas que dan estilo y personalidad a su obra.

“La música presente siempre, el desenfado de sus personajes, ese afán de mantenerse en el margen de las convenciones”, son los signos de una literatura que a juicio de la escritora actúa como contrapunto “de una sociedad persistente en marcar a la infancia y a la juventud con reglas irrompibles”.

LA COMEZÓN DE LOS DEDOS Y LA ENVIDIA DEL ESCRITOR

Para Xavier Velasco, nacido en ciudad de México y quien obtuviera en 2003 el Premio Alfaguara por su novela –hoy un clásico de la literatura nacional contemporánea- Diablo Guardián, si uno es un escritor precoz y se topa con un buen libro, “la comezón en los dedos” es imparable y la “envidia” hacia eso que está tan bien escrito pero no lo escribió uno, también.

“Yo quiero escribir algo así”, es lo que se siente cuando se es un escritor aspirante, afirma Velasco, para quien “la literatura no es una asignatura llena de gravedad, sino un juego. Porque cuando un escritor hace una novela, lo que en realidad busca es que los lectores nos metamos en su juego”, afirmó el también autor de Puedo explicarlo todo, La edad de la punzada y Luna llena en las rocas, entre otros libros muy leídos en México, donde a menudo es citado como uno de los escritores que más vende en su país.

El público abarrota las instalaciones durante la ceremonia inaugural. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
El público abarrota las instalaciones durante la ceremonia inaugural. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

En la literatura, según Xavier, no hay piezas para el rompecabezas, puesto que es el escritor quien debe inventarlas. Jugar a las palabras, con las palabras, en un mundo donde un adolescente de 16 años como era él cuando su padre le regaló Sidharta, de Herman Hesse, no tiene amigos para jugar a juegos menos difíciles y más orientados, implica un riesgo y un desafío.

Xavier Velasco leyó Sidharta mientras su padre estaba en la cárcel y él entendía a edad temprana que “el mundo es muchas veces cruel e injusto y que pocas es como lo esperaban”.

Hace dos años el autor visitó la India, una manera de cumplir la cita que se había abierto con la lectura del libro de Hesse. “Cuando los libros son buenos, dejan una cita, una asignatura pendiente”, afirma convencido de que una persona no vuelve a ser la misma luego de leer un buen texto, tal es el poder transformador de la literatura.

El retrato de Dorian Grey (Oscar Wilde), Se está haciendo tarde (José Agustín), El Apando (José Revueltas), Aura (Carlos Fuentes) y La guerra del fin del mundo (Mario Vargas Llosa) son algunos de los libros citados por Xavier Velasco en su encuentro con el público asistente al Festival de las Letras en Tepic, cuya segunda jornada transcurrirá hoy con la presencia de Raquel Castro, Alberto Chimal, Antonio Ortuño y los moneros tapatíos Jis y Trino, entre otros.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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