México, 20 Ago (Notimex).- Alrededor de 13 millones de mexicanos habitan en viviendas irregulares ubicadas en cerros y barrancas, situación que podría arreglarse si hubiera oferta suficiente y a precios moderados de terrenos y casas para el sector popular, aseguró Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Sedatu.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) fue entrevistado luego de la firma de un acuerdo de colaboración con ONU-Hábitat, y señaló que la dependencia a su cargo tiene detectadas 36 mil hectáreas susceptibles de uso para proporcionar terrenos a precios auténticamente populares.
Explicó que una vez creado el Instituto Nacional del Suelo, lo cual podría ocurrir en el transcurso de septiembre, se facilitará el trabajo para agilizar la localización de terrenos que puedan servir para viviendas populares.
Con ello se evitaría que la gente se vea obligada a vivir en condiciones irregulares o recurrir a líderes que los defrauden y les vendan lugares inadecuados para construir viviendas.
Algunos estados como Chihuahua, Sonora y Yucatán llevan ya algún avance en esta materia, mientras otras entidades no han logrado tantos avances, expuso.
Respecto al convenio de colaboración firmado explicó que se trata de utilizar las capacidades profesionales de ONU-Hábitat para ubicar los lugares y condiciones donde se puedan construir viviendas en condiciones seguras para la gente.
Antes, durante su participación en el evento protocolario de la firma del convenio, precisó que este acuerdo permitirá atender temas como reducción de la pobreza, adaptación al cambio climático, gobernanza y dotación de viviendas dignas.
El titular de ONU-Hábitat, Joan Clos Matheu, aseguró que el desarrollo de los países está relacionado con la urbanización, por eso se prevé que cada vez más habitantes del mundo se concentran en ciudades y de ahí la importancia de que estos espacios brinden mejor calidad de vida a la población.
Reconoció los esfuerzos de México y su gobierno para brindar a su población mejor calidad de vida en la ciudad y los esfuerzos por profesionalizar a los funcionarios públicos encargados en esta materia.
El canciller José Antonio Meade, quien fungió como testigo de honor en la firma de este convenio, destacó que en los próximos 30 años más de 60 por ciento de la población del mundo habitará en áreas urbanas.
Ello enfatiza la necesidad de contar con una regulación eficaz y coordinada a nivel mundial que garantice mejores condiciones tanto a la gente como en el cuidado del medio ambiente, enfatizó.
