Científicos descubren que durante el sueño, el cerebro se deshace de la basura que acumulamos a diario

20/10/2013 - 6:09 pm

Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).–  Mientras dormimos, nuestros cuerpos pueden estar descansando, pero nuestros cerebros están ocupados sacando la basura.

Un nuevo estudio citado por The Washington Post ha encontrado que el sistema de limpieza en el cerebro, responsable de deshacerse de productos de desecho tóxicos que las células producen con el uso diario, va a toda marcha en ratones que están dormidos. Las células incluso disminuyen de tamaño para hacer para facilitar la limpieza de los espacios que las rodean.

Los científicos dicen que la autolimpieza nocturna del cerebro da una razón biológica convincente sobre el poder reparador del sueño.

“Dormir pone el cerebro en un estado en el que limpia todos los subproductos de la actividad durante el día”, dijo el autor del estudio, el neurocirujano Maiken Nedergaard de la Universidad de Rochester. Estos subproductos incluyen proteína beta-amiloide, grupos que forman placas en los cerebros de los pacientes de Alzheimer.

The Washington Post dice que salir todas la noche podría impedir que el cerebro se deshaga de estas toxinas de manera eficiente, y explica por qué la falta de sueño tiene consecuencias tan fuertes e inmediatas.

Demasiado poco sueño causa confusión mental, irritabilidad y aumento del riesgo de migraña y convulsiones.

Las ratas privadas de sueño mueren en cuestión de semanas, explica.

El sueño, de acuerdo con los especialistas, juega un papel clave en la formación de la memoria: va mentalmente a través de los acontecimientos del día y estampabdo ciertos recuerdos en el cerebro.

Pero dormir durante ocho horas o más sólo para consolidar los recuerdos parece excesivo, dijo Nedergaard. Sobre todo para un animal, como un ratón.

El nuevo descubrimiento tiene una importancia vital para los enfermos de Alzheimer: ¿Y si se descubre que un sueño reparador evita toda esa basura que causa la enfermedad? Los estudiosos están analizando esta información porque, en apariencia, la solución a esta lamentable enfermedad parece estar muy a la mano de todos: en la cama.

Prueba con ratones. A la izquierda, un cerebro contaminado; a la derecha, uno después del sueño. Foto: University of Rochester
Prueba con ratones. A la izquierda, un cerebro contaminado; a la derecha, uno después del sueño. Foto: University of Rochester

 

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