Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo).– Los cuervos (Corvus corax) han llegado a ser llamados por biólogos conductistas como “primates emplumados”. La razón es sencilla: son aves que hacen y utilizan herramientas, además de ser capaces de recordar un gran número de sitios de alimentación y, por si fuera poco, planifican su comportamiento social de acuerdo con lo que hacen otros miembros de su grupo.
Es así que estas aves se encuentran bastante alejadas del concepto que muchas personas tienen de los animales emplumados en general. Sin embargo, ahora también podrían ser la clave para que los científicos entiendan la manera en la que funciona el razonamiento abstracto investigando el cerebro de estas aves, mismo que podría arrojar luz sobre cómo funciona esta forma realmente extraña de entendimiento en un cerebro no mamífero.
Este alto nivel de inteligencia presentado en los cuervos puede parecer sorprendente, ya que sus cerebros son fundamentalmente diferentes a los de los mamíferos, sobre todo de los primates, que por lo general se utilizan para investigar estos comportamientos, publicó Nature Comunications.
Durante mucho tiempo los científicos han sospechado que en general los córvidos –la familia a la que pertenecen aves como los cuervos y las urracas– son muy inteligentes. Ahora, los neurobiólogos Lena Veit y Andreas Nieder de la Universidad de Tübingen, en Alemania, demostraron la manera en la que el cerebro de los cuervos produce un comportamiento inteligente cuando se ven en la necesidad de tomar decisiones estratégicas.
En el estudio, los investigadores entrenaron a los cuervos para llevar a cabo pruebas de memoria. Así, se les mostraba a las aves una imagen y tenían que recordarla para que después, con sus picos, pudieran seleccionarla de entre dos que se les mostraba en una pantalla táctil, en donde una era idéntica a la primera y la otra era diferente.
Según las reglas definidas por los investigadores, a veces el objetivo del juego era seleccionar la misma imagen, mientras que otras veces era lo contrario. Los cuervos fueron capaces de realizar ambas tareas y cambiar entre ellas según el caso, lo que demostró un alto nivel de concentración y de flexibilidad mental que algunas especies animales pueden lograr. Algo que representa un esfuerzo, incluso para los seres humanos.
Los cuervos lograron llevar a cabo estas tareas con rapidez, incluso ante un nuevo conjunto de imágenes. Los investigadores observaron la actividad neuronal en la región del cerebro llamada caudolaterale nidopallium, la cual está asociada con los niveles más altos de la cognición en las aves.
Así, se observó que un grupo de células nerviosas respondió sólo cuando los cuervos tenían que elegir la misma imagen, de la misma manera en la que otro grupo respondió, siempre, cuando las aves tenían que elegir una imagen diferente.
De igual manera, mediante la observación de la actividad mostrada por las células, fue que los investigadores también fueron capaces de predecir qué regla seguían los cuervos para cada elección, incluso antes de que fuera hecha, publicó el blog Ciencia al Día.
Sin embargo, más allá del entendimiento de estas aves, el estudio proporciona información valiosa sobre la evolución paralela de la conducta inteligente.
“Los cerebros de las aves nos pueden mostrar una solución alternativa de cómo se produce el comportamiento inteligente con una anatomía diferente”, agregó Veit, refiriéndose al hecho de que tanto cuervos como primates tienen cerebros diferentes, pero las células que regulan la toma de decisiones son muy similares, representando un principio general que surge constantemente en toda la historia de la evolución.
DEL CUERVO AL ALIEN
No obstante, hay quienes van más lejos con estos resultados obtenidos en este experimento que sugiere que dos especies totalmente diferentes pueden tener una capacidad de razonamiento abstracto similar aunque sus cerebros sean completamente diferentes entre sí.
De esta manera, el hecho de imaginar que la inteligencia sólo puede habitar en un cerebro mamífero, puede llevar a que la humanidad pierda la oportunidad de descubrir formas de vida inteligente en otros lugares. En este caso, el cerebro del cuervo puede ser la primera inteligencia verdaderamente alienígena que los científicos han sido capaces de estudiar, publicó io9.
“El cerebro cuervo también puede ayudarnos a entender mejor lo que se necesita para construir una inteligencia artificial”, agregan en el sitio especializado, argumentando que al poder ver lo que el cuervo y el cerebro humano tienen en común se puede especular sobre lo que se necesita para crear una inteligencia que resida en una estructura no cerebral.
