Tras linchamiento de un grupo de policías en el este de China, autoridades detienen a 20 personas

21/04/2014 - 8:27 am

Pekín, 21 abr (EFE).- Veinte personas fueron detenidas en las últimas horas en la localidad oriental china de Lingxi después de un violento incidente en el que centenares de personas rodearan a un grupo de cinco policías y les dieran una paliza, dejando a dos de ellos en coma, informa hoy el diario oficialista “Global Times”.

Los detenidos, indicó en un comunicado el gobierno local, participaron en el linchamiento ocurrido el pasado 18 de abril en esa ciudad de la provincia de Zhejiang, vecina a Shanghái.

El suceso empezó cuando los policías discutían con un vendedor ambulante al que pidieron que retirara de la vía pública unas bombonas de gas usadas en su negocio de venta de comida, mientras otro hombre comenzó a filmar la discusión con su móvil, ante lo cual los agentes comenzaron a golpearle.

Acto seguido, cientos de transeúntes rodearon a los policías e iniciaron el linchamiento, del que han circulado decenas de imágenes -algunas de ellas muy gráficas- en foros y webs del país asiático.

Ante los violentos incidentes, más de un centenar de antidisturbios acordonaron la zona donde se encontraban los policías, cuyo vehículo quedó destrozado, y tardaron cuatro horas en restaurar el orden, precisó el diario.

Los policías y el hombre al que agredieron fueron hospitalizados, mientras el gobierno local desmentía que alguno de ellos hubiera muerto, frente a lo que aseguraban informaciones en las redes sociales chinas.

Los agentes heridos pertenecen al controvertido cuerpo de los “chengguan”, un tipo de policías encargados de tareas locales de mantenimiento urbano cuyo principal cometido suele ser la lucha contra los vendedores ambulantes ilegales y la mendicidad.

Se han documentado en los últimos años docenas de agresiones violentas por los chengguan, por lo que son un cuerpo muy impopular, lo que explica en parte, según expertos citados por “Global Times”, la masiva agresión ocurrida el viernes.

“Muchos participantes no tenían nada que ver con la disputa y simplemente liberaron sus frustraciones”, comentó al respecto el profesor Yang Weidong, de la Academia China de Gobierno, quien consideró que el incidente es síntoma de “la desconfianza entre autoridades y pueblo”. EFE

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