De buenas intenciones, dicen, está lleno el camino al infierno… o, como en este caso, el camino de la destrucción.
Y esto mismo lo ilustra una octogenaria, vecina de la localidad de Borja, en España, quien en su afán de “darle una manita” a la pintura “Ecce Homo”, atribuida a Elías García Martínez, un artista del siglo XIX, nacido en Requena y profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza, destrozó la pintura y la convirtió en un bodrio.
De acuerdo con una nota de El País, la anciana, por iniciativa propia y sin informar a nadie –eso sí, con muy “buena intención”– quiso hacerle un “arreglillo” a la obra de arte que lucía en mal estado y que decoraba uno de los muros del Santuario de la Misericordia, una pequeña iglesia sita en una hospedería del siglo XVI, propiedad del Hospital Sancti Spíritus, en Borja.
La “restauración” de la octogenaria mujer terminó en un completo estropicio, causando el estupor del Ayuntamiento y de sus vecinos, destaca el diario madrileño. Ahora, tanto las autoridades como los familiares del artista investigan si los daños tienen alguna solución o si la obra, simplemente, se considerará como una gran perdida.
