Canal Once celebra 55 aniversario al ritmo del acordeón de Celso Piña

21/08/2014 - 8:34 am

México, 21 Ago. (Notimex).- A ritmo de la cumbia de Celso Piña y su banda Ronda Bogotá, así como con la proyección del documental “Celso Piña. El rebelde del acordeón”, Canal Once celebró su 55 aniversario anoche en el Auditorio Nacional.

Ante un lleno casi total en el coloso de Reforma y como parte del concierto “Sonidos de una celebración”, el músico de Monterrey, Nuevo León, puso a bailar al público con cada una de las canciones que conformó el programa musical.

Para iniciar con el festejo, se proyectó en video a Celso Piña, quien con su acordeón tocó las mañanitas, lo que provocó fuertes aplausos de los asistentes.

Posteriormente, apareció en el escenario Adriana Pérez Cañedo y Javier Solórzano, quienes fungieron como conductores y anunciaron el mensaje en video de Yoloxóchitl Bustamante, directora general del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de Enriqueta Cabrera, directora general de Canal Once.

Yoloxóchitl Bustamante, en su mensaje, señaló que en el año de 1959 México empezaba con la televisión comercial, pero no contaba con ninguna emisora abierta que tuviese un carácter cultural.

“A lo largo de estos 55 años se ha consolidado una televisión que satisface a todos los públicos que tiene una cobertura territorial superior al 60 por ciento y que esperamos que siga creciendo, ahora es más frecuente que me digan yo el único que veo es Canal Once”, afirmó.

La titular del IPN agregó que la gente distingue esta emisora por su programación cultural, sus noticieros, y por supuesto por sus diferentes propuestas dirigidas para diversos segmentos de la población, en términos de edades.

“Han surgido muchos premios, muchos reconocimientos y solamente me queda felicitar a Canal Once por sus 55 años, por sus maravillosos logros y sobre todo lo que esperamos de él se presiente que será maravilloso”, apuntó Bustamante.

En tanto, la directora del Canal del IPN, Enriqueta Cabrera, comentó que la televisión en México y en el mundo pasa por tiempos de cambio, que obligan a los productores a ser creativos, propositivos y cada vez mejores en todos los aspectos, desde tecnológico hasta los contenidos.

“Después de 55 años, Canal Once del IPN ha aprendido a reinventarse a superar los retos y permanecer a la vanguardia, es por ello que nos sentimos motivados y entusiastas en un aniversario más.

“Esta celebración es una oportunidad inmejorable para nuestra emisora de estar aún más cercana a su público a través de sus contenidos y con la presentación en esta función de ´Celso Piña. El rebelde del acordeón´”, apuntó para dar paso a la proyección del documental.

El público disfrutó de este material cinematográfico en que se plasma el surgimiento de los sonideros y la gran popularidad de la cumbia colombiana en La Independencia, el barrio bravo de Monterrey en el que Celso creció y donde fue el primero en interpretarla en vivo en bailes y fiestas familiares, hasta llegar a una fusión de ritmos, que incluso puso a bailar al ganador Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez (1927-2014).

Este documental, filmado en locaciones poco accesibles del norte de México, captura la personalidad de Celso, a través de las voces de su familia, como sus hermanos de La Ronda Bogotá; amigos de juventud, y músicos famosos como Rubén Albarrán de Café Tacuba, Natalia Lafourcade, Alex Lora y el periodista Javier Solórzano, entre otros.

Una historia personal de éxito que comenzó en una periferia de Monterrey, ciudad construida por inmigrantes a lo largo del siglo XX, donde Celso se dedicó a la música desde joven, a pesar de los balazos, la droga y la violencia.

Al término del documental, apareció en el escenario el rebelde del acordeón, acompañado por la Ronda Bogotá, aunque tuvo un retraso de unos minutos por problemas de audio, justamente con el acordeón, Celso Piña agradeció al público y felicitó a la emisora del IPN por su aniversario.

“Muchas felicidades a todo ese equipo de Canal Once y gracias a la raza por estar aquí”, dijo Celso Piña, para después tocar su acordeón y prender a los asistentes con su primera pieza, que los hizo pararse de sus butacas para no volverlas a ocupar en todo el concierto.

A ritmo de la cumbia y el vallenato, Celso puso a bailar a todo el público, transformando el coloso de Reforma en una tardiada, en la que en parejas o de manera individual el público siguió la música para sacar sus mejores pasos, al tiempo que se apagaban y prendían las luces para darle ese toque más especial al concierto.

El rebelde del acordeón hizo gala de su talento con su instrumento, pero también en los momentos que dio pasitos para acompañar al público en el baile y contagiarse de la alegría transmitida a través de su música.

De esta manera, Celso Piña cautivó y ofreció un magno concierto, ante el alboroto de los asistentes que pedía más de su música y cuyo programa incluyó piezas de diversos discos que ha grabado a lo largo de su destacada trayectoria musical.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video