Atención inmediata modo de sobrevivir al cáncer, afirma afectada

21/10/2014 - 12:08 pm

León, Gto., 21 Oct. (Notimex).- A María Magdalena Monjaraz Flores le diagnosticaron cáncer de mama un 20 de noviembre de 2007, en un hospital de León y el doctor le programó su operación hasta marzo de 2008, por lo que ella recurrió a otro especialista y pudo sobrevivir.

“Mi espíritu de sobrevivir me hizo no volver con ese doctor, pues me pedía regresar a cirugía cuatro veces después, era mucha la espera y decidí ir a un hospital particular”, recordó.

En una charla con Notimex, Magdalena Monjaraz cuenta cómo logró superar el cáncer de mama, tras exhaustivas terapias, operaciones y meses de espera.

“A mis 33 años de edad, vivía en el extremo de trabajo, de 12 a 14 horas diarias apasionada en mi estética, era estilista, un día descubrí que tenía una bolita en mi seno derecho, me preocupó el saber que dependo de familiares con antecedentes de cáncer”, señaló.

Relató que después de practicarle varios exámenes y tras seis meses, en el hospital le dijeron que era cáncer, un 20 de noviembre de 2007 que nunca olvidará.

“Mi reacción fue precisamente no reaccionar, pues iba sola ese día, después de unos minutos de silencio, pregunté ¿cuándo me opera doctor?, y él me dijo, como para marzo del 2008”, recordó.

Gracias a su esposo, acudió a un hospital particular, donde fue atendida por el doctor Daniel Capdeville García, quien les aconsejó atenderla ya de emergencia, pues el cáncer estaba muy avanzado.

“Mi familia jugó un papel importantísimo en el proceso, mis hijos Daniel de 16, Sofía de 13 y Vianey de 6, mis hermanos y mi mamá que radica en Estados Unidos, fueron los principales en no soltarme en este proceso. Magdalena resaltó la importancia del recurso económico para salir adelante.

“Tristemente lo confieso, el dinero es fundamental para atender esta enfermedad, lamentablemente yo no lloré cuando supe que tenía cáncer, yo lloré mucho cuando me di cuenta que no tenía el suficiente dinero que íbamos a necesitar para salvarme”, destacó.

Como pudo, salió de ese proceso gracias a donativos, venta del material que tenía en su negocio, los dólares que le enviaban su mamá y amigas, cuñadas y hasta iglesias, que aportaban quincenalmente dólares a su cuenta bancaria.

“En mi atención, hubo mucha pérdida de tiempo entre cita y cita, el cáncer avanzó mucho, no tenía un buen pronóstico, fue de emergencia, una mastectomía radical modificada, después de seis quimioterapias administradas por la vena, ya que usar un catéter en ese momento era imposible”, señaló.

Más tarde, su oncólogo descubrió que era triple negativo a receptores hormonales, por lo que tomó la decisión de sugerir ocho quimioterapias más de un estudio de protocolo, por lo que se convirtió en un conejillo de indias por ocho meses más. En enero de 2009 comenzó su recuperación.

“Fue muy difícil superarlo, pues no solamente es tu cuerpo, en mi caso, ahora pensaba en las deudas de lo que pedimos cuando me internaban por diversas recaídas y por las quimioterapias, mi familia me internaba y después se vería, sobre la marcha, cómo sacarme”, indicó.

Los embargos la persiguieron los siguientes dos años y fue cuatro años después pudo estar libre de las deudas que acarreó esta terrible enfermedad.

“Si ya estás diagnosticada con cáncer, te quiero decir que tengas fe, y luches por lo que más amas en la vida, para mí, eran mis hijos, ellos tenían que tener mamá para más tiempo, pues eran aún muy pequeños, sobre todo Vianey, de seis años”.

Actualmente, María Magdalena vive en el estado de Sonora, es miembro del Club Rotario de Nogales Sur y voluntaria de la fundación George Papanicolaou, es directora del grupo Interact, integrado por jóvenes de 13 a 18 años, en servicio social y tiene tres nietos leoneses.

Sus viajes a León, Guanajuato, son frecuentes, porque aquí tiene familiares, así como pacientes a quienes atiende en su actividad como podóloga profesional.

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