México, 21 Nov. (Notimex).- Una atmósfera íntima y colmada de emociones ofreció anoche la fadista portuguesa Ana Moura, quien además de dar cuenta de su virtuosismo vocal, mostró sus dotes como bailarina.
Por si eso fuera poco, Moura conmovió hasta las lágrimas al público cuando interpretó “Cucurrucucú Paloma”, cuyos falsetes los consiguió de manera magistral.
Antes, la intérprete explicó que dicho tema se lo cantaba su papá cuando era pequeña y que al enterarse que venía a México supo que era momento de ensayarla para cantarla esta noche.
Ataviada con un elegante vestido negro, Moura se hizo acompañar de cinco músicos, a quienes presentó durante su actuación en el Lunario del Auditorio Nacional.
“Muchas gracias México. Es un placer estar aquí para interpretar temas de mi más reciente disco, que integra distintos géneros: fado, jazz y música tradicional del norte de Portugal. Espero sea una noche agradable “, expresó con singular alegría ante las ovaciones del público.
La sesión inició con el tema “Havemos de acordar”, que dio paso a “Amor Afoito”, “E tu gostavas de mim” y “A Fadista”, que cautivaron y provocaron sonadas ocasiones.
Desde sus asientos, el público imitó los sensuales y sutiles movimientos de la artista, quien en todo momento expresó sensibilidad y sencillez.
Otros de los temas que Moura hizo sonar fueron “Fado Franklin”, ” Caso Arrumado”, “Porque temas nesta dor” y “Despiu a Saudade”, que los espectadores acompañaron con sus palmas.
A fin de brindarle un espacio a Moura para descansar, el baterista, los guitarristas y el tecladista ofrecieron una intensa sesión instrumental, la cual sorprendió por su intensidad rítmica.
A su arribo al escenario de nueva cuenta, la cantante portuguesa fue recibida con aplausos y algunos piropos.
Además de manifestar que se siente muy afortunada por tener a estos músicos a su lado, explicó que tiempo atrás tuvo la oportunidad de hacer algunas colaboraciones con los Rolling Stones y que por eso cantaría “No expectations”.
El público vibró con esa interpretación, de la que Moura dijo: es música más introspectiva.
La velada aún continuaba y con la emoción a tope, el público disfruto de “Fado Alado”, “Bailinho A Portuguesa” y “Desfado”, tema que da nombre al material que promueve en esta gira.
Tras volver dos veces al escenario, porque el público así lo deseo, Moura cerró su actuación con “Locura”, pieza que fue acompañada al ritmo de palmadas.
Con el público de pie en reconocimiento a su entrega y calidad vocal, la intérprete organizó una divertida dinámica, en la que sonidos de México fueron los protagonistas.
