Ciudad de México, 21 noviembre (SinEmbargo).– El paso adelante del Presidente estadounidense, Barack Obama, al regularizar unilateralmente a más de 5 millones de indocumentados, fue celebrado por inmigrantes y activistas y obliga ahora a la oposición republicana a calibrar su respuesta sin perder de vista que el voto latino será determinante en las elecciones de 2016.
“No podemos capitular, pero tenemos que hacer retroceder -a Obama- inteligentemente. Si reaccionamos de forma desproporcionada, el tema ya no es Obama, somos nosotros”, diagnosticó el Senador republicano Lindsey Graham, uno de los legisladores que auspiciaron la reforma migratoria integral estancada en la Cámara de Representantes desde su aprobación en la Cámara alta en 2013.
Los líderes republicanos en el Congreso, John Boehner y Mitch McConnell, deberán hacer equilibrismos en los próximos meses para contener al ala ultraconservadora del partido, el Tea Party, que clama medidas maximalistas como paralizar la actividad del Gobierno.
La clave ahora es la dimensión del contraataque: el Tea Party quiere usar la llave presupuestaria para forzar una nueva parálisis administrativa del Gobierno federal como la del año pasado, mientras que el aparato del partido aboga por medidas menos radicales como negar fondos para la implementación de las medidas migratorias.
La retórica beligerante con la inmigración ha demostrado pasar factura a los republicanos elección tras elección. “El partido se boicotea a sí mismo con sus duras políticas en inmigración”, comentó a Efe Anthony Corrado, profesor de Política Gubernamental en el Colby College de Maine.
Los análisis postelectorales internos de 2012 evidenciaron de nuevo una de las encrucijadas que enfrenta el Partido Republicano para recuperar la Casa Blanca: el discurso anti-inmigrante moviliza a sus bases más conservadoras pero aleja a los latinos, el grupo de votantes que crece más rápido.
La mayoría de los más de 5 millones de inmigrantes indocumentados que regularizará Obama con sus medidas son latinos y el Presidente cuenta con el respaldo de todas las organizaciones hispanas, que ahora miran al Congreso para que cumpla su parte y apruebe la reforma migratoria.
“Los republicanos, obstinados e inmóviles durante tanto tiempo en inmigración, no pueden esquivar su responsabilidad. Hay una manera inteligente de actuar para el país y también para el Partido Republicano. Aunque somos conscientes de que este no será su primer impulso”, considera hoy The Washington Post en un editorial.
La misma sugerencia hizo Obama en su discurso a la nación: “Para los congresistas que cuestionan mi autoridad para mejorar nuestro sistema migratorio, o mi actuación donde el Congreso no lo ha hecho, tengo una respuesta: aprueben la ley (la reforma migratoria)”.
Sin embargo, la bancada republicana está lejos de abrirse a la colaboración con el Presidente: senadores ultraconservadores como Ted Cruz han sugerido boicotear los nombramientos del Presidente y otros han ido aún mas allá al abogar por un juicio político o pronosticar una crisis constitucional.
Los líderes republicanos en el Congreso, que a partir de enero tendrán el control de ambas cámaras, no han especificado aún cuál será su respuesta al anuncio de Obama, pero han querido dejar claro con su retórica que será contundente.
“Necesita entender algo, que si actúa imponiendo su voluntad al país, el Congreso actuará”, dijo Mitch McConell, que en enero pasará de ser líder de la minoría a líder de la mayoría en el Senado tras la rotunda victoria que su partido infligió a los demócratas en las legislativas del 4 de noviembre.
“Cómo gestione cada partido sus respectivos riesgos en la batalla por la opinión pública en este asunto definirá probablemente los dos últimos años de la presidencia de Obama, así como la carrera emergente para elegir su sucesor”, considera The New York Times en un artículo.
La primera prueba de esta afirmación la dio este jueves Hillary Clinton, que inmediatamente después del anuncio de Obama publicó un inusual comunicado en el que subrayaba su apoyo al Presidente e instaba al Congreso a cumplir su parte.
Para Clinton, a la que muchos consideran la candidata “inevitable” en la carrera demócrata por la Presidencia en 2016, el voto latino es clave, como para cualquier aspirante a liderar un Estados Unidos cada vez más diverso.
Los inmigrantes actuales y sus hijos conformarán el 37 por ciento de la población a mediados de este siglo, la ratio más alta en la historia de una nación que camina hacia una mayoría no blanca y que desde 1965 ha recibido unos 20 millones de inmigrantes hispanos.
LOS ACTIVISTAS CELEBRAN LAS MEDIDAS DE OBAMA
Decenas de grupos defensores de los derechos civiles y activistas en inmigración de todo Estados Unidos respaldaron hoy las medidas del Presidente, Barack Obama, y ahora exigen al Congreso que cumpla su parte y apruebe la reforma integral estancada desde 2013.
Las principales organizaciones, que durante años han llevado sus protestas por toda la nación para exigir una solución para los más de 11 millones de indocumentados, celebraron hoy el paso adelante del Presidente ante el bloqueo republicano, pero dejaron claro que no renuncian a la reforma completa.
El paquete de medidas unilaterales de Obama regulariza a más de cinco millones de indocumentados, la mayoría padres con hijos que son ciudadanos o tienen residencia permanente en el país, y es la mayor acción de este tipo desde la que decretó en 1986 el entonces Presidente republicano, Ronald Reagan.
“La acción de hoy es una victoria del Presidente, una victoria de millones de familias y trabajadores, una victoria de nuestro país y una victoria del sentido común”, defendió la Presidenta del Consejo Nacional de La Raza e influyente líder hispana, Janet Murguía.
Hace nueve meses, Murguía lanzaba una de las críticas más contundentes de la comunidad hispana contra Obama: en una importante entrega de premios, le llamó “deportador en jefe” por el número récord de inmigrantes expulsados del país durante su mandato, más de dos millones.
Hoy, sin embargo, cargó tintas contra los republicanos, a quienes espetó: “aquellos que dicen que lucharán con uñas y dientes contra esta acción deben saber que no están buscando una lucha contra el Presidente”.
“Están buscando una lucha contra millones de familias estadounidenses que tendrán un cierto alivio a pesar de que los extremistas del Congreso desperdiciaron la mejor oportunidad que ha tenido nuestro país en décadas para resolver este asunto”, añadió en referencia a la reforma migratoria.
Obama se decidió este verano a actuar unilateralmente en inmigración tras esperar un año a que los republicanos desbloquearan en el Congreso su ambiciosa reforma migratoria integral aprobada por el Senado en junio de 2013.
“Ahora le toca al Congreso hacer su trabajo y aprobar una reforma que perdure en el tiempo”, consideró el Presidente de Human Rights Campaign, Chad Griffin, en una nota.
La decepción del plan de Obama para los activistas es que deja fuera a los padres de los jóvenes que llegaron al país ilegalmente siendo niños, conocidos como “dreamers” (soñadores).
La DREAM Action Coalition expresó así su “alegría” por aquellos que pueden salir de las sombras con las medidas del presidente, pero subrayó su preocupación por “aquellos que se han quedado fuera”.
La directora ejecutiva de MomsRising, Kristin Rowe-Finkbeiner, recordó que casi tres cuartos de los indocumentados del país son mujeres y niños, y apuntó que ahora le toca al Congreso “seguir el liderazgo de Obama” y aprobar medidas completas y permanentes.
En declaraciones a Efe en una concentración frente a la Casa Blanca, el director de la organización de defensa de los derechos de los inmigrantes Casa de Maryland, Gustavo Torres, celebró las medidas de Obama como “el resultado de la lucha del movimiento que hemos creado las organizaciones hace 20 años”.
También apoyaron las medidas del Presidente los grupos Asian Americans Advancing Justice, Define American, Labor Council for Latin American Advancement (LCLAA), Leadership Conference on Civil and Human Rights, League of United Latin American Citizens (LULAC), Mi Familia Vota, MomsRising, NAACP, National Action Network, National Coalition on Black Civic Participation (NCBCP), National Urban League, Rock the Vote y Voto Latino.
Las medidas de Obama regularizan a cerca de la mitad de los 11.3 millones de indocumentados que viven en el país, según los cálculos del Gobierno, de los cuales la mayoría son latinoamericanos y más de la mitad mexicanos.
HRW: MEDIDA INSUFICIENTE
“La decisión del Presidente deEstados Unidos, Barack Obama, de suspender la deportación de ciertos migrantes no autorizados evitará que millones de personas queden expuestas a la amenaza nociva de la deportación”, señaló hoy Human Rights Watch. Pero la organización matiza: “El plan formulado presenta falencias en aspectos claves”.
La organización apunta que no se abordan otras prácticas abusivas contra inmigrantes, y estas posiblemente se profundicen como resultado del plan, sostuvo Human Rights Watch. Estas son algunas de sus puntualizaciones.
“Obama rechazó la posibilidad de brindar garantías contra la deportación a familiares inmediatos – incluidos padres – de jóvenes que se hayan beneficiado con una prórroga de los procedimientos de deportación”.
“El plan tampoco exige que la Patrulla Fronteriza u otros funcionarios de control inmigratorio consideren en todo momento la necesidad de mantener unidas a las familias. Human Rights Watch documentó recientemente evidencias de que una cantidad significativa de padres de niños con ciudadanía estadounidense –100 mil en 2011 y 2012– son detenidos y deportados en forma sumaria y procesados penalmente en la frontera”.
“No se incorporaron cambios a las controvertidas políticas del gobierno que permiten la deportación sumaria de solicitantes de asilo que llegan a la frontera”.
“El Presidente tampoco redujo los contraproducentes procesos penales federales por ingreso ilegal (un delito de gravedad menor) e ingreso ilegal reincidente (un delito grave)”.
“Mientras el gobierno continúe aplicando procedimientos acelerados de deportación, procese penalmente y encarcele a quienes ya están en situación de ser deportados, y detenga a familias enteras, cientos de miles de personas sufrirán la separación familiar y recibirán un trato injusto”