Obama defiende medidas migratorias, pese a oposición; “¡Sí se puede!”, le gritan latinos

21/11/2014 - 5:32 pm
"Este es sólo un primer paso. Todavía necesitamos una ley", reiteró Obama. Foto: EFE.
“Este es sólo un primer paso. Todavía necesitamos una ley”, reiteró Obama. Foto: EFE.

Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).– El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió hoy en Las Vegas sus acciones ejecutivas en materia migratoria, ante un público entregado que gritaba en español: “Sí se puede”.

El mandatario, rodeado de varios de los líderes del Congreso que han trabajado para lograr una reforma migratoria integral, insistió en que si los republicanos hubieran permitido un voto de ese texto legislativo, ahora sus medidas no hubieran sido necesarias.

“Este es sólo un primer paso. Todavía necesitamos una ley”, reiteró entre ovaciones en el Instituto de Educación secundaria “Del Sol”, con un gran alumnado latino.

El Presidente recordó la ley bipartidista que fue aprobada en el Senado en verano de 2013 y que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, no ha querido someter a voto porque, según dijo, sabían que de hacerlo, tendría el consentimiento de la Cámara baja.

“Le dije a Boehner, te lavo el auto, te paseo al perro, pero somete la ley a votación”, ironizó Obama.

El mandatario ofreció un discurso cargado de emoción, con aire electoral, aupado por una audiencia que mayoritariamente le dio las gracias por actuar por su cuenta a falta de una acción permanente desde el Congreso, aunque hubo también quien le recriminó desde el público que no hubiera empujado más por lograr la legislación.

“No somos una nación que echa a los luchadores y a los soñadores que quieren ganarse su pedazo de sueño americano. Somos una nación que les da la oportunidad de asumir sus responsabilidades y crear un futuro mejor para sus hijos”, insistió el Presidente.

Obama recordó que el problema migratorio que sufre Estados Unidos “no es solo un tema latino” sino también “un asunto estadounidense” que debe ser resuelto de una vez por todas.

En referencia a las medidas ejecutivas que ha adoptado, el presidente reiteró que buscan centrar los recursos en “amenazas reales contra la seguridad”, lo que significa actuar “contra los criminales, no contra las familias”.

“Todo lo que estamos diciendo es que no vamos a deportarlos y a separarlos de sus hijos”, agregó el mandatario, que fue presentado por una de las jóvenes indocumentadas más involucradas en movimientos activistas en Nevada, Astrid Silva.

Las acciones ejecutivas de Obama frenarán las deportaciones de unos cinco millones de indocumentados en los próximos tres años y priorizarán las de los delincuentes y aquellos llegados más recientemente al país de forma ilegal.

OPOSICIÓN INTENTA FRENAR A OBAMA

Autoridades de Arizona, Texas y Oklahoma alistan demandas legales para tratar de frenar la acción ejecutiva anunciada por el Presidente estadunidense Barack Obama para legalizar de manera temporal a millones de indocumentados.

Luego del anuncio que hizo el Presidente la noche del jueves, los procuradores generales de Texas y Oklahoma advirtieron que interpondrán demandas en contra de la acción ejecutiva.

En Arizona, el Sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, informó también que presentará un recurso legal para frenar la acción ejecutiva de Obama.

Las demandas anunciadas son apenas el inicio de una serie de recursos legales que se estima podrían interponer autoridades y organizaciones en contra de la acción ejecutiva del mandatario.

REFORMA QUEDA EN ILUSIÓN: EXPERTOS 

Activistas y académicos coincidieron en que el decreto migratorio anunciado por el presidente Barack Obama, aunque es histórico, debe tomarse con cautela, ya que sólo frena las deportaciones por un tiempo y puede revertirse.

Asimismo, analistas en el tema recordaron que todavía quedan unos 7 millones de indocumentados que no alcanzan a acogerse al programa anunciado anoche por Obama y que corren el riesgo de ser hostigados y marginados.

“Esto, ni es reforma migratoria, ni es acceso a la residencia, ni es camino a la legalización –como pensamos-. Simplemente, se paran las deportaciones para unos cuantos”, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza de Derechos Humanos (BNHR), en El Paso, Texas.

Por su parte, la profesora María Cristina García de la Universidad de Cornell, la reforma migratoria queda como una “ilusión”, por la menos por lo que queda de este gobierno.

Según García, lo que el presidente promete a través de una acción ejecutiva “es indudablemente legal, es aprobado por la Corte Suprema, y utilizado por varios presidentes anteriores” sin embargo nuevamente aclara que es temporal hasta que no se convierta en ley.

Para la experta, las acciones del presidente se traducen en la suspensión de deportaciones en sólo casos específicos, sin quitarle ningún poder al Congreso, entidad que seguirá manteniendo su autoridad para crear o eliminar categorías de visas, determinar las reglas para deportar y aprobar fondos para esto.

A pesar de tener factores parcialmente negativos la profesora asegura que con el plan del presidente “los beneficiados “podrán vivir por primera vez sin tener miedo a ser deportados o detenidos por carecer de documentación”.

“Esto brinda un gran logro para millones de familias que viven con el temor diario de que la policía o inmigración los detenga, los separe de sus familias y los deporte”, dijo la profesor de Cornell.

MILLONES DE FALTANTES

“El anuncio del presidente… es histórico, y representa una victoria temporal para las comunidades estadounidenses que luchan por una reforma migratoria sensata y humana”, consideró Fernando García.

Es que, a juzgar de García, la medida tiene un sabor agridulce sobre todo por el resto inmigrantes indocumentados que quedaron fuera del “trato”.

“¿Qué va a pasar con los 7 millones? Serán objeto de una persecución agresiva y serán súper criminalizados… Es muy desafortunado que el presidente intercambió este anuncio de protección con continuar su política de militarización fronteriza”, agregó.

García recordó que este “remedio temporal y de corto plazo” no elimina o sustituye la necesidad de que el Congreso apruebe una reforma migratoria y desarrollar una solución a largo plazo que integre plenamente los estadounidenses indocumentados a nuestra sociedad y darles un camino hacia la ciudadanía y los derechos.

–Con información de Notimex, EFE y El Diario de Juárez 

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