#ANUARIO2014 | Una nueva guerra en Gaza alejó la paz del Cercano Oriente

21/12/2014 - 9:51 pm

Por Sara Lemel

Gaza/Tel Aviv, 17 dic (dpa) – La guerra más larga y devastadora hasta ahora en la Franja de Gaza dejó una senda de destrucción: durante siete semanas Israel atacó objetivos en el territorio palestino, mientras los ciudadanos israelíes sufrían ataques de cohetes permanentes por parte de milicianos palestinos.

El sangriento conflicto de julio y agosto de este año supuso el punto culminante de una escalada que había arrancado en abril, con el fracaso de las conversaciones de paz mediadas por Estados Unidos. Mientras, el mundo, perplejo y consternado, fue testigo en 2014 de la evolución peligrosa de los acontecimientos que finalmente tomó el conflicto.

Los desencadenantes de la guerra fueron el secuestro y asesinato de tres judíos israelíes por seguidores de la milicia radical islamista Hamas en Cisjordania en junio, las duras acciones militares y detenciones con las que reaccionó Israel y finalmente el asesinato de un joven palestino.

El balance de 50 días de conflicto fue devastador: más de 5.200 objetivos bombardeados por el Ejército israelí en la minúscula franja costera y más de 4.500 cohetes lanzados por milicianos palestinos contra Israel. 2.155 palestinos murieron y más de 11.000 resultaron heridos. Por parte de Israel murieron más de 70 personas y cientos resultaron heridas.

Más de 20.000 palestinos se quedaron sin hogar y según la ONU, siguen sin techo y refugiados en escuelas de la ONU. “Es una situación desesperada tres meses después de un alto el fuego”, dijo a dpa Chris Gunnes, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). Durante la guerra de Gaza 120 mil viviendas resultaron dañadas o destruidas y siguen sin electricidad durante 18 horas al día. 450 mil personas carecen de agua corriente.

Bajo la mediación egipcia las partes acordaron un alto el fuego el 26 de agosto y durante una conferencia de donantes en El Cairo en octubre se recaudaron 5.400 millones de dólares (unos 4 mil 200 millones de euros) para la reconstrucción del enclave en el que viven 1.8 millones de personas.

Pese a ello, aún no comenzó una verdadera reconstrucción, por diversos motivos: según un plan de la ONU las autoridades palestinas moderadas debían dirigir los trabajos bajo la vigilancia de los observadores de la ONU. Israel vigila la importación de materiales de construcción para evitar que se utilicen con fines militares.

Hamas teme que ello mine su control en la Franja de Gaza a favor de Al Fatah, con quien formó en junio un gobierno de unidad. Pero las tensiones entre las dos organizaciones palestinas, antes enemistadas, volvieron a escalar.

Otro motivo de los retrasos de la reconstrucción es el cierre del paso fronterizo de Rafah por parte de Egipto. El vecino árabe reaccionó así a un sangriento atentado en la península del Sinaí que en octubre dejó 33 soldados egipcios muertos. Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamas previstas en El Cairo para negociar un alto el fuego permanente también fueron canceladas.

Y mientras tanto, en la Franja de Gaza aumenta la ira y la frustración ante el estancamiento en las tareas de reconstrucción. El portavoz de la UNRWA Gunnes advirtió del peligro del regreso de un “trágico círculo vicioso” de limitaciones, ataques de misiles y nueva violencia: “Ello sería una catástrofe para los israelíes y para los palestinos en la Franja de Gaza”.

El brazo militar de Hamas ya amenazó a Israel con nuevos ataques con cohetes. “Si el bloqueo de Gaza y los obstáculos a la reconstrucción persisten, habrá una nueva explosión para Israel”, dijo su portavoz, Abu Obeida.

Mientras tanto, las opciones de distensión en Cercano Oriente parecen pocas: las disputas por la construcción de asentamientos en Jerusalén Este y por el estatus de la Explanada de las Mezquitas, sagrada para judíos y musulmanes, desataron fuertes enfrentamientos y ataques. Los últimos sucesos podrían suponer el inicio de una nueva espiral de violencia.

En cuanto a la diplomacia internacional, 2014 ha sido testigo de algunas iniciativas hacia el reconocimiento del Estado palestino. El gobierno de Suecia se convirtió a finales de octubre en el primer país de la UE en reconocer a Palestina como Estado. Polonia, Hungría y Eslovaquia lo habían hecho antes de ingresar al bloque europeo.

También los parlamentos de Francia, España y Reino Unido pidieron a sus gobiernos que den ese paso y hoy el Parlamento Europeo votó que en principio también apoya la medida, aunque su decisión es meramente simbólica. En estos días, la Autoridad Palestina tiene previsto solicitar oficialmente al Consejo de Seguridad de la ONU su reconocimiento como Estado.

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