La canonización de la Madre Teresa de Calcuta, dispuesta el viernes por el Vaticano destaca una figura de gran poder mediático que en su época concitó el apoyo y la simpatía de innumerables figuras del espectáculo y la cultura, aunque también numerosos detractores que la consideraron un ícono falso de la solidaridad
Ciudad de México, 21 de diciembre (SinEmbargo).- El Papa Francisco ha aprobado la decisión de la Congregación para las Causas de los Santos de atribuir un segundo milagro a la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997).
Se trata de una figura que hizo de la preocupación por el prójimo una motivación central y que supo lograr adherencias de todas los estamentos sociales y de todas las partes del mundo.
Ahora, el presunto milagro de haber curado una grave enfermedad cerebral de un hombre cuya mujer había pedido la intercesión de la monja, justifica –según las normas del catolicismo- su canonización.
Según el órgano de la Conferencia Episcopal de Italia, Avvenire, la misa para la canonización de la Madre Teresa se llevará posiblemente a cabo el 4 de septiembre de 2016, aunque la fecha todavía no está confirmada y se decidirá en el próximo consistorio que celebrarán el Papa y los cardenales, informa la agencia dpa.
La Madre Teresa, nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu el 26 de agosto de 1910 en lo que hoy es Macedonia, adoptó en 1950 la nacionalidad india y fundó en el mismo año la congregación Misioneras de la Caridad.
En 2003 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II. Murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años. En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz.
El Papa Francisco está considerado como un gran admirador de la Madre Teresa. Ambos se conocieron en 1994 en el Vaticano y el pontífice argentino aseguró después que admiraba su fuerza y la firmeza de sus palabras: “Siempre dijo lo que quería decir”.
El número de canonizaciones en la Iglesia católica aumentó considerablemente en los últimos tiempos. Mientras que Juan Pablo II canonizó a 482 santos en sus 25 años de pontificado, desde que Francisco llegó a la Silla de Pedro, en 2013, hay 838 nuevos santos, entre ellos el propio Juan Pablo II.
LA SANTA DE LOS FAMOSOS
Muchos artistas famosos, celebridades de Hollywood, se solidarizaron con la labor de la Madre Teresa de Calcuta y de su congregación Misioneras de la Caridad.
En 1989, por ejemplo, Nacho Cano, uno de los integrantes del ex grupo Mecano, fue a trabajar con la religiosa en Calcuta y 10 años después creó la Fundación Sabera, que entre otras cosas publicó un disco con fines benéficos en el que participaron 20 artistas.
Penélope Cruz, Antonio Banderas, Melanie Griffith, Alejandro Sanz, Vicente Amigo, Joan Manuel Serrat, Ketama, Rosario, Plácido Domingo, Sting, Pavarotti, Elton John, Ricky Martin y Juanes, entre otros, participaron de la iniciativa que luego terminó en escándalo, al dimitir Cano por diferencias irreconciliables con sus compañeros de gestión.
En Hollywood, Antonio Banderas y Melanie Griffith, entonces un matrimonio bien avenido organizaron una fiesta benéfica en su casa de Los Ángeles, a la que asistieron 300 personas (entre ellas grandes estrellas de Hollywood, modelos y empresarios) y cuya recaudación alcanzó la cifra de 1,5 millones de euros.
“En el 89 empecé a viajar a Calcuta y me hice muy amigo de la madre Teresa; trabajaba con ella de voluntario. Eso a mí me servía como terapia para bajarme de la nube de Mecan y una de las veces que hablaba con ella me dijo que lo que tenía que hacer era acercar a los pobres a la gente que me conocía; ella era muy marketing, una persona muy práctica y me dio esa clave y para mí fue como un mandato. He estado todo este tiempo dedicado a eso y haciendo lo que he podido”, contó Nacho Cano al periódico español El País.
Con la solidaridad con los pobres como bandera, expresión de una caridad condescendiente que nunca cuestiona los orígenes de la desigualdad ni la concentración de la riqueza, la Madre Teresa de Calcuta concitó a lo largo de su labor la atención de muchas celebridades y poderosos.
Sin embargo, su figura nunca estuvo libre de sospechas y de críticas, de las cuales la más elaborada fue la del fallecido periodista y escritor inglés Christopher Hitchens (1949-2011), quien llegó a hacer un documental para la BBC en 1994, con el título Hell’s Angel: Madre Teresa (Madre Teresa, el ángel del infierno), además de escribir un libro sobre la religiosa, La posición del misionero: la Madre Teresa en la teoría y la práctica.
CRITICANDO A LA SANTA ANCIANA
Para Hitchens, un férreo militante del ateísmo, la figura aparentemente inofensiva de la Madre Teresa escondía en realidad a una divulgadora del pensamiento más extremo de la derecha católica y, en ese sentido, más que una persona dedicada a asistir a los desposeídos su función real en la vida consistía en hacer proselitismo a favor de la doctrina católica.
Desde aceptar dinero de la familia Duvalier en Haití y del millonario estafador Charles Keating, hacer campaña en contra del divorcio y el aborto, la tarea de la monja siempre se alineó al lado de las fuerzas más conservadoras y retrógradas, según la investigación de Hitchens, quien no la consideraba una persona ingenua o inocente.
“Uno de los biógrafos de la Madre Teresa —casi todos los libros escritos sobre ella son de devotos completamente acríticos— dice, en un tono de absoluta maravilla, que cuando la Madre Teresa conoció al Papa en el Vaticano, llegó en autobús y vestida sólo con un sari que costaba una rupia. Ahora bien, eso para mí es la definición de conducta ostentosa. Una persona normal se hubiera puesto al menos su mejor pañuelo al cuello y hubiera tomado un taxi. Hacerlo de la manera en que lo hizo es lo opuesto de la forma más simple.
Es obviamente teatral, calculado. Y sin embargo se le acredita esto inmediatamente como signo de su total santidad y devoción. No hace falta ser demasiado cínico para ver más allá de eso”, dijo el periodista a la revista Free Inquiry, en una larga entrevista otorgada a mediados de los `90 y que puede consultarse libremente en Internet, traducida al castellano neutro por Pablo D.Flores.
El autor también cuestiona la labor real de ayuda a los enfermos, muy alejada de la ciencia y con mecanismos rudimentarios que sólo ayudan a perecer a los moribundos, sin propiciar una cura o mejora de la salud.
“Las instalaciones que maneja son tan primitivas ahora como cuando se hizo conocida como celebridad, así que obviamente no es ahí donde está yendo el dinero. Cualquiera que vaya allí con la esperanza de obtener alivio de un problema médico serio ha cometido un terrible error”, decía Christopher Hitchens.
“La fuente de los problemas y miserias de Calcuta son la misma sobrepoblación que la Iglesia dice que no es un problema y el influjo masivo de refugiados de regiones vecinas que han sido devastadas por guerras religiosas y sectarias en nombre de Dios. Así que los que son creyentes están en deuda con Calcuta; deberían estar trabajando para morigerar estas cosas de las que son responsables. Hacer creer que lo que están haciendo es un gran fraude”, agregaba, expresando una forma de ver las cosas que vuelve a estar en el candelero con la anunciada santificación de la religiosa.
