Ciudad de México, 22 de enero (SinEmbargo).– El poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), está en una paradoja: está en contra de las armas, pero a favor de que la gente se arme para defenderse ante la ineficiencia del Estado, dijo durante la presentación del informe #No+Armas #NoMoreGuns.
“Es un mal necesario, es una paradoja. Yo estoy en contra de las armas, pero estoy más en contra de la indefensión. Yo estoy de acuerdo que la gente se arme para defenderse, no se puede tolerar que el gobierno permita que la gente tenga que padecer que le maten a sus hijos, les secuestren a sus hijas, que se las descuarticen, ni modo. Ojalá pidiéramos desarmar no a las autodefensas, sino a los criminales. Ojalá detrás de esto pudiéramos hacer un control absoluto de las armas, ese es el tema, ahí está la solución del problema”, dijo Sicilia al preguntársele sobre las policías comunitarias de Michoacán, que utilizan armamento de uso exclusivo de las fuerzas federales.
Javier Sicilia sabe que no son las autodefensas las que utilizan la mayor parte de las armas que vende Estados Unidos a los mexicanos: son los grupos del crimen organizado.
De acuerdo con el análisis de una base de datos de dos mil 921 registros de armas incautadas en México durante 2006-2010, filtrada por la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) y a la cual las organizaciones Fellowship of Reconciliation (FOR) y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) tuvieron acceso, 44.79 por ciento fueron aseguradas al grupo criminal de Los Zetas; 22.66, al cartel del Golfo; 10.16, a los Beltrán Leyva; 8.0, al cartel de Sinaloa y 7.75, a los Arrellano Félix.
“No puedo aceptar que por las omisiones de un Estado, que los criminales que están armados hasta los dientes, estén asesinando, secuestrando y que el gobierno no haga nada para detener esto”, dijo.
La violencia en Michoacán es producto de un gobierno que no quiso escuchar, ni intervenir, cuando aparecieron las primeras movilizaciones pacíficas en contra del clima que privó en el país durante el sexenio pasado, consideró.
Para el líder del Movimiento por la Paz que salió a las calles y armó un movimiento nacional después del asesinato de su hijo en Cuernavaca, Morelos, aquellas marchas pacíficas para exigir justicia, fueron las últimas.
“Nosotros se lo dijimos: ‘Si no hacen nada, el mensaje que les están dando a la población es que tienen que defenderse de manera violenta’. Se lo dijimos: ‘este es el último movimiento pacífico en la nación y el 132, después la gente se va a levantar’. Mientras no haya seriedad, mientras no se limiten las armas, la población tiene que defenderse. Es legítimo y lo que no se puede permitir es la ineficiencia, que la gente siga muriendo, desapareciendo. Si el Estado no puede recuperar su condición como garante de la paz, la gente tiene el camino de la resistencia armada”, dijo Sicilia.
UN ALTO A LA VENTA DE ARMAS A MEXICANOS
Según el análisis de los datos filtrados, más de 70 por ciento de las armas incautadas en México se vendieron en los estados estadounidenses de Texas y Arizona. El 40 por ciento del armamento era ilegal y en 14 por ciento de los casos, se cometió homicidio en México.
Del total de las armas que se compraron en distintas armerías de Estados Unidos, 409 fueron compradores mexicanos directamente, lo cual los colocó en segundo lugar, después de los anglosajones.
Sicilia indicó que la venta de armas está ligada a la injusticia, al lavado de dinero y a la prohibición de las drogas. “Tiene que ser una prioridad en la agenda bilateral. Si no lo hacen, sólo se están haciendo pendejos”, dijo.
El poeta recordó que el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, fue quien fomentó la adquisición de armamento con su “guerra contra el narco”.
“Calderón actuó con doble moral. Si alguien propició el flujo de armas en el país fue él. Con la guerra contra el narco, el rostro más terrible, son las víctimas que Calderón Hinojosa criminalizó y que este gobierno quiere borrar”, dijo.
También, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad criticó que la frontera norte tiene “las puertas abiertas a las armas, el dinero sucio y a las drogas, no así para todas aquellas personas desplazadas de esta guerra”.
Denunció que las organizaciones criminales utilizan las armas para para extorsionar, robar, secuestrar y desaparecer a miles de personas, sin importar su género o nacionalidad:
“El dolor causado por estas armas no tiene fronteras”, aseveró.
El grupo que presentó el informe advirtió que mientras en México continúe “una guerra fruto de una política global de combate contra las drogas asistida por la industria armamentista norteamericana” serán los mexicanos quienes mueran, sufran y teman por lar armas.
Sicilia sostuvo que adquirir armas de asalto, pistolas, rifles, y revólveres en Estados Unidos sigue siendo muy sencillo sin importan que el comprador sea extranjero.
“Las y los ciudadanos son quienes hemos pagado los costos de las erróneas estrategias en el combate al crimen, pero también, en ambos lados de la frontera, la ciudadanía es la principal base de apoyo para implementar cualquier estrategia de guerra o de paz”, dijo.
El activista pidió al gobierno elaborar leyes que obliguen a las diversas instituciones encargadas de la seguridad mexicana a recuperar a procedencia de las armas incautadas e informar su destino.
Ernesto López Portillo Vargas, director del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), dijo que el informe tiene mayor relevancia, debido a que fue posible conocer los datos gracias a una filtración y no a la transparencia del gobierno mexicano.
“El informe tiene muchos significados. Ojalá pudiéramos entender la relevancia de desnudar la fractura de los mecanismos de seguridad y de que tenemos esta información en las manos gracias a una filtración. Las armas circulan todos los días porque hay una estructura y un montaje de dimensiones descomunales”.
