Un estudio del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) concluyó que el 80 por ciento de los alumnos de secundaria en cuatro estados del país tiene severas deficiencias en matemáticas, pues un porcentaje similar no sabe resolver problemas simples. Los alumnos de este nivel también presentan problemas de lectura. En Quintana Roo, Veracruz, Puebla y Yucatán, la población de entre 5 a 16 años no aprende lo básico.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– Los niños y jóvenes de 5 a 16 años de Quintana Roo, Veracruz, Puebla y Yucatán, que asisten o no a la escuela, no están aprendiendo lo básico que necesitan, por lo que la Reforma Educativa también tiene que enfocarse en el aprendizaje, concluyó un estudio del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
En Matemáticas (resolver sumas, restas, divisiones y problemas) presentan deficiencias aún más severas que en la lectura, ya que en la secundaria el 80 por ciento no sabe resolver problemas simples.
El proyecto Medición Independiente de Aprendizajes (MIA) -aplicado en 2014 en 12 mil 499 hogares en seis estados del Caribe y del Golfo, quedando pendiente por analizar Tabasco y Campeche- reveló que el 66.7 por ciento de los alumnos de segundo de secundaria de Quintana Roo no pudieron resolver un problema simple (con un nivel de complejidad entre 2º y 4º de primaria), seguido de Yucatán, con un 65.8 por ciento, Puebla, con 65.3 por ciento, y Veracruz con un 59 por ciento.
En cuanto a la capacidad para resolver una división, un 37 por ciento de niños en Yucatán no supieron llegar al resultado, seguido por los de Veracruz, Puebla y Quintana Roo con un 32, 31.4 y 28.9 por ciento, respectivamente.
En general, el estudio detectó que los 8 mil niños entrevistados tienen “problemas para ejecutar operaciones matemáticas en resta y división”.
El 38.9 por ciento de los niños en cuarto de primaria y el 18.8 por ciento de estudiantes de secundaria no pueden resolver el nivel de resta.
De igual forma, hay “un déficit severo” en la resolución del problema: solo el 36.6 por ciento de adolescentes de secundaria pudo dar una respuesta correcta.
La otra área evaluada fue la lectura. Entre los cuatro estados con resultados analizados, Quintana Roo presenta los peores niveles.
De los estudiantes de quinto año de primaria de Quintana Roo, el 25.7 por ciento no puede leer una historia con nivel de complejidad de segundo año frente al 19.4 por ciento de Puebla, el 17.6 por ciento de Yucatán y el 13.8 por ciento de Veracruz.
Respecto a la capacidad de comprensión de un texto, un 43.6 por ciento de alumnos de quinto año en Quintana Roo mostraron deficiencias en comparación con Puebla (41.9 por ciento), Yucatán (40.8 por ciento) y Veracruz (31.9 por ciento).
En general, solo el 58.3 por ciento de los niños de tercero de primaria puede leer una historia y en secundaria el 19 por ciento no logra responder una pregunta sobre comprensión.
De acuerdo con la investigadora de la Universidad Veracruzana, Samara Vergara-Lope, y el académico del CIESAS, Felipe Hevia, existen factores extra escolares que impactan en el aprendizaje del menor. Es decir, “van más allá del maestro y la escuela”, puntualizó Hevia.
Entre ellos, enlistó Vergara-Lope, son la escolaridad de los padres, el nivel socioeconómico, acceso a Internet, síntomas psiquiátricos (problema de atención, conducta o sueño), número de hijos, entre otros.
Los problemas y deficiencias en matemáticas y lectura, aseguró la investigadora, son arrastrados desde niveles básicos de primaria y así llegan al nivel medio superior y a la universidad.
En conclusión, dijo Felipe Hevia, es urgente debatir el tema de los aprendizajes de niños y jóvenes “por lo que en el contexto actual es necesario un diálogo sin condiciones entre autoridades educativas y organizaciones civiles y educativas para resolver diferencias”.
Además es necesario ir más allá de “la Reforma Educativa-Administrativa” que se está implementando para reforzar la educación.
Durante la presentación de los resultados, el académico refirió que “las características principales de la medición MIA es que las encuestas son realizadas en hogares, no en escuelas, con entrevistas uno a uno, y es organizada por ciudadanos y organizaciones, no por la Secretaría de Educación Pública o las Secretarias de Educación de los estados”.
Los investigadores expusieron que “es urgente poner a los aprendizajes de los niños y jóvenes en el centro del debate público, por lo que en el contexto actual hicieron un llamado al diálogo sin condiciones para que autoridades educativas y organizaciones civiles y sindicales puedan resolver sus diferencias”.
Concluyeron que los resultados presentados hacen necesario “un pacto nacional por la educación, más allá de la reforma educativa-administrativa que se está implementando, que refuerce la necesidad de la educación para asegurar el desarrollo sustentable de nuestra nación”.
A finales de 2016 se generará un sistema de vigilancia y control ciudadano a las políticas estratégicas relacionadas con lectura y matemáticas básicas que se generen en los estados del sureste mexicano, y en marzo de 2017 se llevará en Xalapa, Veracruz, la cuarta Conferencia Mundial de la Red People’s Action for Learning (PAL) que reúne a más de 13 países de Asia, África y América Latina donde se llevan a cabo evaluaciones ciudadanas del aprendizaje.
Felipe Hevia explicó que la prueba MIA es la primera medición independiente de aprendizaje de México, el cual se inspiró en diversas evaluaciones ciudadanas de la educación que se llevan a cabo desde hace más de 10 años en países como la India, Pakistán, Uganda, Kenia, Tanzania, entre otros.
