Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).- Las grandes empresas brasileñas no vendrán en el corto plazo a invertir en el sector energético mexicano, a pesar de la apertura que se dará con la nueva reforma en la materia, pues hasta el momento la petrolera estatal carioca, Petrobras, no tiene entre sus planes realizar proyectos en tierra azteca, aseguro el director general de la empresa Braskem Idesa, Roberto Bischoff.

No obstante, reconoció que la Reforma Energética generará un nuevo auge para la industria del plástico en México, por lo que la alianza petroquímica Braskem-Idesa prepara un proyecto con el gobierno de Veracruz y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) para hacer de Coatzacoalcos el distrito industrial más importante del país, con una inversión superior a los 4 mil 500 millones de dólares, que representa la más grande en el sector en los últimos años.

El proyecto llamado Etileno XXI, cuyo objetivo principal es transformar diariamente 66 mil barriles diarios de etano en etileno y de etileno en polietileno, un plástico que se utiliza en la industria para fabricar desde bolsas de supermercado hasta frascos y todo tipo de envases flexibles, tiene un avance de 75 por ciento y se espera que empiece a funcionar durante el segundo semestre de 2015.

Una vez que entre en operación, se busca que en el corto plazo México deje de ser importador de polietileno, ya que actualmente compra a Estados Unidos un millón 300 millón toneladas del millón 900 mil que requiere al año.

Una vez en operación, generará 3 mil empleos definitivos, 800 directos y 2 mil 200 indirectos en empresas que van proveer de servicios.

“Creo que es la primera inversión privada más importante de México, por años no se ha hecho en petroquímica una inversión así en América Latina y creo que es la primera inversión de una nueva ola”.

En Braskem Idesa, la brasileña tiene una participación del 75 por ciento y la mexicana Idesa del 25 por ciento.

En entrevista con SinEmbargo, el directivo reveló detalles del proyecto, pero también compartió la experiencia de Brasil en su apertura energética y la percepción sobre las transformación que se busca en México del sector.

– Antes de Etileno XXI, ¿Braskem ya veía a México como destino de sus inversiones?

– No, porque creo que en México no existía disponibilidad de materia prima, no había cómo mirar a México si no hay disponibilidad de materia prima y las veces que los jugadores en petroquímica han mirado a México son las veces que el gobierno de alguna forma hizo intentos de disponer de materia prima para una gran inversión privada. Pero yo creo que a mediano y largo plazo puede cambiar con la Reforma Energética.

– ¿Qué otros cambios importantes considera que puede traer la Reforma Energética en el área de la petroquímica?

– Puede generar otros potenciales proveedores de materia prima, pero hay que entender que la industria petroquímica y petrolera es de largo plazo, no firmas hoy y cosechas mañana.

Un ejemplo es Etileno XXI, entre la firma del contrato y el arranque del proyecto van a ser cerca de 5 años; son plazos largos de casi 6 años, así es la industria del petróleo, son inversiones a mediano y largo plazo.

El plan de mediano y largo plazo es vender 100 por ciento en el mercado mexicano. Tenemos un plan de subir la participación en el mercado que va a tomar de tres a cinco años y vamos desde el inicio a proveer al mercado local, lo máximo que se pueda intentado reemplazar productos suministrados por importaciones.

– ¿Qué tan importante es la petroquímica en el desarrollo de la industria petrolera?

– Creo que tiene gran importancia para los países no para la industria petrolera, los productos químicos sí son imprescindibles para la sociedad moderna, generan desarrollo. La industria petroquímica no va a mover a la industria petrolera, pero es estratégica para un país por los productos que genera.

– ¿Cuáles son las oportunidades que la apertura energética puede traer para la petroquímica en México?

– Nuevas inversiones, disponibilidad de productos y materias primas para la industria. México tiene oportunidad de inversión en las principales cadenas de productos petroquímicos. El país es importador de las principales cadenas de productos petroquímicos por la cercanía con Estados Unidos y su estrategia desarrollada ha sido de importación. Las nuevas inversiones van a generar producción adicional de derivados y de ahí pueden surgir nuevas oportunidades de producir petroquímicos en México.

– ¿Qué jugadores se espera que lleguen a México con la apertura que puedan ser competencia directa para ustedes?

– La competencia para nosotros puede venir en 10 años. Los grandes jugadores que van a venir a México son los principales productores de petróleo del mudo y los grandes proveedores de servicios, que ya están en México, la competencia a Braskem Idesa, como te comenté, no hay disponibilidad de materias primas, pero va a venir de la competencia de Estados Unidos que tiene una gran boom generado por el gas shale que va a generar una gran competencia mundial y México y Estados Unidos se van a convertir probablemente en un gran explotador de productos químicos.

– Hace unas semanas, el ex Presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva decía que lo que estamos haciendo en México ya se había hecho en Brasil, ¿cuál fue su experiencia en la apertura energética?

– Yo creo que cada país toma decisiones con relación a sus modelos de negocios, acorde a su proceso histórico, acorde a su escenario político y económico. Brasil tomó una decisión de apertura de mercado que ha generado en un primer momento importantes avances, y después tuvimos algunos percances en la atracción de inversiones.

Cada país tiene su escenario, su historia, sus fuerzas políticas, sus necesidades que generan las fuerzas necesarias para cambiar. Eso ha pasado en Brasil antes y ha generado buenos resultados, en general, los países han cosechado buenos resultados por la apertura.

– ¿En Brasil cuánto tiempo tardó en madurar la apertura?

– Petrobras –la petrolera estatal- ya venía de un proceso de apertura gradual antes de la apertura total del mercado; de alguna manera, Brasil ya se había preparado para cambios y los implementó de una forma gradual, fuimos sintiendo los resultados a lo largo del tiempo. México estuvo cerrado por más tiempo, entonces, el cambio es un poco más brusco. Nuestro nivel de apertura era diferente a la del mercado mexicano antes de la apertura a la exploración. Creo que va a ser fundamental la capacidad de atracción de inversiones por parte de la Reforma Energética, que al parecer va a suceder y eso va a determinar el ritmo de cambio en la industria petrolera en México.

– ¿Qué dicen las empresas del sector energético en Brasil sobre la Reforma Energética de México?

– Todos hemos leído lo positivo que ven los países en lo general, y las empresas en lo general, las reformas en México; la visión general es positiva, no solo en relación con la energética sino también con otras que buscan modernizar a la economía mexicana: pero hay que buscar la efectividad en su implementación y eso sí es difícil y tarda.

– ¿Hay apetito entre las empresas de Brasil por venir a invertir en el sector energético mexicano?

– Brasil tiene una gran empresa que es Petrobras, abierta, con una importante participación del gobierno y hay jugadores brasileños internacionales; entonces comentar sobre el apetito de empresas brasileñas, tendría que comentar sobre el apetito de Petrobras.

Petrobras se ha enfocado muchísimo en el desarrollo del empresariado brasileño y de alguna manera ha revisado su estrategia internacional enfocándose en Brasil, creo que no ha hay como platicar de apetito de empresas brasileñas, porque Petrobras tiene un proyecto importante en el desarrollo de reservas brasileñas, entonces, no hay una gran estrategia por parte de Petrobras para seguir con la internacionalización.