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Redacción/SinEmbargo

22/07/2016 - 6:20 am

Que Aristegui pida perdón / Trump, con muro y sin TLCAN / Mancera blinda zoológicos

Que Aristegui pida perdón Durante la promulgación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), el Presidente pidió una disculpa por el tema de “La Casa Blanca”. Sin embargo, en el discursó no apareció la investigación periodística ni las repercusiones laborales que tuvo en el equipo que trabajó el caso. En cambio, según explicó ayer la periodista Carmen Aristegui, […]

Que Aristegui pida perdón
Durante la promulgación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), el Presidente pidió una disculpa por el tema de “La Casa Blanca”. Sin embargo, en el discursó no apareció la investigación periodística ni las repercusiones laborales que tuvo en el equipo que trabajó el caso. En cambio, según explicó ayer la periodista Carmen Aristegui, los hostigamientos se han incrementado. Parece, como escribe el periodista José Cárdenas en El Universal, que Joaquín Vargas exige a Aristegui comprobar sus dichos, “de lo contrario que también ofrezca disculpas y pida perdón, ahora que eso está tan de moda”. En este sentido, su columna dice que: “ofrecer disculpas y pedir perdón a la sociedad honra al Presidente si lo dicho fue con sinceridad y no una obra de teatro. Sin embargo, para que tales palabras valgan y Peña merezca el perdón deben darse pasos firmes que comprueben la voluntad de la rectificación […] Ameritaba una investigación a la cual no se atrevió el Congreso. Segundo, la indagatoria, para determinar si fue o no legal esa compraventa, quedó en manos de un Secretario de la Función Pública nombrado a modo por el propio Presidente”.

Para el periodista Julio Hernández López de La Jornada, el Presidente Enrique Peña Nieto: “hizo un involuntario homenaje público a la periodista Carmen Aristegui […]. Esas palabras de Peña Nieto llevaron a la inmediata consideración de que serían insuficientes, e incluso una artimaña, si no fueran acompañadas de una pública aceptación expresa de que el trabajo de Aristegui y su equipo había sido puntual, profesional y valioso, a la par de que se generasen las condiciones para que pudieran volver a frecuencias radiofónicas abiertas […]. La periodista […] dio a conocer que, días antes de la pronunciación del discurso del perdón, se había intensificado la presentación de demandas judiciales en su contra, relacionadas con el trabajo periodístico de ‘La Casa Blanca’ […]. En lo inmediato, Aristegui acumula demandas judiciales […]. Entrampar a periodistas críticos en litigios costosos y erosionantes, y amenazar su patrimonio personal, pareciera ser la novedad en curso en la estantería del poder […]. Hasta ahora, el tipo de agresión menos usada por políticos y particulares es la presión jurídica. Y lo jurídico es el ámbito donde se han creado más restricciones y sombras amenazantes a la libertad de expresión”.

Es en esa “novedad en curso” sobre la que escribe en el Excélsior la periodista Yuriria Sierra, quien relaciona los casos como el de Aristegui, Sergio Aguayo y Sanjuana Martínez con la serie Game of Thrones: “Cuando un miembro de la Casa Lannister (poseedores del trono) escucha algo que no le guste o que atice sus sospechas o su paranoia, de inmediato condena a muerte a aquél o aquélla que lo dijo en primera instancia […]. Últimamente ocurre un fenómeno preocupante: algunos de nuestros funcionarios parecen tener la piel delgada como el papel de china. Lejos de asumirse como figuras públicas y como personajes que deben rendir cuentas sobre su trabajo, están más en la fantasía que les venden sus publicistas o sus zalameros colaboradores […]. No les gusta que nadie los critique o los cuestione […]. Nuestros funcionarios parecen estar más cerca de los Lannister que de los Stark […]. Se molestan cuando lo que se dice de ellos no son alabanzas ni reconocimientos a su trabajo. Olvidan que están muy lejos de ser reyes […]. Y lo único hilarante del asunto es que a cada intento de censura solamente atraen más ojos, oídos, lectores y ‘followers’ para aquellos ‘súbditos’ (porque eso somos todos en la mente de estos políticos con delirio de grandeza) que osan cuestionarlos. La vanidad y la ambición han sido siempre la principal causa del derrumbe de todos los imperios. Aunque su ‘imperio’ sea del tamaño de una curul, de una gubernatura o de una nuez”.

En el diario Reforma, la periodista Carmen Aristegui detalla el tema: “el Presidente sigue en funciones y los periodistas que participamos en la investigación de ‘La Casa Blanca¡, y alentamos el debate sobre sus graves repercusiones, fuimos echados del aire de la radio mexicana. Hemos decidido desarrollar un proyecto propio, independiente, desde el espacio digital, pero al momento de anunciar esta intención, se intensificó el acoso, el hostigamiento y la persecución judicial con la que se ha castigado nuestro trabajo […]. Hoy se pretende, por la vía judicial, mutilar el libro […]. De lo que se trata es de intimidar, de fastidiar y de impedir que estos periodistas sigan haciendo su trabajo. El prólogo que se pretende censurar denuncia cuán dócil y sumisa puede ser una empresa de comunicación frente a presiones políticas, mandatos de aniquilación y censura […]. En México, el Presidente pide perdón por ‘La Casa Blanca’, y a los periodistas que la investigaron se nos acosa judicialmente. Se nos amenaza con causarnos un daño patrimonial y se pretende imponer una mordaza por expresar nuestras ideas. ¿De qué perdón estamos hablando, Presidente Peña Nieto? ¿Cuál es el verdadero alcance de sus palabras? ¿Pide perdón por ‘La Casa Blanca’, pero se sigue persiguiendo a los periodistas que la investigaron? ¿Pide perdón por ‘La Casa Blanca’, pero no cesan los ánimos de venganza? Del golpe de censura que ocurrió por la divulgación del reportaje no se hizo cargo el Presidente en su discurso […]. Del golpe de censura a los periodistas, ni media palabra. Lo menos que esperaríamos, después del perdón pedido por Peña, es que se frene el hostigamiento y el acoso judicial”.

Trump, con muro y sin TLCAN
Ayer se oficializó la candidatura del republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos (EU). El mandatario no olvidó hablar sobre el muro y  el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), situación que no es ajena para el país y tampoco para los espacios de opinión de los diarios del país. Así, en el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “es todo un caso de estudio el hecho de que Donald Trump esté hoy tocando las puertas de ‘La Casa Blanca’. A contrapelo de quienes se rieron de él, de quienes minimizaron sus aspiraciones, de quienes ningunearon su potencial, el empresario amanece hoy como candidato presidencial del Partido Republicano, una nominación que, por cierto, hace meses traía en el bolsillo […]. Trump se impuso como candidato sin una propuesta política ni económica. Lo suyo fue conectar con el ciudadano común que se identifica con la derecha. Torear para la grada redneck. Hacer política sin parecer político. Con una mezcla de estrella de televisión y capataz de plantación sureña, Trump hizo de lado los hechos y la realidad para concentrarse en su propia verdad. Puso apodos, se mostró xenófobo, racista, misógino y hasta pendenciero. Y le funcionó. Eso pasa cuando la euforia se impone a la razón. Y eso puede pasar en cualquier lado, no sólo en EU”.

El comentario de la Editorial de El Universal, se centra en las repercusiones del país: “el verdadero riesgo para México no se encuentra en el disparate del muro. Finalmente las remesas no aumentarán ni decrecerán a partir de esa construcción. La fuente de ingreso mayor de millones de familias en este país es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, gracias al cual el petróleo y las remesas han dejado de ser los sostenes de la economía. […]. México se ubica como posible próxima víctima. Una elección en la cual salga victorioso Donald Trump le daría legitimidad al empresario para llevar a la obra su discurso aislacionista, el cual consiste no sólo en un cambio en la política migratoria, sino en una revisión a la alianza comercial con América del Norte […]. Del tamaño de la eventual victoria de Trump dependerá también el acompañamiento del resto de la clase política estadounidense en sus aventuras. Sería difícil para un legislador, incluso de un partido contrario, negarle una primera iniciativa de ley a un Presidente muy votado”.

Por su parte, en Milenio, el periodista Carlos Puig escribe que “de muchas maneras el daño está hecho. En la convención y en su discurso Trump insistió en tres temas de su campaña que pueden ser devastadores para México […]. El triunfo de Trump es un cambio profundo en las ideas que hasta hace unos años dominaban en el Partido Republicano y que beneficiaron a México. Fue con Ronald Reagan cuando se dio la última gran reforma migratoria que legalizó a millones de compatriotas. Fue gracias a George Bush, el primero, que hoy tenemos TLCAN; y nunca se estuvo más cerca de una nueva reforma migratoria que con Bush, el segundo, antes del 9/11. El Partido Republicano nunca volverá a ser eso, más allá del destino electoral de Trump. Y sería un error confundirse con su derrota en noviembre por amplia que sea en el colegio electoral. Hay un movimiento amplio y vigoroso que, como bien dijo Trump ayer, tiene coincidencias con los votantes de Bernie Sanders y con las que la presidenta Clinton, si gana, tendrá que lidiar y apapachar […]. Si Trump pierde, ya vendrá otro, tal vez peor. Para la política exterior mexicana es tiempo de acabar con las ocurrencias, las improvisaciones, los ‘amateurs’. Vienen años muy complicados”.

No obstante, el espacio del periodista Raymundo Riva Palacio contextualiza en El Financiero la situación del tratado internacional: “gane o pierda Clinton o Trump en noviembre, la relación con México cambiará significativamente, y se modificará con seguridad el status del ‘Tratado de Libre Comercio Norteamericano’ […]. Las críticas al TLCAN no son nuevas […]. Bill Clinton logró que se revisaran los capítulos agrícola, laboral y del medio ambiente, para que los demócratas votaran por él. Los demócratas, que tienen entre sus principales clientelas electorales a los sindicatos, siempre se habían opuesto a los acuerdos con el exterior, manejando un proteccionismo casi ideológico. Los republicanos, que siempre habían sido lo contrario, comenzaron su cambio desde la campaña presidencial de 2004 –ganada por George W Bush–, que retomaron la vieja oposición de los excandidatos presidenciales conservadores […] quienes utilizaron como mantra su oposición al TLC. Incluso, el candidato demócrata a la Casa Blanca en 2004, John Kerry, propuso que se renegociara el TLCN para proteger aún más al sector agrícola […]. Lo que está señalando Trump en la actualidad […] no es nuevo ni es algo que deba significar sorpresa. En Estados Unidos, el TLCN no produjo mejores niveles de vida en las clases medias, pero sí un salto cuantitativo que dobló casi el ingreso en los hogares de los grupos de mayor ingreso. Lo que sucedió en México no es diferente […]. Trump significa para el elector estadounidense la esperanza de que esto cambie […]. Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quizás no deberían de estar únicamente atentos a lo que pasa en Estados Unidos, sino en México, donde el mismo fenómeno, por las mismas razones, podría arrasarlos en 2018 ante un electorado que busque lo mismo que en el norte: mejorar su calidad de vida”.

Mancera blinda zoológicos
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, no dejará que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o Morena le quiten sus tres zoológicos, por lo que buscó a especialistas internacionales para poder renovar su imagen y tener otro esquema administrativo. La muerte del gorila Bantú fue solo una parte de lo que detonó que Mancera se volviera a ver que los zoológicos de la capital estaban muriendo: Chapultepec, Aragón y Los Coyotes”.

Suplen al Chucho mayor
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “cayó el Chucho mayor de la dirigencia de la corriente Nueva Izquierda del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Nos cuentan que los representantes a nivel nacional de la tribu acordaron la suplencia de Jesús Ortega, a quien al interior de Los Chuchos consideran el factótum. En su lugar quedó Erick Villanueva Mukul, en calidad de vocero del grupo. Pero la decisión no es para alarmar a los seguidores de Ortega ni al personaje. No, nos comentan que el Chucho mayor se quedará como uno de los coordinadores de la expresión, pero ahora le dedicará más tiempo a su labor como parte de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. ¿A poco pensaron que don Jesús iba a dejar su puesto antes de las elecciones de 2018?”.

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