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Redacción/SinEmbargo

22/07/2017 - 6:58 am

CdMx sin cárteles / Nuevo pico de violencia / El rap del socavón

Después del operativo del jueves en la delegación Tláhuac, donde marinos abatieron a un capo de la mafia del narcomenudeo, el secretario de Marina, almirante Vidal Soberón, recibió en sus oficinas al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera

CdMx sin cárteles
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que tras abatir al “El Ojos”, otras autoridades confirman la declaración de Jefe capitalino: “Miguel Ángel Mancera salió muy satisfecho de la reunión que sostuvo con el Almirante secretario Francisco Soberón Sanz, titular de la Semar, no solo porque el operativo contra ‘El Ojos’ fue exitoso, sino porque el Jefe de Gobierno capitalino logró el respaldo de la Federación para ratificar que en la CdMx no hay cárteles operando. Incluso, el mandatario local reconoció públicamente la intervención del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para concretar el operativo en Tláhuac”.

La tarde de ayer se reunieron el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y el Secretario de Marina, almirante Vidal Soberón y En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “después del operativo del jueves en la delegación Tláhuac, donde marinos abatieron a un capo de la mafia del narcomenudeo, el secretario de Marina, almirante Vidal Soberón, recibió en sus oficinas al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para hablar del saldo y de las tareas de seguridad en la zona. Nos adelantan que don Vidal y don Miguel Ángel acordaron acciones coordinadas en el combate a los grupos criminales en Tláhuac que surten drogas en varias delegaciones, y contra otras organizaciones delincuenciales que operan en la capital del país. […].”

Tláhuac y los mensajes a Mancera
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, retoma el caso del operativo realizado por fuerzas federales en la delegación Tláhuac y escribe que: “por la forma en que las fuerzas federales actuaron en el operativo en Tláhuac, en contra del líder abatido de la organización de delincuencia organizada que operaba en el oriente de la capital, es claro que alguien o algunos desde la Federación quisieron mandarle varios mensajes contundentes al jefe de Gobierno de la Ciudad de México: […] porque mandar a la Secretaría de Marina y a la Policía Federal confirmó que Felipe de Jesús Pérez ‘El Ojos’, era visto como un peligroso narcotraficante por el gobierno federal, y no como un ‘narcomenudista’, […] y que al entrar la Federación con un operativo similar a los que se despliegan en regiones conflictivas por el narcotráfico en el país, se echa por tierra el reiterado discurso capitalino de que ‘aquí no hay cárteles de la droga’. No parece casual que el operativo federal se haya realizado en Tláhuac sin dar aviso al gobierno capitalino y justo cuando Miguel Angel Mancera andaba en Chihuahua cabalgando […] y entregando patrullas a nombre de la llamada ‘Fuerza Conago’. Tampoco que el jefe de Gobierno se haya tenido que enterar sobre la marcha de que las fuerzas federales iban a capturar a un delincuente de alto nivel al que no pudieron […] capturar las agencias de seguridad ni las procuradurías capitalinas. […] Quien haya ordenado esa incursión con todo el poderío de la Marina lo hizo con todo el conocimiento de lo que ocurría en Tláhuac y del tamaño de la organización que iban a tratar de descabezar. […]. Desde que asumió la jefatura de la Conago, […] su principal acción fue el anuncio de una fuerza interestatal de seguridad, denominada ‘Fuerza Conago’, con la que el jefe de Gobierno capitalino se proponía ‘ayudar a estados en problemas de seguridad y violencia’ que así lo requieran. […]. Fuentes de seguridad del gobierno federal afirman que en varias agencias federales no cayó nada bien la ‘ocurrencia’ de Mancera y que en dependencias como Gobernación, la Defensa y Marina no vieron nada bien la formación de una corporación cuyo sustento legal estaba en entredicho y que, […] parecía asumir funciones que […] correspondían al gabinete de seguridad nacional. ‘No lo declararon y mucho menos lo reconocieron públicamente, pero en los hechos, Fuerza Conago fue una idea que piso callos en las áreas de seguridad federales que tomaron como un cuestionamiento y una descalificación al gabinete federal la idea de la corporación impulsada por el jefe de Gobierno’, comentó una de las fuentes consultadas. ¿Fue esa la causa por la que, desde el gabinete de seguridad federal se decidió lanzar el operativo contra el llamado ‘Cártel de Tláhuac’ y su principal dirigente el jueves pasado? Si no lo fue oficialmente, todo apunta a que sí hubo la intención de exhibir y evidenciar al gobierno capitalino que, […] no puede controlar la inseguridad y la violencia provocada ya no sólo por delincuentes del fuero común, sino por grupos y organizaciones que por su nivel de armamento y peligrosidad, califican y merecen un tratamiento federal como delincuencia organizada y grupos del narcotráfico. […].”

En la mira
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “con el abatimiento de Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, líder criminal en Tláhuac, el primero a investigar es Rigoberto Salgado, delegado por parte de Morena, quien desde ayer fue linchado públicamente en redes sociales, acusándolo de supuestas complicidades con el grupo delincuencial. En entrevista, confirmó que está preparando una denuncia contra los señalamientos, mismos que calificó como infamias. Por lo pronto, rechazó estar involucrado, negó que tenga previsto renunciar y, por el contrario, dijo que por ningún motivo abandonaría su puesto. De hecho, el que no estaba ni enterado del operativo fue el delegado, y ¡cómo es posible que haya crecido tanto el problema en Tláhuac! Porque distraído, en temas que dejan tanto dinero, no debe ser”.

Nuevo pico de violencia                                                                                                                                                         /strong>En El Universal, su Editorial, habla sobre las cifras de violencia registradas en el país en los últimos meses y asegura que: “junio de 2017 marca un nuevo récord en la cifra de asesinatos en México. En dicho periodo se registró el número más alto de averiguaciones previas por homicidio doloso desde que se tiene registro (1997). Un incremento pavoroso de prácticamente 40 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, que sólo viene a confirmar que las cifras de los meses previos, […] sí eran una preocupante tendencia […], minimizada en su momento por las autoridades, e indicador indudable de la complicada agenda de seguridad en la que hoy volvemos a estar inmersos. El aumento en la violencia homicida es prácticamente a nivel nacional: en 27 de las 32 entidades federativas creció el número de víctimas. Incluso, en estados como Baja California o Chihuahua, los homicidios se incrementaron en más de 50 por ciento en comparación con el año pasado. Estos datos no debieran sorprender a nadie. Recientemente hemos atestiguado en entidades como Colima, Guerrero, Veracruz o la propia Ciudad de México […], el alcance que vuelve a tener a lo largo y ancho del país la violencia criminal. […]. Independientemente de que esta nueva ‘oleada’ de violencia pueda estar en parte relacionada […] con la captura de capos, y la atomización de los cárteles y pugnas sucesorias que ello acarrea, o incluso, como varios actores políticos han sugerido ya, con la implementación del nuevo sistema de justicia penal acusatorio […] la situación actual no debe llamar a engaño. […]. Lo anterior no es exagerado y por ello resulta urgente la transición a la Fiscalía General de la República, así como la consolidación plena del SNA. Quienes pugnan por volver al viejo sistema inquisitivo dejan de lado que justo se transitó a un sistema de justicia penal acusatorio para dejar atrás múltiples prácticas violatorias de derechos humanos. Continuar culpando al nuevo sistema es irresponsable, ahonda el problema y sólo genera confusión en la sociedad. […]. La causa de fondo del aumento de la violencia criminal es la impunidad, que no se combate encarcelando a la mayor cantidad de imputados, como se hacía antes, sino instaurando una verdadera procuración de justicia, un real régimen de Derecho.”

El rap del socavón
En Milenio, el periodista Hugo García Michel, escribe una “rap” en torno a diversos acontecimientos del país y alude a modo de metáfora que todo acabará en un socavón: “la inseguridad llama a la corrupción[…]. De la nada aparece un gigantesco socavón. Violencia en todas partes, vivimos inseguros[…]. Pobreza que no cede, empleos que no se crean[…].Viene la guerra sucia y viene con furor[…]. En el Partido Revolucionario Institucional la angustia está presente cada día. El 2018 se viene sin compasión. Morena se presenta como única esperanza[…]. El Partido Acción Nacional es presa inerte de tipos ambiciosos[…]. El Partido de la Revolución Democrática respira por medios artificiales. Su enfermo sectarismo lo tiene en la inanición. Se liga con el Partido Acción Nacional o se liga con Morena[…]. Todos lo jinetean: el Partido de la Revolución Institucional , el Partido Acción Nacional, Morena, el Partido de la Revolución Democrática y los otros lo mandan al socavón.

En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “se acerca el 8 de septiembre, fecha en la que arrancará el proceso electoral para el 2018 y ya se supo que el Instituto Nacional Electoral quiere homologar el calendario federal con los estatales. Y es que, aunque todos los procesos terminarán en la elección del 1 de julio, los plazos para precampañas y registro de candidatos son distintos en cada entidad, lo que complicará la fiscalización de gastos y el monitoreo de propaganda. El asunto es si los consejeros encabezados por Lorenzo Córdova tendrán tiempo para consensuar un solo calendario y si en los congresos locales habrá la disposición para armonizar las leyes electorales. Porque la experiencia reciente indica que eso de ponerse de acuerdo para hacer compatibles los marcos legales de los estados es tantito más difícil que pasar a un camello por el ojo de una aguja.”

Viajero frecuente                                                                                                                                                               En Reforma, el escritor Jorge Volpi, nos recomienda un libro para niños y jóvenes y escribe que: “Abilio recibe una misión de labios de su tío Maclovio […]: avistar el mundo, desenredar nuevos idiomas, explorar la vasta redondez del planeta. Ahíto de curiosidad y de esperanza, aborda su primer avión para emprender una mínima odisea que al cabo lo traiga de vuelta al pueblo y a los brazos de su adorada Anacoluta, con quien se ha prometido en matrimonio. Cerca del regreso, el joven recibe un premio inesperado que, bien visto, también es un obstáculo: un paquete de millas. En la letra pequeña: a riesgo de perderlas, ha de usarlas de inmediato. Abilio duda, pero, como todo buen héroe, al final no se sustrae a la aventura. Ni qué decirlo: al término de su periplo, una nueva lotería […] lo arrastrará a los más extravagantes rincones del planeta. Nuestro Abilio se incorpora así al selecto club de los viajeros frecuentes: esos argonautas modernos que, a fuerza de ganar e invertir sus millas, consagran sus vidas a tropezar de aeropuerto en aeropuerto y de escala en escala sin otra meta que […] el viaje mismo. […]. Abilio, enfurruñado, cree que el Gordo […] busca desanimarlo y no cesa en su afán por vencerlo. Pero éste es ya el segundo malestar que se incuba en su cuerpo: semanas atrás, durante el homenaje que se le rendía, Liborio la Momia alcanzó a balbucir que sólo ansiaba volver a casa antes de que los organizadores le arrebatasen el micrófono. Los siniestros augurios no refrenan, empero, a nuestro héroe, quien sigue acumulando premios, millas, ciudades, selfies. […] No cuento qué más le ocurre a Abilio, el protagonista de Última escala en ninguna parte, el libro póstumo de Ignacio Padilla que acaba de publicar el Fondo de Cultura Económica en su colección ‘A través del espejo’. Se trata, estoy cierto, de uno de sus mejores textos breves, el universo donde se sentía más cómodo. […] Me es imposible, tras la muerte de Nacho, no desvelar los secretos autobiográficos que siempre escamoteó en sus textos para adultos e insertó en perfectos y retorcidos cuentos de hadas como Los papeles del dragón típico o Todos los osos son zurdos. Su reflexión, a punto de alcanzar esa mediana edad que se le escamoteó, gira aquí en torno a su propia carrera literaria, impulsada por decenas de premios; la amistosa competencia que nos unía; y la sensación compartida sobre la honda inutilidad de la batalla. Al comenzar este hermoso y triste libro pensé que Nacho se identificaba con Abilio; al terminarlo creo, en cambio, que él es el Gordo Pelosi: al saltar hacia su propio Himalaya y huir de la Escala Tropecientos me dejó aquí, obligado a contemplar esa foto anónima en la cual se le ve, o no, serenamente recostado frente a un mar azul muy intenso.

¿Qué hacemos con los ex?                                                                                                                                                       En Reforma, el periodista Jorge Ramos,  habla sobre los ex presidentes,  la forma en que en ocasiones se benefician durante sus mandatos y lo complicado que es pedirles cuentas una vez que terminan sus periodos presidenciales y escribe que: “Los ex, […] son un dolor de cabeza. Tuvieron mucho poder sobre nosotros, no se acostumbran a estar en un segundo plano, y se la pasan […] haciendo cualquier cosa para llamar la atención. Me refiero, por supuesto, a los ex presidentes. Hay ex presidentes que desaparecen de los titulares y de la vida pública de un país […]. Hay otros, como Álvaro Uribe de Colombia […], que se sienten con el derecho de opinar de todo y de todos. Y luego están los rateros. Esos que aprovecharon sus años en el poder para enriquecerse. […]. Pero los presidentes, luego de unos meses en palacio, suelen sentirse todopoderosos; eso los lleva a creer que el presupuesto de la nación es de ellos y a repartir viajes y lujos a familiares. Hay una larga lista de ex presidentes latinoamericanos rateros. […]. Casi todos fueron funcionarios públicos, así que basta hacer la suma de sus salarios y contrastarla con las propiedades que poseen al dejar la Presidencia. Esa aritmética casi nunca cuadra. Pero es difícil enjuiciarlos y encarcelarlos porque se conocen bien las reglas del juego y les saben hasta los últimos secretos a sus acusadores potenciales […]. Es tan difícil meter a un ex presidente latinoamericano a la cárcel que por eso hay que destacar a los países que lo han logrado o que, por lo menos, lo están intentando. Guatemala, Perú, Panamá y Brasil nos están dando un ejemplo de lo que ocurre cuando hay un compromiso contra la corrupción y la impunidad. En Guatemala está en prisión Otto Pérez Molina, Alberto Fujimori y Ollanta Humala están encarcelados en Perú […], Panamá solicitó a Estados Unidos la extradición del detenido Ricardo Martinelli y en Brasil se ha iniciado un proceso judicial contra Luiz Ignácio Lula da Silva. No deja de sorprenderme que ningún ex presidente mexicano haya sido encarcelado por corrupción en un país que tuvo por décadas una millonaria partida secreta para uso discrecional de los mandatarios y donde reina el dicho “político pobre, pobre político”. Lo que pasa es que en México no hay una verdadera voluntad de agarrar a los tramposos. […]. Pero como me dijo hace poco en una entrevista el presidente de El Salvador, Jimmy Morales, hay sociedades donde existe una corrupción ‘normal’ que suele ser tolerada o ignorada. Ir a contracorriente no es fácil. […]. Pero la única manera de que las cosas cambien es si le caemos en serio a un par de ex. No es una cuestión de venganza sino de justicia. […].

Los que se le fueron a Trump
A escasos seis meses del inicio de Trump como Presidente ya se han presentado algunas renuncias y dimisiones de su gabinete, al respecto en el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “‘Ni siquiera cayó tan bajo como para usar armas químicas…’, se referían a Bashar al Assad […]. El responsable fue el entonces vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer. Y ésta será acaso la más célebre de sus apariciones frente a la prensa […] sus declaraciones frente a reporteros a veces quedaban por encima de las que hacía el mismo Presidente. Spicer es el segundo integrante del equipo cercano de Trump, nombrado por él, en renunciar. Ya antes, Michael Flynn lo había hecho. […]. Sin embargo, ellos no han sido los únicos en abandonar sus puestos dentro del gobierno de Estados Unidos. Unos días después del inicio de la ‘Era Trump’, cuatro diplomáticos del Departamento de Estado renunciaron como consecuencia del nombramiento de Rex Tillerson como Secretario de Estado. No había pasado una semana de la ceremonia de investidura, esa que Spicer defendió diciendo que había sido una de las más concurridas de la historia. Se trató del subsecretario de Estado de EU, Patrick Kennedy, que ya tenía nueve años en el cargo; además de la secretaria adjunta de Estado para asuntos consulares, Michele Bond; la secretaria adjunta para administración, Joyce Anne Barr, y el director de misiones extranjeras, Gentry O. Smith. James Comey es la salida más comentada, y la que puede costarle más Donald Trump[…]. Pocas cosas son tan sintomáticas de la debilidad institucional, como la salida de tanto personaje en tan poco tiempo. Y es que todas ellas han sido resultado de diferencias con Donald Trump[…]. Y como si faltaran más elementos para concretar esta falta de institucionalidad del gobierno de Estados Unidos, Donald Trump le dijo a The New York Times hace unos días que se arrepentía de uno de los nombramientos que hizo en su equipo en enero pasado[…] sobre Jeff Sessions, el fiscal general de Estados Unidos[…]. A todo esto, podemos añadir también, que en estos seis meses de gobierno, que parecen años, Trump ha dicho más de 800 mentiras, según lo documentó The Washington Post: 836 declaraciones falsas o engañosas”.

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