Londres, 22 Ago (Notimex).- El gobierno de Australia defendió firmemente la política de detener a los niños solicitantes de asilo en campamentos de inmigrantes, al argumentar de que es “eficaz” para disuadir a otros a realizar semejantes acciones.
El responsable de Inmigración del gobierno australiano compareció ante la Comisión de Derechos Humanos nacional para prestar declaración por los supuestos abusos que estarían cometiendo contra los menores en los centros de reclusión.
El ministro de Inmigración, Scott Morrison, sostuvo ante la Comisión, entidad que realiza una investigación en la materia, que las políticas oficiales están ayudando a prevenir la muerte de cientos de solicitantes de asilo que arriesgan sus vidas en frágiles embarcaciones.
A principios de semana, el ministro dijo que espera la liberación de unos 150 niños menores de 10 años que se encuentran en los centros de detención de la parte continental.
Sin embargo, los menores ubicados en las instalaciones situadas en la Isla de Navidad y Nauru, que llegaron después de 19 de julio 2013, fueron excluidos del beneficio bajo la dura política de inmigración que impuso Australia.
El 19 de julio del año pasado, el anterior gobierno (laborista) introdujo una nueva normativa por la que los ocupantes de todas las pateras que intentaban llegar a Australia eran trasladados a instalaciones en islas.
Morrison ha defendido la exclusión de quienes han llegado en el último año a Australia, toda vez que considera que la liberación de inmigrantes recién llegados alentaría nuevas pateras y fomentaría las mafias, reportó el canal de noticias ABC News.
“Este gobierno no renunciará a políticas de protección de fronteras que están salvando vidas en el mar”, añadió el ministro.
Organizaciones de Derechos Humanos han denunciado las consecuencias que puede tener para los menores, en su salud mental y física, la prolongada reclusión, en particular, porque los campamentos parecen prisiones.
Los datos mensuales muestran que el promedio de tiempo en el cual los niños permanecen detenidos en los campamentos se había triplicado a 349 días desde que el actual gobierno conservador llegó al poder en septiembre.
Morrison culpó a la oposición del Partido Laborista y los Verdes de los retrasos en la tramitación de las solicitudes de refugio para la duración de la detención.
