Luis Alberto Spinetta, un poeta desde la tierra al cielo, tiene su propio sello postal

22/09/2014 - 12:01 am
Luis Alberto Spinetta (Foto: EFE)
Luis Alberto Spinetta (Foto: EFE)

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- Tal vez para “los niños que escriben en el cielo”, tal como tituló su segundo disco con la agrupación Spinetta Jade, “El Flaco” Luis Alberto Spinetta (1950-2012), uno de los padres del rock argentino y figura destacada de la cultura de dicho país sudamericano, tendrá a partir de hoy su propio sello postal.

Se trata de una iniciativa del programa de radio Rebeldes, Soñadores y Fugitivos (conducido por el periodista Eduardo Fabregat). titulada “Una estampilla para Luis” y que llegó a oídos del Correo Argentino que concretó la ilusión.

El sello postal de Luis Alberto Spinetta se agrega a la serie Rock Argentino iniciada en 2006 (Luca Prodan, Miguel Abuelo, Tanguito y Pappo) y busca destacar “una obra artística de enorme belleza, con una riqueza estilística que lo convirtió en referente ineludible del rock argentino.

Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade, los Socios del Desierto, el mismo apellido Spinetta fue, en todos estos años, una contraseña para varias generaciones que acompañaron su viaje.

Su fallecimiento, en febrero de 2012, fue un golpe difícil de asimilar; pero su arte perdura y continúa, haciendo de él una figura central no sólo de la música, sino de la cultura argentina”, según reza el boletín de prensa del Correo Argentino.

LUIS ALBERTO SPINETTA, EL POETA DEL ROCK

Luis Alberto Spinetta cometió el mayor de los pecados: fue feliz observando y ejecutando la música de las esferas en un mundo que estallaba a su alrededor.

Fue en ese sentido alguien que fue y vino muchas veces, tal como reza el famoso dicho argentino para describir a alguien “Que se las sabe todas”.

“Ese ya fue y vino muchas veces”, suele decirse de alguien con experiencia, con sabiduría.

Spinetta. Foto: archivo
Spinetta. Foto: archivo

Él llegó a la tierra cuando la nieve ardía y no es metafórico. Su mayor legado consiste precisamente en haber puesto la poesía en la trinchera de combate en los ’70 y ’80, cuando la dictadura argentina y la posterior Guerra de Malvinas por ella provocada,  diezmaba a los jóvenes de la época mediante la tortura, los fusilamientos, las desapariciones y el envío a la guerra sin armamento ni vestimenta adecuados.

Podríamos describir al “Flaco” con una frase de su colega y amigo Charly García, quien entendió primero que todos que “cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada”.

Así en esos tiempos de la sangre, de la represión, de la falta de libertad, si Charly nos enseñó que los dinosaurios podían desaparecer, Spinetta nos guió en el camino para “no buscarnos más en el umbral”, una voluntad artística que no le restó crítica por parte de aquellos que lo consideraron demasiado hermético, elitista o incomprensible.

Con el tiempo y buceando con profundidad en su obra, nos daremos cuenta de que no fue ni tan hermético ni mucho menos un artista despreocupado de su realidad circundante.

Su gran compromiso con su tiempo consistió en colocar gafas poéticas para soportar mejor la trágica experiencia de la vida que proponía el poder en la convulsionada Argentina de los ’70, ’80 e incluso ’90. La revolución del Flaco fue poética y por lo mismo salvadora, esperanzadora.

Es lo que él mismo definió como “poética con una política”. Ser mejores, ir al fondo del ser, también tiene una resonancia trascendente en el afuera. Hoy esto es algo que puede sonar a cliché, en los tiempos de Spinetta sonaba a revolucionario.

Una de las cosas interesantes en torno a la obra poética Luis Alberto Spinetta es que las transformaciones que experimentó su ars poética no fueron cronológicas.

No se trata de mirar el mundo de acuerdo a la edad, con el acta de nacimiento en la mano, sino de observarlo y aprehenderlo con los ojos del espíritu, sin tiempo, en el espacio. Por eso a menudo se habla de él como alguien eternamente joven.

Se trata de un creador que siempre tocaba para un futuro, para un tiempo nuevo. El que acuñó aquello que hoy es ley en su obra: “Aunque me esfuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor”.

Sus canciones siempre hablan del mañana y probablemente sea esta, la palabra mañana, una de las que más aparece en su trabajo.

El sello postal que verá la luz hoy y que será presentado oficialmente el 7 de octubre próximo es una de las muestras de afecto popular que se reproducen con constancia, certificando una verdad regocijante en medio de la tristeza todavía muy fresca nacida el fatídico día de febrero que falleció a causa del cáncer de pulmón.

El artista “hermético” se fue de este mundo gozando de un estatus popular que crece día a día en forma póstuma.

UN DISCO TRIPLE PARA EL FLACO

Así, mañana, martes, estará disponible en todas las tiendas de Argentina el disco triple Raíz Spinetta, un trabajo que reúne a 60 músicos que recrean parte de su vasto repertorio en clave folclórica, ideado por el músico y arreglador entrerriano Néstor Díaz.

Los beneficios económicos serán donados a la Fundación Huésped, que se dedica a investigar sore el SIDA y a asistir a personas que padecen dicha enfermedad.

León Gieco, Liliana Herrero, Juan Carlos Baglietto, Teresa Parodi, Sandra Mihanovich, Suna Rocha, Rodolfo Mederos, Bruno Arias, Lito Vitale y Juan Quintero, entre muchos otros; además de la española Olga Román y los que en distintas épocas trabajaron junto a Luis Alberto Spinetta, como Machi Rufino, Juan Del Barrio, Leo Sujatovich, Grace Cosceri, Marcelo Torres y Rodolfo García, participan del proyecto.

Editado por Alfiz Discos, los 53 temas fueron grabados especialmente para el álbum triple en 22 estudios de Buenos Aires, entre marzo de 2013 y julio de 2014.

UN LIBRO SEÑERO

Mientras tanto, se ha reeditado el libro del escritor argentino Eduardo Berti, radicado en Francia y totalmente dedicado a la literatura luego de haber protagonizado durante su juventud una exitosa carrera como periodista de música.

Se trata de Spinetta, Crónicas e Iluminaciones, un libro que nació de las charlas que tuvo con el músico entre septiembre y noviembre de 1988, en lo que Berti calificó de “suerte de cacería”

“ Spinetta, no hay que olvidarlo, de tan flaco parece intangible, y ha declarado más de una vez que bajo el escenario ‘quisiera ser el hombre invisible’”, escribió Eduardo, nacido en 1964 en Buenos Aires y autor de la colección de cuentos Lo inolvidable (Páginas de Espuma) y la novela El país imaginado (Emecé).

Foto: Especial
Foto: Especial

“Durante casi 15 años el libro estuvo agotado. Muchos admiradores de Spinetta pedían que se reeditase. La editorial Planeta se acercó con la propuesta cuando Luis aún vivía. No llegué a hablarlo con él, pero lo hablamos más tarde con su familia. Nos pareció que era un buen homenaje, sobre todo porque esta reedición permitía agregar cosas como, por ejemplo, fotos impresas con la mejor calidad”, contó Berti al programa televisivo La Viola.

“Vimos estos y otros detalles, codo a codo, con Catarina, la hija mayor de Luis, quien hizo en este caso de vocera de toda la familia. Añadimos un prólogo donde yo explico la génesis y el contexto del libro, un capítulo dedicado a Pelusón of milk y un texto escrito por el propio Spinetta (un texto que habla de la poesía y la locura), además de actualizar la discografía”, agregó.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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