EL PAPA EN MÉXICO: LA VISITA DE LA DESILUSIÓN

23/03/2012 - 12:00 am


Cuando el Papa Benedicto XVI llegue hoy a México se llevará una gran desilusión: la reforma del artículo 24 constitucional “va a ser una decepción importante para el Papa, porque lo que se logró fue mucho menor de lo que se esperaba”, asevera el especialista en la Iglesia católica Rodolfo Soriano Núñez.

Para el doctor en Sociología por la Universidad de Fordham, en Nueva York, tanto la jerarquía católica como los panistas fracasaron en su intento por reformar la Constitución en materia de libertad religiosa.

–El Papa, ¿qué esperaba? ¿Qué hubiera sido lo ideal para él?
–No es un asunto nada más del Papa. Tendría que ser un asunto de, por una parte, todos los católicos y, por otra, de las distintas confesiones, tanto cristianas como no cristianas que existen en México. Desafortunadamente se optó por una estrategia de negociación “elitaria”; es decir, en la que se privilegió la relación de la Conferencia del Episcopado y de la Nunciatura Apostólica con las élites políticas mexicanas. Como resultado de ello el asunto fracasó. A final de cuentas lo que se logra es algo muy menor.

Soriano Núñez afirma que “lo que originalmente se quería, lo que originalmente se discutió con esta reforma, era simple y sencillamente reconocer el derecho de la gente a creer o a no creer, para decirlo de manera muy sencilla, muy mexicana, en lo que se nos pegue la gana”.

Sin embargo, sostiene que lo anterior no se logró debido a una izquierda “paranoica” y a que la reforma quedó como rehén de los grupos que dominan al Partido Revolucionario Institucional (PRI), particularmente el de Enrique Peña Nieto, que controla la Cámara de Diputados, y el de Manlio Fabio Beltrones, con gran poder en el Senado de la República.

“Hay una cierta izquierda en México muy paranoica que añora el antiguo Artículo 130 de la Constitución y decirle a la gente en qué puede creer y en qué no puede creer o, peor aún, en qué debe creer y en qué no debe creer. Además, por el mismo carácter “elitario” de la negociación la reforma del 24 se convirtió en rehén de la disputa entre los señores Peña Nieto y Beltrones, quien “como no quería de ninguna manera mostrar que él se iba a subordinar a los intereses o a las preferencias del señor Peña Nieto en estos temas) se ha dedicado a sabotear tanto como le ha sido posible esta reforma”, asegura.

Afirma que, de salir, la reforma no será más que un fardo: “pero ése es el país que tenemos y a eso contribuye también el hecho de que la propia Iglesia haya optado por una negociación elitaria”.

El 14 de marzo las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado aprobaron reformas a los artículos 24 y 40 constitucionales. El Artículo 40 quedó redactado así: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior”.

La discusión del Artículo 24 fue la más polémica. En ella se escucharon gritos de “¡Vendepatrias, es el regalito que le van a dar al Papa!”. Por ocho votos a favor y cuatro en contra se avaló la reforma aprobada ya en la Cámara de Diputados el pasado 15 de diciembre, la cual modifica el primer párrafo de dicho artículo para establecer que “Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”.

Beltrones, coordinador de la bancada del PRI en el Senado, pidió ese mismo día no apresurar la discusión en el pleno: “Es un asunto tan importante que, habiendo posiciones distintas en las comisiones unidas, aseguran que las mismas estarán en el pleno, y que vale la pena el que se suscriba un acuerdo político, con el tiempo necesario y suficiente, sin prisas, para que la discusión sea de la altura como la que hoy se vivió en comisiones”. Finalmente no hubo consenso suficiente, ni siquiera en el interior del Partido Acción Nacional (PAN), para poder aprobar la reforma antes de la visita papal.

 

MALAS RELACIONES

Para Soriano Núñez las relaciones entre el PAN y la jerarquía católica no son buenas en vísperas de la llegada de Benedicto XVI. Por ello discrepa de quienes afirman que el Papa viene a México para apoyar al PAN en el contexto de las próximas elecciones presidenciales.

“No creo ni siquiera que las relaciones entre el PAN y la Iglesia sean tan tersas en este momento, y basta ver lo que ocurrió con la reforma del Artículo 24: el PAN a pesar de tener mayoría en el Senado no demuestra absolutamente ningún interés en promover una discusión más sana de esta reforma; ha dejado que sean las disputas entre los grupos de poder del PRI, señaladamente entre Peña Nieto y Beltrones, las que determinen el futuro de esta reforma. Entonces no veo a quién podría beneficiar”, insiste.

–¿No es mucha casualidad que el Papa venga justo antes de que se inicien las campañas presidenciales?
–Eso no es algo que le competa al Papa. El Papa ha sido muy cuidadoso en ese sentido, lo mismo que la propia Conferencia del Episcopado Mexicano, en cuanto a cuáles son las fechas, incluso cuáles son los lugares que él va a visitar. Si verdaderamente se quisiera hacer una demostración de fuerza, que además no sé a favor de quién sería, ¿por qué se va a un lugar más bien marginal? ¿Por qué no viene a la Ciudad de México, por qué no le organizan una misa en la Plaza Mariana, o lo llevan a Guadalajara o a Monterrey?

SEPULCROS BLANQUEADOS Y RAZA DE VÍBORAS

El 23 de junio de 2011, durante un encuentro con organizaciones civiles, el presidente Felipe Calderón respondió así una pregunta al poeta y activista Javier Sicilia: “Me pregunta usted como persona, como padre de familia, como hermano, como hijo. Por supuesto que yo coincido en muchas cosas con usted. Y si me pregunta, además, acerca de las cosas en las que creo, de que ahora ciertos personajes se nos ponen como modelo de santidad por los obispos. A mí lo único que me evoca es una frase, don Javier, la que dice ‘sepulcros blanqueados y raza de víboras’”.

El Presidente de México se refería al arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, y a los obispos José Isidro Guerrero, de Mexicali, y Onésimo Cepeda, de Ecatepec, quienes en días previos habían defendido a Jorge Hank Rhon, ex alcalde de Tijuana, tras su detención por el delito de acopio de armas, mismo que no fue suficiente para mantenerlo en prisión y quedó en libertad.

El que Calderón calificara de “sepulcros blanqueados” a jerarcas católicos, argumenta Soriano Núñez, es una prueba del distanciamiento que existe entre el PAN y la Iglesia católica.

–La visita del Papa no llega en el mejor momento de las relaciones entre el PAN y la Iglesia…
–Las relaciones están muy lastimadas, y están muy lastimadas entre otras razones porque hay un sector del PAN que considera que la Iglesia no los apoyó lo suficiente, no sé por qué los tendría que haber apoyado, pero hay un sector del PAN que se siente defraudado por la actuación de la Iglesia, a lo cual no habría porqué ponerle mayor atención. La Iglesia en todo caso podrá aplaudir o podrá censurar algunas cosas, pero no es el factor determinante de que las cosas funcionen o no funcionen en este país.

 

CUBA, PRINCIPAL INTERÉS DEL PAPA

Autor de En el nombre de Dios: religión y democracia en México (Imdosoc/Instituto Mora, 1999) y Religión y democracia en América Latina (Imdosoc, 2009), Soriano Núñez considera que es Cuba y no México el principal motivo de la próxima visita de Benedicto XVI a América Latina.

“En este caso concreto hay una preocupación más o menos entendible por lo que está ocurriendo en Cuba, que en realidad es el motivo principal de la visita. La situación en Cuba plantea una posición muy complicada para la Iglesia. Por una parte el régimen cubano ha soltado las amarras de los mecanismos de control que tuvo o que ejerció durante algún tiempo, entre otras razones porque tiene muy clara la capacidad que ha tenido la Iglesia para, por ejemplo, promover una serie de programas de desarrollo en la isla. Eso ha sido muy importante, pero obviamente le ha terminado por generar problemas como el que tuvo en la basílica de La Habana, de reclamos en términos de derechos humanos”, dice.

El pasado 13 de marzo, 13 personas, opositoras al régimen presidido por Raúl Castro, tomaron la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad, ubicada en La Habana, para pedir que el Papa dialogara con ellas durante su visita a la isla. Fueron desalojadas días después por la policía cubana.

Orlando Márquez, vocero del arzobispado de La Habana, mediante un comunicado manifestó que “Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas. Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu festivo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba”.

El Papa llegará hoy al aeropuerto internacional de Guanajuato, localizado en Silao; el lunes, a las 9:30 horas, partirá hacia Cuba, en donde permanecerá tres días.

“El principal objetivo es desde un primer momento Cuba, además por la misma experiencia de Benedicto XVI estaba muy preocupado por el tema de los efectos que han tenido más de 50 años de gobierno marxista, oficialmente ateo, abiertamente antirreligioso en algún momento. Todo eso ha cambiado muy lentamente en la isla en los últimos años. Había también el interés de los obispos mexicanos de que de alguna manera aprovechando el tiro, aprovechando el viaje, pasara por México”, afirma Soriano Núñez.

El especialista considera que el Papa tiene cierto interés por visitar México luego de “la crisis generada por los malos manejos, por el desorden tan lamentable que se permitió que ocurriera en la orden de los Legionarios de Cristo.

“El Papa prácticamente desde los primeros días de su gestión como pontífice dejó ver que no iba a tomar la misma actitud que había tomado su predecesor [Juan Pablo II] respecto de los Legionarios de Cristo”.

Añade: “Obviamente desde una lógica de derecho penal eso no logra nada, pero también lo que tendrían que reconocer quienes critican eso es que la Iglesia como tal no va a ser la responsable de ejercer acciones de derecho penal, lo que le corresponde en su ámbito es tomar este tipo de determinaciones de acallar a quien obviamente está incurriendo en una contradicción brutal, que era el caso del señor Maciel en su momento”.

 

¿DESDÉN?

Soriano Núñez destaca también la importancia sociodemográfica como otra razón para que Benedicto XVI decidiera visitar  el país: “México, como quiera que sea, con todos los peros que se le quieran poner, es una de las naciones más importantes para el futuro de la Iglesia católica”.

De acuerdo con el Centro de Investigación Pew (Pew Research  Center’s  Forum on Religion & Public Life, Global Christianity, diciembre de 2011) 10 países concentran el 55.5% de los católicos de todo el mundo: Brasil, México, Filipinas, Estados Unidos, Italia, Colombia, Francia, Polonia, España y el Congo.

Brasil representa el 12.2% de la población católica mundial, seguido de México con 8.8%, Filipinas con 6.9% y Estados Unidos con 6.8 por ciento. En América Latina vive el 47.5% de la población católica mundial, en tanto que en Europa lo hace el 23.9 por ciento.

Según el Anuario Pontificio 2012, elaborado por la Oficina Central de Estadística de la Iglesia y presentado al Papa el 10 de marzo, existen en el mundo mil 196 millones de católicos, lo que equivale al 17.5 por ciento de la población mundial.

-¿No hay una especie de desdén de Benedicto XVI hacia América Latina?
– Hay que tener claro que el perfil de Papa itinerante que tuvo Juan Pablo II va a ser muy difícil que se repita en la historia, por lo menos en lo que hace al pontificado de Benedicto XVI. A lo mejor nos quedamos acostumbrados a un Papa que estaba muy habituado o que tenía una cierta sed de estar en contacto con las personas de distintas partes del mundo.

Joseph Ratzinger se convirtió en cabeza de la Iglesia el 19 de abril de 2005. Desde entonces ha realizado 22 viajes fuera de Italia. Al continente americano sólo ha viajado dos veces: estuvo en Brasil en mayo de 2007 y en Estados Unidos en abril de 2008.

En contraste, el primer viaje de Juan Pablo II fue a América Latina: entre el 25 de enero y el 1 de febrero de 1979 visitó República Dominicana, México y Bahamas. En sus primeros siete años como pontífice, mismos que está próximo a cumplir Benedicto XVI, Juan Pablo II viajó siete veces a América Latina y dos a América del Norte: además de México en 1979, visitó Brasil en junio de 1980; Argentina en junio de 1982; Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Guatemala, Honduras, Belice y Haití entre el 2 y el 9 de marzo de 1983; Santo Domingo y Puerto Rico en octubre de 1984; Venezuela, Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago en enero de 1985, y Colombia en julio de 1986, así como Estados Unidos en octubre de 1979 y Canadá en septiembre de 1984.

“Benedicto XVI es un hombre mucho más reflexivo, es fundamentalmente un académico. Hay quienes dicen que dedica ocho horas a dormir, ocho horas a ser Benedicto XVI y las otras ocho horas del día se las dedica a volver a ser el profesor Ratzinger, porque ésa es verdaderamente su motivación, ése es verdaderamente su interés, su preocupación. No es un hombre que le apueste demasiado a los viajes como estrategia de desarrollo de su pontificado”, expone Soriano Núñez.

“No creo que sea tanto un problema de desdén como de que él no está tan motivado o no cree que el trabajo fundamental del Papa sea el estar viajando por todas partes del mundo como lo hacía en su momento Juan Pablo II”, agrega.

La importancia de América Latina tampoco se ve reflejada en la composición del Colegio Cardenalicio, se le cuestiona al especialista.

“En cuanto a la integración del Colegio Cardenalicio se refleja de alguna manera la concepción que ambos tienen, Juan Pablo II y Benedicto XVI, de lo que este órgano de la Iglesia tendría que ser o las funciones que tendría que cumplir. Efectivamente, con Juan Pablo II se dio una tendencia a incorporar al Colegio Cardenalicio a un número muy importante de personas que venían de otras partes del mundo que no fuera Italia y que no fuera Europa; eso es indiscutible, están ahí los números, pero también hay que reconocer que esa tendencia obedeció a condiciones muy específicas del desarrollo del pontificado de Juan Pablo II. Por ejemplo, muchos de los nombramientos de cardenales reflejaban un cierto interés, una cierta preferencia por una cierta región, por un cierto tipo de problemas en alguna región del mundo, y en ese sentido él promovía ciertos nombramientos”, argumenta.

Los cardenales son quienes eligen al Papa y lo auxilian en sus tareas como cabeza de la Iglesia. Después del último consistorio –ceremonia en la que el Papa nombra nuevos cardenales–, celebrado el pasado 18 de febrero, su número alcanzó los 212, de los cuales 88 tienen 80 años o más, por lo que no pueden participar en la elección del próximo Papa, y 124 son cardenales electores.

Del total, Europa tiene 56% (119 cardenales, de los cuales 52 son italianos), le sigue América Latina con 15% (32 cardenales). En cuanto al número de cardenales electores, Europa tiene 67% (30 de ellos italianos), lo que representa 54% del total, mientras que América Latina le sigue con 21, esto es 16.9 por ciento.

Para Soriano Núñez son las diferentes preocupaciones que tuvo Juan Pablo II y las que tiene ahora Benedicto XVI las que explican los criterios para integrar el Colegio Cardenalicio.

“En el caso de Benedicto XVI hay una preocupación más por recuperar el control de la estructura de la Iglesia que él vio que sufrió mucho durante el pontificado de Juan Pablo II, como en el caso de los Legionarios de Cristo. Si algo quedó muy claro del pontificado de Juan Pablo II es que a pesar de que tenía ciertas ventajas en términos de la capacidad que tuvo para presentarse como un Papa itinerante, también tuvo puntos débiles, y uno de ellos fue precisamente la incapacidad que la Iglesia tuvo para controlar, por ejemplo, problemas de corrupción o los escándalos de abuso sexual”, apunta.

Considera que Benedicto XVI intenta “ser más cuidadoso en cuanto a quiénes se convierten en cardenales, quiénes van a ejercer el poder”.

Añade: “Está recurriendo más que a un criterio geográfico a un criterio del perfil de los candidatos o de las personas que él promueve a la condición de cardenales”.

 

EL PAPA NO HABLARÁ DE PEDERASTIA

El pasado martes 13 de marzo, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, adelantó que el Papa no abordaría el tema de la pederastia durante su visita. “No está en la agenda. Él va a hablar a los niños, eso dice todo en el sentido de que la postura del Papa hacia el problema que conocemos del maltrato a los niños ya es muy claro, lo ha dicho. El Papa quiere empezar su misión hablando a los niños”.

Lo anterior tiene cierta lógica para Soriano Núñez: “Públicamente no lo va a tocar. Como pastor de una Iglesia, como líder de una Iglesia, no te interesa destruirla. Más allá de lo que pueda decir públicamente acerca de los Legionarios de Cristo y todas las obras de alguna manera vinculadas con esta orden, es obvio que es uno de los problemas más graves de la Iglesia en México en la actualidad, y eso es algo que no está resuelto del todo”.

Enfatiza: “Obviamente no va a venir a hacer escarnio de ellos, tampoco es la lógica a partir de la cual él tiene que actuar, pero de que es el problema más grave de la Iglesia católica en México en este momento no tengo la menor duda”.

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