Río de Janeiro, 23 abr (EFE).- El vicepresidente, Michel Temer, representará al Gobierno brasileño en la misa de acción de gracias que el papa Francisco celebrará el jueves en Roma para canonizar al jesuita español José de Anchieta (1534-1597), fundador de Sao Paulo y conocido como “el apóstol de Brasil”, se informó hoy.
Temer tenía previsto embarcar este miércoles con destino a Italia por petición de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y encabezará la delegación de su país que asistirá a la misa que el pontífice realizará en la noche del jueves en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en Roma, según fuentes oficiales.
En la ceremonia son esperadas grandes delegaciones de religiosos de Brasil, en donde José de Anchieta vivió la mayor parte de su vida, y de España, su país de origen, especialmente de las Islas Canarias, en donde nació.
La delegación enviada por la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (episcopado brasileño) permanecerá en el Vaticano hasta el domingo para participar en las ceremonias de canonización de los papas Juan XXII y Juan Pablo II.
El vicepresidente brasileño regresará al país el viernes y el Gobierno hasta ahora no ha anunciado quién representará a la presidenta Dilma Rousseff en los actos del domingo en el Vaticano.
El papa Francisco declaró santo el pasado 3 de abril a José de Anchieta, conocido por su labor humanitaria y evangelizadora en Brasil, país al que llegó en 1553 y en el que murió en 1597.
Su beatificación se había producido el 22 de junio de 1980 por el papa Juan Pablo II.
Anchieta ingresó en los jesuitas en 1550 y tres años más tarde, una vez concluida la etapa del noviciado, fue destinado a las misiones en Brasil, adonde llegó el 13 de julio de 1553, en plena colonización del continente, al por entonces principal puerto brasileño, Salvador de Bahía.
La llegada del tinerfeño a Bahía supuso el comienzo de una misión de 44 años, en la que, entre otras cosas, fundaría la ciudad de Sao Paulo y que le granjearía una fama en relación con la protección de los nativos.
Desde su llegada a Brasil se destacó como defensor de los derechos de los aborígenes y mestizos por sus llamamientos contra la persecución de los indios y el mercado de esclavos.
El jesuita canario fue el autor de la primera gramática de la lengua tupí.
