Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).- “La leyenda sostiene que, desde épocas prehispánicas, los habitantes de Tenancingo, en el estado de Tlaxcala, se han dedicado -como otros pueblos a la cerámica o a la alfarería- a una profesión singular: la prostitución.
Más allá de que esta versión sea cierta o producto de una invención malsana, no hay dudas de que a lo largo del siglo XX ha existido allí una tradición criminal que se prolonga hasta nuestros días. Muchos padres del lugar educan a sus hijas para ser prostitutas y a sus hermanos para traficar con ellas.
En 2001, fue descubierta la red de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez, quienes llevaban años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a prostituirse en Tijuana y en los “campos del amor” cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, California”.
Con estas palabras, el escritor mexicano Jorge Volpi hace referencia en su blog personal a su nueva obra Las elegidas, que verá la luz en agosto por medio de la editorial Alfaguara y que ha servido de inspiración para la película homónima, recientemente seleccionada en el certamen Una cierta mirada del próximo Festival Internacional de Cine de Cannes.
Para el autor de En busca de Klingsor, enterarse de la historia de Tlaxcala fue el primer paso hacia una obsesión que comenzó a cobrar forma de guión.
“A Pablo Cruz y Diego Luna, de Canana, la historia les entusiasmó y de inmediato eligieron a David Pablos para dirigirla. Durante meses David y yo trabajamos en el guión, hasta que en cierto momento nuestras agendas lo volvieron imposible. A partir de entonces, la historia original de Las elegidas -titulada así desde el inicio- siguió tres caminos paralelos”, cuenta Volpi.
“Mientras David retomaba algunos de los personajes de la excéntrica familia de traficantes de mujeres dibujada en la historia original -en especial los más jóvenes-, y les daba nueva vida en un guión escrito por él, yo la conducía hacia otros dos proyectos. En primer lugar, tomé las voces de cuatro de las protagonistas -dos víctimas, una de las jefas de la banda y una policía mexicano-americana- para escribir el libreto de la ópera Cuatro Corridos, comisionada por Susan Narucki y el departamento de Música de la Universidad de San Diego”, agrega refiriéndose a la obra musical que se estrenará el 16 de mayo próximo en el CENART.
“Las historias que se cuentan en la película, la ópera y la novela han de servirnos para ver y oír justo aquello que obviamos o silenciamos”, afirma el escritor y director a la vez del Festival Cervantino.
Jorge Volpi (México, 1968) es autor de las novelas La paz de los sepulcros, El temperamento melancólico, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y Memorial del engaño; de la “Trilogía del Siglo XX” formada por la mencionada En busca de Klingsor (Premio Biblioteca Breve y Deux-Océans-Grinzane Cavour), El fin de la locura y No será la Tierra, y de las novelas breves reunidas bajo el título de Días de ira. Tres narraciones en tierra de nadie. También ha escrito los ensayos La imaginación y el poder. Una historia intelectual de 1968, La guerra y las palabras. Una historia intelectual de 1994 y Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción.
Con Mentiras contagiosas obtuvo el Premio Mazatlán de Literatura al mejor libro del año en 2008. En 2009 le fueron concedidos el II Premio de Ensayo Debate-Casamérica por su libro El insomnio de Bolívar.
Ha sido becario de la Fundación J. S. Guggenheim, fue nombrado Caballero de la Orden de Artes y Letras de Francia y en 2011 recibió la Orden de Isabel la Católica en grado de Cruz Oficial. Sus libros han sido traducidos a más de 25 idiomas.
LA PELÍCULA
Las elegidas es ya película. Protagonizada por Diego Luna y dirigida por David Pablos, es el único filme latinoamericano en la sección Una cierta mirada de Cannes, que se realizará del 13 al 24 de mayo y en donde otro mexicano ilustre, el cineasta Guillermo del Toro formará parte del jurado, presidido esta vez por los hermanos Joel Coen y Ethan Coen.
“Las elegidas es una película con mucho corazón y con una libertad creativa importante. Confío mucho en ella y puedo afirmar que es la cinta donde hice las cosas que quería hacer. Es una película viva”, afirmó Pablos, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, donde se tituló con la película La canción de los niños muertos, ganadora de más de 10 premios internacionales y seleccionada en reconocidos festivales internacionales como Cannes, San Sebastián, Edimburgo, principalmente.
“Lo que me motivó a realizar esta película es la relación de amor de dos chicos –Ulises y Sofía-, la complicidad que puede existir en alguien que ha sido educado o entrenado para ser de alguna manera prepotente”, agrega el joven, quien por otro lado se muestra feliz por haber rodado el filme en Tijuana, donde transcurrió su infancia.
“Me da gusto que ahora en el ámbito del cine Tijuana dé mucho de qué hablar, hay grandes compañeros y amigos cineastas que están realizando un gran trabajo”, afirmó.
“Creo que es una ciudad bastante peculiar donde converge gente de todas partes de la República y del mundo, y eso le da a Tijuana una vida única, sobre todo a la hora de filmar esta película y ahora entiendo muchas cosas de por qué hago lo que hago y por qué me gusta: todo está relacionado con el lugar en que crecí”, agregó el ganador del Ariel por mejor cortometraje en 2010 y quien recibió el apoyo del Imcine por La vida después.
En 2014 David Pablos recibió reconocimiento por Las tinieblas, guión de largometraje que escribió con el cineasta Daniel Castro; en 2013, su guión den cortometraje Skin fue seleccionado en el festival de cine de Sundance, en competencia oficial.
