Luz Celeiro es una campeona de natación, de albercas olímpicas, pero en su edad madura ha decidido meterse en las aguas abiertas. No tiene miedo al frío y a veces le molesta el traje de neopreno. Debutó en el lago Nahuel Huapi, con un tiempo devastador para alguien que se estrenara en la competencia y ahora planea cruzar el Canal de Beagle.
Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).- A Luz Celeiro (57 años, argentina) le dicen “La mujer del lago”. Como pocas, aguanta las aguas abiertas sin usar traje de neopreno (‘me molesta’, suele decir) y ahora planea cruzar el Canal de Beagle, que une a Chile y a Argentina, en pleno invierno, con su cuerpo y su cabeza, “que es lo más importante”, dice la atleta.
El año pasado, fue Camilo López de 49 años, quien tardó 37 minutos en cruzar a nado el canal, sin protección térmica, pero esta vez será en invierno y por una mujer.
“Nunca había nadado en aguas abiertas, hace ocho años atrás, cuando me vine a vivir al Bolsón, comencé a nadar en el lago Nahuel Huapi, sin traje de neopreno y de un modo recreativo”, dice Luz a SinEmbargo.
“En un momento nos juntamos con compañeros del equipo de natación. Ellos vivían en Bariloche y nos propusimos nadar en el lago, me enteré que había una competencia, quedamos para entrenar…yo me compro un traje de neopreno y al otro año voy a la competencia. Mis compañeros nunca entrenaron”, cuenta.
La competencia del Nahuel Huapi es muy larga, de 10 kilómetros, el agua es muy fría y Luz tardó 2 horas 32 minutos, siendo la única representante del Bolsón en la disputa.
“Fue un debut muy exagerado, porque uno en general no debuta con carreras tan largas, pero bueno, soy corredora de largas distancias y mi cabeza me permitió hacerlo”, afirma.
“Las largas distancias, como la natación en aguas abiertas, es muy importante la cabeza, tanto más que el cuerpo. Entrenar entrenan todos, porque para terminar esas competencias, hay que ser muy fuerte mentalmente”, añade.
LA ENSEÑANZA DE LOS DEPORTES AMATEUR
Los deportes amateur, ni hablar de las aguas abiertas, tienen muy poca promoción y a una edad un tanto madura, mucho menos. No es como en Europa, donde los atletas siguen su carrera en divisiones de acuerdo a su nacimiento y pueden competir hasta los 80 años.
“Me gusta cómo se pega el agua en mi cuerpo y creo que para hacer actividad física siempre hay tiempo. Nunca me cuestiono cuál es mi edad para correr 42 kilómetros o para nadar en aguas abiertas. No veo películas si es que hay que hacer tiempo para entrenar, cada uno decide cómo va a usar su tiempo”, dice Celeiro, quien además es profesora de natación.
“En otros países hay competencias importantes en aguas abiertas, pero acá en Argentina hace muy poco tiempo que empezó y por lo tanto hay poca información. En diciembre me metí a nadar en el Canal Beagle, el primer día estuve 15 minutos. Las sensaciones son tremendas, uno no está acostumbrado a vivir tantas experiencias en tan poco tiempo, hay cosas raras, se te congelan las cuerdas vocales…en un momento intenté contestarle a mi compañero y no pude hablar”, cuenta Luz.
“Uno de los días nevó, eso que era diciembre, pero nadé 25 minutos. Por eso siempre es importante ir acompañado, tratar de ir con alguien que te conoce, es fundamental que la persona tenga claras esas cosas, cuándo cambias de color por ejemplo”, admite.
Ahora Luz planea cruzar el Canal Beagle, en una travesía de invierno, sin protección térmica, apoyada por los nadadores de aguas abiertas (organizadas por NAF Argentina), pidiendo permiso a la Prefectura de la zona y tratando de marcar su propio récord.
“Vamos a salir varios, entre ellos Camilo López y una chica Azul, que se llama como mi hija, que saldremos a nadar ese día. Nunca nadé debajo de cinco grados, voy a cruzar entre el 1 y el 6 de julio –cuando la Prefectura me diga-“, afirma.
Volver a nadar en aguas abiertas la volvió a su primer amor, que es la natación. Hace yoga y meditación con Germán Garro, “para lograr mayor elasticidad con el cuerpo y propiciar la fortaleza mental”. Ahora espera poder subir cinco kilos que es lo que le pide el entrenador (Hugo Pellegrino) para poder hacer su travesía. Dice que las aguas abiertas son buenas para el corazón y que a pesar de que es abuela su vida siempre estará marcada por cómo completar una maratón, “algo que si puedo haré hasta los 95 años”. Para comunicarse con Luz, escribir a [email protected]
