La historia de la humanidad está sustentada en grandes logros científicos y sociales que no siempre han sido logrados a través de los medios más humanos. Las guerras, la desigualdad y los subsecuentes problemas que se desprenden de ellos son algunas de las dificultades que la humanidad ha pasado en distintas épocas desde las primeras civilizaciones.
Ya sea por creencias religiosas o por mera demostración de poder la esclavitud ha estado presente desde el momento en que los distintos pueblos del mundo han convivido entre sí. Los roces y conflictos, así como el afán de dominación de muchos contribuyo a crear una barrera que permitiera distinguir facilmente las diferencias de estatus en las sociedades.
La esclavitud ha sido entonces, a través de lo siglos una herramienta bastante socorrida para crear civilizaciones enteras, sobre todo en épocas y lugares en los que los sistemas de gobierno monárquicos ejercieron su influencia. Sin embargo, incluso en la época actual, sigue habiendo indicios de esclavitud; ya no se habla de constructores de pirámides o gladiadores romanos. Los esclavos modernos pueden ser más comunes que lo que el término pudiera sugerir.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la finalidad que persigue el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición es resaltar la gravedad del comercio de esclavos en la memoria de todos los pueblos.
UNA HISTORIA REBELDE
En el transcurso del 22 al 23 de agosto de 1791, se produjo en Santo Domingo actualmente Haití y la República Dominicana el comienzo de una sublevación que sería de decisiva importancia para la abolición del comercio transátlantico de esclavos.
Para que esta tragedia no sea olvidada, la UNESCO creó en 1994 en Ouidah (Benín), el proyecto La Ruta del Esclavo: Resistencia, Libertad, Patrimonio, que tiene por objetivo responder a la obligación histórica y moral de afrontar y tratar este doloroso episodio de la historia del ser humano abarcando todas sus ramificaciones y de manera metódica y consensuada. Así, cada 23 de agosto se rinde homenaje a las mujeres y hombres que lucharon contra esta opresión. De este modo, la UNESCO busca fomentar la reflexión y el debate sobre esta tragedia que marcó el mundo hasta nuestros días.
Las primeras conmemoraciones del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición tuvieron lugar en varios países, en particular el 23 de agosto de 1998 en Haití y el 23 de agosto de 1999 en Gorée, Senegal. También se organizaron actos culturales y debates sobre la trata negrera. En 2001, el Museo del Tejido de Mulhouse (Francia) se asoció a la conmemoración y organizó un taller presentando tejidos llamados “Indianas de Trata” utilizados como moneda de cambio para la compra de esclavos en los siglos XVII y XVIII.
ESCLAVOS DEL NUEVO SIGLO
El Director General de la UNESCO invita a los Ministros de Cultura de todos los Estados Miembros a organizar todos los años en esta fecha actos en los que participe toda la población del país y, en particular, los jóvenes, los educadores, los artistas y los intelectuales.
Sin embargo, en la actualidad, uno de los problemas más arraigados es el comercio de personas para distintos fines, en los que los derechos humanos de los afectados son pasados por alto.
Las redes de prostitución y el narcotráfico entre otras, se han valido de las necesidades y la pobreza de miles de mujeres, niños y ancianos, para abusar de ellos y tratarlos como mercancía. El fenómeno tiene lugar tanto en el campo como en las ciudades, no por nada este problema ha sido catalogado como la esclavitud del Siglo XXI.
Este día es importante para recordar que la esclavitud no se trata solamente de un asunto de fuerza laboral explotada de manera indiscriminada, sino también un asunto de derechos humanos en el que la pobreza no es necesariamente el quid del conflicto. En donde exista la ignorancia y la falta de oportunidades, también habrá lugar para la esclavitud.
