Recordando los últimos días de Jorge Luis Borges a 113 años de su natalicio

23/08/2012 - 4:20 pm

Mañana se celebra el aniversario 113 del nacimiento del poeta argentino Jorge Luis Borges. Sin embargo, este 24 de agosto, los argentinos pasarán un año más sin poder visitar la tumba del genio de la literatura universal pues sus restos descansan, para muchos “sin paz”, en el cementerio de Plainpalais ubicado en el centro de la ciudad.

¿Por qué los restos de Borges permanecen en Ginebra, era su deseo ser enterrado en Suiza? La respuesta definitiva se desconoce pero algunos detalles sugieren que el autor de “La Cifra” hubiera querido descansar junto a los restos de su madre, en el panteón de “La Recoleta”, en Buenos Aires, y no exactamente en el cementerio europeo.

Sobre los últimos y misteriosos meses de la vida de Borges en Ginebra, se sabe poco, el libro del periodista argentino Juan Gasparini “La posesión póstuma” documenta hechos de aquellos días que precedieron el inevitable desenlace y revela cuestiones que muchos desconocen.

Gasparini declaró que hay “varios indicios” de que Borges deseaba ser enterrado en Argentina y en un pasaje de su libro hace referencia a un pedido expreso que el poeta hiciera a Roberto Alifano, amigo y colaborador del poeta : “Quiero que usted se haga cargo de que se cumpla mi deseo de que me lleven a “La Recoleta”, al lado de mis mayores cuando me muera”.

Por otra parte, el diario argentino “Perfil” señaló que el escritor y entrañable amigo de Borges, Adolfo Bioy Casares, en una entrevista grabada asegura que el autor de “Fervor de Buenos Aires”, le dijo “yo quisiera estar en el cementerio de acá”, en alusión a “La Recoleta”.

¿Qué sucedió entonces, por qué Borges quiso pasar sus últimos meses encerrado en un cuarto de hotel junto al Lago Leman en lugar de estar rodeado de Fany, su leal y ferviente cuidadora, sus familiares y sus entrañables e incontables amigos?.

Gasparini, periodista argentino de investigación, residente en Ginebra desde hace más de 25 años y quien tuvo la fortuna de entrevistar a Borges en 1984, explica: “Borges abandonó Buenos Aires en noviembre de 1985 casi en secreto, prácticamente moribundo, tras cambiar de testamento, médico y abogados”.

“Inició entonces un viaje que comenzó fugazmente en Italia. Luego su salud se quebrantó aún más en Ginebra, preanunciando el desenlace en esa ciudad, donde falleciera el 14 de junio de 1986”, recuerda Gasparini.

Algunos de los suyos se enteraron por los diarios del sepelio en un cementerio distinto al anunciado en sus escritos pero “en contraste aparecen poemas y escritos de Borges donde dice que quiere ser enterrado en el mausoleo familiar en Buenos Aires”.

“Borges pudo al final haber cambiado de parecer, sin embargo, de acuerdo con el periodista argentino, las cosas no son de una claridad meridiana, no se les consultó a su hermana que vivía en Buenos Aires, ni a sus sobrinos que eran sus únicos familiares sanguíneos”.

En Ginebra, a pesar del creciente deterioro de su salud y su fragilidad extrema, Borges tuvo la energía de explorar “la posibilidad de obtener un permiso de residencia para alcanzar la nacionalidad suiza, quiso comprarse una propiedad en el casco antiguo de la ciudad, y contrajo matrimonio por poder en Paraguay con María Kodama”.

Asimismo, “revisó toda su obra completa en francés para ´La Pléiade´, la reputada colección de la casa Gallimard” y cedió el control de su cuenta en Suiza por vía de la notaría de Pierre Mottu en Ginebra”.

La unión de Borges con Kodama fue matriculada el 26 de abril de 1986 en el caserio de Colonia Rojas Silva, en Paraguay, mientras la pareja permanecía en habitaciones separadas del Hotel l’Arbalète de Ginebra, narra Gasparini.

Al ser cuestionado sobre por qué Borges se casó por poder en Paraguay , Gasparini refirió que de acuerdo con documentos que incluye en su libro “ella (María Kodama) era soltera. Él se encontraba bordeando la agonía e imposibilitado de casarse nuevamente según la legislación argentina de la época, habiendo obtenido la separación de Elsa Helena Astete en 1971, pero sin la autorización de contraer segundas nupcias”.

Además, “el acta del matrimonio se registró con errores grosos porque en el espacio correspondiente al estado civil de Borges no aparece nada, si se hubiera puesto que estaba separado, no hubiera podido contraer un segundo matrimonio”, afirmó.

Incluso, agregó, “la fecha de nacimiento de Kodama es incorrecta y los sellos de la fecha exacta no coinciden, la fecha del documento es una y el sello que lo certifica tiene otra, eso lo puedes ver en el libro (“La posesión póstuma”) en donde aparece una copia”.

Para los suizos, comentó Gasparini, “el matrimonio fue válido porque ella en el certificado de defunción de Borges aparece como última cónyuge y con ese documento ella decide, como viuda, disponer de los restos y enterrarlo en Ginebra, entre otras cosas”.

Con respecto a todos estos cambios, incluyendo el de testamento, “persisten dudas sobre si el reputado anciano los pudo resolver plenamente en las estribaciones de su declive vital. ¿Era consciente de que médicos argentinos desaconsejaban aquel viaje que terminó en un cementerio suizo?”, cuestionó.

El libro de Gasparini “La posesión póstuma”, publicado en el año 2000, es una investigación periodística que documenta varios detalles desconocidos para muchos en torno a los últimos seis meses de vida del autor de “El Aleph” en las tierras ginebrinas.

El libro, distribuido en América Latina por el Fondo de Cultura Económica está agotado, pero es probable que todavía se encuentren algunos ejemplares en las librerías mexicanas, dijo el autor.

En ese entonces el texto causó controversia y Kodama, vigilante celosa de todo lo que se publica en torno a Borges, tal como se pudo constatar con el escándalo que provocó en el caso de Elena Poniatowska, demandó a Gasparini en Argentina, “pidiendo un año y medio de cárcel y cerca de siete mil dólares, pero fui absuelto por los tribunales argentinos”, indicó Gasparini.

Kodama es hija de un químico japonés y de una profesora argentina de ascendencia germano-española de origen judío, “esta mujer se convirtió para muchos en una « intrusa »”, refiere Gasparini.

“De erráticas cualidades intelectuales y debatida edad hizo rememorar la irrupción de Yoko Ono en la vida de John Lennon, inoculando contrariedad en Los Beatles”, con la sutil pero marcada diferencia de que el mundo entero pudo atestiguar que Lennon estaba profundamente enamorado de Yoko.

Para Gasparini los efectos de Kodama en el entorno de Borges “fueron desvastadores, independientemente de las responsabilidades que les competan a unos y otros en los desencuentros”.

“Descontando simpatías y hostilidades, parientes y amigos de Borges se sintieron desplazados por María Kodama, tenida por advenediza en los ambientes culturales, al margen de su proclamada licenciatura en Letras”.

Las insidias alimentaron juicios en los tribunales y debates en la prensa. Se acrecentaron incógnitas sobre la fortuna, cuestión que abordó recientemente el diario “El País” en un artículo publicado el 13 de agosto en el que señala que “en la picota han estado o están la gestión de algunos legados literarios como los de Jorge Luis Borges, Rafael Alberti o Vicente Aleixandre”.

Es así como la intempestiva salida de Borges de Buenos Aires, su muerte y austero entierro en Ginebra, “han catalizado innumerables disputas para repatriar sus restos”, quizá con el simple propósito de honrar su voluntad y para que en días como el 24 de agosto, aniversario de su nacimiento, los argentinos puedan depositar en su tumba sus ofrendas.

Con información de Notimex

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