Tras el secreto de la inmortalidad: entre la eterna juventud y el envejecimiento heredado

23/08/2013 - 1:00 am
Foto: Wikimedia Commons
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Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).- Ante el reciente caso de la niña Gabby Williams, quien padece una extraña condición que le impide envejecer, las investigaciones referentes al deterioro natural del organismo afloran con más fuerza. Sin embargo, mientras que por un lado algunos especialistas indagan en las razones que aceleran o retardan el envejecimiento en determinadas personas, hay otros investigadores que van más allá y buscan el secreto de la juventud eterna.

No obstante, antes de dar este paso que representaría un radical cambio a la existencia humana, las causas y factores que inciden en la manera en que el envejecimiento ocurre en cada individuo son el primer paso.

Al respecto, científicos alemanes encontraron evidencias de que las mutaciones heredadas de la madre a través de su ácido desoxirribonucleico (ADN) mitocondrial podrían agravar el envejecimiento, según un estudio que publicó esta semana la revista Nature.

Aunque se sabe que el deterioro durante la vejez se debe a una acumulación de agentes dañinos, este un equipo del Instituto Max Planck de Colonia señaló a las disfunciones en el ADN mitocondrial como principales agravantes del proceso.

Este material genético, que se encuentra fuera del núcleo de las células, es heredado siempre por vía materna y es el responsable de la transmisión de enfermedades genéticas incurables que afectan especialmente a los órganos y tejidos con mayores necesidades energéticas como el cerebro, el corazón, el páncreas o los riñones.

Por tal motivo los investigadores aseguran que los desarreglos en el ADN mitocondrial que alguien pudiera heredar de su madre –en caso de que ésta sea portadora de alguna mutación en su genoma– podrían acelerar el envejecimiento de los tejidos si se combinan con otras disfunciones desarrolladas por otras causas.

Foto: Cuartoscuro
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La investigación realizada en roedores por el grupo de investigadores representa así “un gran signo de que un mayor envejecimiento no sólo se genera a lo largo de nuestra vida, sino que podemos adquirir cierta predisposición también al nacer”, dijo Nils-Göran Larsson, jefe del proyecto.

De acuerdo con Larsson, los resultados de la investigación podrían ser útiles en otras áreas de la genética, pues “existen otro tipo de agentes, también transmitidos a través de la madre, que contribuyen al envejecimiento”.

No obstante, más allá de reducir el ritmo de envejecimiento hay quienes se proponen frenarlo por completo.

Desde hace dos años, el médico investigador Richard F. Walker ha tratado de encontrar el “interruptor de apagado genético” en personas que como Gabby Williams padecen una extraña condición que ha detenido su reloj biológico.

La menor de ocho años que conserva la apariencia de un bebé, comparte estos síntomas con apenas unas cuantas personas en el mundo y, según los especialistas, en sus genes podría encontrarse el secreto de la eterna juventud e incluso la inmortalidad, dio a conocer ABC News.

Walker estudió esta condición en otro paciente y encontró daños en uno de los genes que causan la llamada “inercia de desarrollo” e indicó que se sospecha que las mutaciones están en los genes reguladores del segundo cromosoma X femenino.

“Si pudiéramos identificar el gen y luego en la edad adulta detener la inercia de desarrollo, encontrar un interruptor de apagado, al hacerlo se produciría una perfecta homeostasis y seríamos biológicamente inmortales” agrega el médico.

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