Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).- “Los hijos de” abundan en el mundo del espectáculo. Algunos han logrado con mucho esfuerzo igualar la fama y el prestigio de sus progenitores y -en dicho camino las drogas-, el alcohol, las depresiones y ataques de pánico ocuparon espacios importantes, sin lograr afortunadamente llevar al máximo sus efectos.
Pudieron así haberse convertido en tragedia las vidas de Michael Douglas y Kiefer Sutherland, por citar a dos actores importantísimos que nunca escondieron lo complicado que resultó tener la sangre de dos de las máximas estrellas del cine contemporáneo en sus venas.
Quizás algunos espectadores maduros recuerden los inicios del primogénito de Kirk Douglas (el formidable protagonista de Espartaco, de Stanley Kubrick), cuando todos irremediablemente lo comparaban con su famoso padre y le restaban mérito a sus incursiones en el cine.
Hoy, el marido de Catherine Zeta-Jones tiene dos premios Oscar, tres Globo de Oro y es un hombre poderoso en la industria de Hollywood.
Con filmes como Casanova, de Federico Fellini y Venecia Rojo Shocking, de Nicolas Roeg, el canadiense Donald Sutherland se ha labrado una carrera de gran resonancia en el cine, ostentando una versatilidad extraordinaria y convirtiéndose en una de las grandes leyendas vivas del séptimo arte.
Su hijo Kiefer comenzó temprano a replicar sus pasos en la pantalla grande y en la televisión, pero no fue hasta los 35 años cuando obtuvo el éxito mundial de que hoy goza, protagonizando 24, una de las series más vistas en la última década.
Tanto Kiefer como Michael vienen de tiempos donde el pudor y la discreción tenían cierto valor para la sociedad contemporánea. Vivimos ahora tiempos menos constreñidos en lo que a moral se refiere y entre la crisis de empleo planetaria y la falta de oportunidades reales para las nuevas generaciones en el mercado del trabajo, ya no está tan mal visto que los nuevos se nutran de los esfuerzos de sus viejos.
Los jóvenes de hoy viven con menos peso y sin nada de complejos los privilegios devenidos de su ilustre apellido y antes corren a ocupar los sitios a los que se creen con derecho por su parentesco que a explorar con esfuerzo otros caminos, otras profesiones.
Por otro lado, hay una ley de vida inevitable que establece que las generaciones nuevas suplen a las anteriores, tal como resulta en el caso de la actriz Melanie Griffith, quien siguió la línea de su madre Tippi Hedren (la atribulada protagonista de Los Pájaros, el filme clásico de Alfred Hitchcock) y hoy le toca ser “reemplazada” por Dakota Johnson.
Efectivamente, la rubia hija de Melanie y del no menos famoso Don Johnson (¿recuerdas la serie de los ’80, Miami Vice?) ha sido elegida para estar al frente de un enorme proyecto cinematográfico, la primera entrega de 50 sombras de Grey, la historia de la británica E.L.James que llegará a las salas el 14 de febrero de 2015.
El tráiler de la película dirigida por Sam Taylor ya es el más visto del año y en él Dakota Johnson se muestra al nivel de la historia familiar que la precede, aunque su padre Don, todo pudoroso, ha dicho que no verá el filme erótico que protagoniza la niña de sus ojos.
DEL FUTBOL A LAS PASARELAS
Aunque no es una estrella de Hollywood, el futbolista inglés David Beckham, junto a su esposa, la ex Spice Girls Victoria, funge como un verdadero astro del celuloide, un glamour natural que le ha traspasado a sus hijos.
En la víspera, el mayor Brooklyn ha pisado la alfombra roja acompañando a su novia, la joven actriz Chloe Moretz, a quien conoció en la Semana de la Moda de París
El romance de los adolescentes, él de 15 y ella de 17 años, contaría con el visto bueno de David y Victoria, quienes han tenido que resignarse con que su hijo mayor haya iniciado tan temprano no sólo su vida amorosa, sino también una prometedora actividad como modelo.
Brooklyn se lució en la portada de la revista británica masculina Man About Town, mostrando grandes cualidades en el competido universo “fashion”, un territorio que también ha pisado con éxito su hermano pequeño Romeo, quien con sólo ocho años ya firmó un contrato para tener su propia línea de ropa.
EL PAPACITO JOHNNY DEPP
Muchas mujeres y con razón consideran al actor estadounidense Johnny Depp un “papacito” con grandes virtudes para la seducción, pero lo cierto es que la verdadera hija del protagonista de Piratas del Caribe es Lily Rose Depp, fruto de su matrimonio con la cantante francesa Vanesa Paradis.
La adolescente de 15 años ha sido imagen de Chanel, canta y actúa y ahora es la protagonista de Yoga Horses, una comedia que dirigirá Kevin Smith, cuya hija Harley Quinn Smith también formará parte del elenco.
La película trata de dos fans del yoga adolescentes que han sido amenazadas por un ancestral monstruo maligno y será el mismísimo Depp quien las ayudará a enfrentar el peligro.
Otro peso pesado de Hollywood, el actor y director Sean Penn, en su juventud muy aficionado a los escándalos mediáticos –sobre todo en su etapa como marido de Madonna-, ha tenido que mantener la calma frente a las muy provocadoras imágenes de su primogénita en una revista.
Así es, en abril pasado, Dylan Penn, de 21 años, la hija de Sean y su ex esposa, la actriz Robin Wright se desnudó para la publicación estadounidense Treats, una experiencia que, según dijo a la prensa, “nunca olvidaré”.
Dylan, que ha sido vinculada románticamente con Robert Pattinson, incursionó en la actuación debutando en Condemned, un filme de horror coprotagonizado por Lydia Hearst, aunque la chica dice que su verdadera pasión es la escritura.
“Sólo digamos que gracia a Dios no crecí en LA. Me criaron a las afueras de San Francisco, en Marin County, en un pequeño pueblo llamado Ross y no he podido escoger un lugar más hermoso para crecer. No voy a negar que tenía cierta notoriedad por mis padres pero ese pueblo mantuvo un sentido de normalidad que la gente no logra encontrar y estoy muy agradecida por eso”, dijo la hija de Sean Penn al ser cuestionada sobre su origen familiar.
OTRA CHICA MATERIAL
Lourdes León, la primogénita de Madonna, sin duda una de las mujeres más poderosas en la industria mundial del entretenimiento, no parece tener problemas por haber crecido a la sombra de su ultrafamosa madre.
Por el contrario, lleva sangre Ciccone en sus venas, lo que implica vivir en forma natural la ansiedad por ser célebre y llegar alto en la vida. Le dicen “Lola”, tiene 17 años y además de lucir un cuerpo espectacular y un rostro más que interesante, ha ingresado con éxito al mundo de la moda, creando su propia línea de ropa.
Se trata de “Material Girl”, una colección de prendas femeninas que diseñaron Lola y Madonna para las tiendas Macy’s en 2010 –cuando la niña tenía apenas 14 años- y que continúa con paso firme en las pasarelas del mundo.
Lo dicho: son los nuevos niños célebres y no parecen vivir dramáticamente su condición de “hijos de”. Bien que la pasan los afortunados.