HSI logra acuerdo con productor contra consumo de carne de perro

23/09/2015 - 12:00 am

La organización animalista logró su tercer acuerdo para que un productor de carne de perro cerrara su granja. Los pactos forman parte de una campaña para concientizar a los surcoreanos del no consumo de este animal.

HSI ha abierto una liga en la que se recaudan firmas contra la tradición asiática de comer perros. Foto: HSI
HSI ha abierto una liga en la que se recaudan firmas contra la tradición asiática de comer perros. Foto: HSI

Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).– La carne de perro no sólo se consume durante el famoso festival Chino “Yulin”, que en meses pasados fue arduamente criticado a nivel mundial. En Asia, países como Tailandia, Vietnam, Filipinas y Corea del Sur también consideran a los perros un componente importante a degustar en sus platillos.

Tan sólo en este último país, más de dos millones de perros son especialmente criados en algunas granjas y sacrificados por su carne cada año para cumplir con las demandas de este mercado.

En la búsqueda de la prohibición de esta actividad (que en los países en que se realiza representa una tradición), diversas organizaciones se han pronunciado y, la semana pasada, Humane Society International (HSI) logró un acuerdo con un productor para que dejara de criar perros para alimentación humana en su granja, ubicada en una localidad llamada Chungcheongnamdo y, en su lugar, se dedicara a la siembra de arroz.

Se trata de la tercera clausura de una granja de perros lograda por HSI en aquel país en lo que va del año, y forma parte de una campaña que se ha impulsado para acabar con el comercio de carne de perro y crear conciencia entre la población de Corea del Sur acerca de lo que la organización califica como una tragedia.

Tras la clausura, los animalistas rescataron poco más de un centenar de perros y cachorros, mismos que fueron trasladados a Estados Unidos para comenzar una campaña de adopción en busca de un hogar. En el siguiente video, puede observarse un poco de las condiciones en que vivían estos animales destinados a ser comidos y también de su rescate.

En la liberación, señala HSI, “los rescatistas descubrieron una variedad de razas en la granja, desde mastines grandes, con frecuencia considerados como ‘perros para carne’ en Corea del Sur, hasta cruces de Jindo, Spaniel y chihuahua. Todos fueron salvados de una vida miserable en jaulas sucias y de una muerte brutal, comúnmente por medio de electrocución, para convertirse en amados compañeros en los EU”.

Gradualmente, como consecuencia de la occidentalización, algunos de los países asiáticos se han separado poco a poco de esta práctica. De hecho, de acuerdo con HSI, en Surcorea “un creciente porcentaje de la población considera que el comercio de carne de perro es vergonzoso. [Y esto ya está provocando que] muchos productores se enfrenten a presiones por parte de allegados y comunidades locales para clausurar sus granjas y hacer la transición hacia otros campos de producción”.

Ahora, se busca realizar campañas de concientización al público para alentar a que las personas comprendan que los perros destinados para consumo humano no son diferentes de aquellos que se tienen como animales de compañía en cada vez más hogares de aquella región.

“Esperamos abrir un diálogo al respecto con el gobierno surcoreano [y así], cuando las Olimpiadas de Invierno lleguen a Seúl en el 2018, el mundo querrá saber que Corea del Sur no tolera más la crueldad del comercio de carne de perro”, concluyó Kelly O’meara, directora del área de animales de compañía de la agrupación internacional.

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