Indígenas de Zongolica niegan a grupo de autodefensa; “son una amenaza, no sabemos quiénes son”, dicen

24/02/2014 - 12:03 am

Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).– El grupo armado Ciudadanos Zongoliqueños por la Paz y Seguridad Social, que se  proclamó hace unos días como autodefensas de la Sierra de Zongolica, Veracruz, no es conocido y representa una amenaza para los habitantes de la región, dijo Julio Atenco Vidal, presidente de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROIZ).

Este grupo apareció el 10 de febrero pasado. Sus integrantes traían el rostro cubierto con pasamontañas, portaban armas largas, cortas y cuchillos y anunciaron que su misión era ayudar al Gobernador priista Javier Duarte  de Ochoa para acabar con la delincuencia organizada, extorsiones y secuestros que se viven en la región, alertaron a los dirigentes locales.

“Nosotros conocemos la sierra, aquí tenemos años con policías comunitarias en las comunidades, pero nuestras policías no andan con pasamontañas, ni traen esas armas. Con trabajos tenemos escopetas viejas y alguna pistola que se ha decomisado de los ladrones de ovejas”, dijo Atenco Vidal.

El líder de la CROIZ explicó que el grupo no es numeroso, ni tampoco representativo de las comunidades indígenas de Zongolica.

“No sabemos de hecho si es un grupo armado o son gente que nada más quiso salir así. Puedo decir que no son numerosos, porque nosotros peinamos toda la zona, conocemos bien”, dijo.

La  Coordinadora que Atenco lidera tiene presencia en 14 municipios de la sierra. En total son cuatro organizaciones las que tienen presencia desde hace años en la región.

El dirigente reconoció que en Zongolica opera el crimen organizado, pero sin una base fija en las comunidades.

“Sí hay crimen organizado, como hay en todo el país. Ellos suben y bajan, pero no tienen base, sí hay robos, sí hay intentos de secuestro, pero la gente se organiza y no han dejado que los criminales estén sobre el pueblo”, afirmó.

Julio Atenco aseguró que el nuevo grupo de autodefensa es una amenaza potencial para los habitantes de Zongolica.

“Es una amenaza potencial mientras no sepamos quiénes son. Nuestra policía no viene con el rostro cubierto, está plenamente identificada. Un grupo como ese nos parece que es una amenaza porque como puede servir a grupos radicales, puede también servir a grupos del crimen organizado”, dijo.

POLICÍA Y GRUPO ARMADO

El líder de la CROIZ dijo que existen diferencias entre Policía Comunitaria y Autodefensas, y aseguró que el nuevo grupo no es lo uno ni lo otro.

“Nosotros tenemos claro lo que es la policía comunitaria y lo que es cualquier otro grupo armado. Son cosas distintas. La primera es una institución comunitaria en donde la comunidad, en asamblea, nombra y mandata a un grupo de ciudadanos a que cuide la seguridad de la comunidad, por eso se le llama Seguridad Comunitaria”, dijo en una carta a los medios de comunicación.

“Las autodefensas, como las de Michoacán, se distinguen de la policía comunitaria porque no son propiamente una institución comunitaria, sino un grupo de ciudadanos afectados o temerosos de ser víctima de la delincuencia organizada, que se organizan sin pedir permiso ni mandato alguno de la comunidad. Pero lo que vemos en el grupo publicitado en Zongolica no es ni Policía Comunitaria ni Autodefensa de una comunidad determinada porque no existe un movimiento social en ese sentido”.

Julio Atenco indicó que el verdadero sentido del nuevo grupo armado, no es la defensa del pueblo en contra del crimen organizado: “es un asunto mediático”, que no ha dejado claras sus verdaderas intenciones.

“Cualquier grupo que no se forme por mandato comunitario o subordinado a una autoridad comunitaria es una amenaza potencial para nuestras mismas comunidades, porque esos grupos lo mismo pueden auto defenderse de los delincuentes, como  también servir a unos delincuentes para combatir a otros delincuentes en la lucha por el control de las plazas”, dijo.

Foto: Especial.
El grupo se dio a conocer el 10 de febrero. Foto: Cuartoscuro.

EXPERIMENTO DE EPN

Las autodefensas de Michoacán y que están surgiendo en distintos puntos del país, podrían ser un “experimento” del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto y un semillero de nuevos grupos paramilitares, dijeron  especialistas en seguridad y criminología a SinEmbargo.

Los  grupos de autodefensas son distintos a las policías comunitarias y se caracterizan por utilizar armas de alto calibre prohibidas para los civiles  y por tomar “justicia por propia mano” en contra del crimen organizado que opera en la entidad.

“El Estado está atacando la ilegalidad con la ilegalidad. Es una variación del esquema de guerra sucia que se creó en los años 60 y 70; crear grupos paramilitares que no tienen una base legal y que realizan un trabajo sucio. Se trata de grupos civiles que se arman por si solos y con armas que están prohibidas. Una hipótesis es que el gobierno actual está experimentando con los grupos de autodefensa para ver si le funcionan como una estrategia contra el narco”, dijo Erubiel Tirado, miembro del Seminario de Investigación y Educación en Estudios de Defensa y Seguridad y especialista en Relaciones Civiles Militares de la Universidad Iberoamericana (UIA).

El especialista explicó que la administración de Peña Nieto continuó con la estrategia de seguridad del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, pero con un añadido: los grupos contrainsurgentes.

“Me sorprende que a la tendencia de las líneas principales de la estrategia de seguridad del sexenio pasado, se añadió un asunto de grupos contrainsurgentes. En el sexenio de Calderón no se tenía información de las autodefensas. Una estrategia contrainsurgente es un experimento del gobierno para aplicarlo en otras zonas como en Guerrero”, detalló.

Para Tirado, el gobierno y analistas en México plantean un falso dilema: que hay  buenos y malos.

“Lo más grave aún que los analistas se estén planteando falsos dilemas de que hay delincuentes buenos y malos y el gobierno, aceptar un condicionamiento de dejar las armas si les entregan las cabezas de los narcos, es un falso dilema que se nos hace públicamente y muchos caemos de alguna manera desesperados por la crisis de seguridad que vemos”, indicó.

En caso de que el cártel de Los Caballeros Templarios caiga, nada ni nadie garantiza que las autodefensas vuelvan a sus actividades ordinarias, a sus comunidades, en paz.

“Suponiendo que acaban con los Templarios ¿realmente se van a conformar y regresar a sus actividades anteriores? Se va a generar que estos grupos sean la semilla de enclaves del poder armado, que crecieron bajo la protección del Estado. El Estado mexicano no debería aceptar sustituir un grupo criminal que tiene harto al gobierno local y al Estado, por otros grupos que ahorita son más funcionales a los fines del gobierno”, dijo.

El criminólogo Pablo Monzalvo indicó que lo que sucede en Michoacán es distinto a lo que ocurre en otros estados del país.

“No debemos confundir policía comunitaria con un grupo paramilitar o delincuencial. Los grupos de autodefensa de un grupo indígena están reconocidos por la Ley, no para ser agresivos, sino para defender, no para matar, agredir, sino para autodefenderse. En Michoacán pasa otra cosa, son grupos que usan armas prohibidas por el Ejército y que se presume, no me consta, pueden disponer de la vida de personas sin tener facultad jurídica para hacerlo”, expuso.

El criminólogo reconoció que cuando el Estado es incapaz de defender a sus ciudadanos, la población se defiende con sus medios.

“El Estado tiene la responsabilidad de lo que está pasando, tiene que decirnos a nosotros. En el caso de Michoacán, es una entidad donde hay delincuencia organizada con nombres y apellidos, luchas de mafia y de poder, luchando por el control. Tenemos que saber si hay injerencia de la delincuencia organizada en las autodefensas o en realidad la gente se está defendiendo”, planteó.

Monzalvo dijo que si el gobierno de Peña Nieto es incapaz de poner orden en Michoacán, el modelo se multiplicará a otras entidades y la violencia se extenderá por todo el país.

Habrá más delincuencia, asaltos en carretera, retenes de distintos bandos y no solo del Ejército, sino de narcotraficantes y autodefensas.

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