Periodista colombiana impulsa la cruzada “No es hora de callar”

24/05/2015 - 6:57 pm

Por Edelmiro Franco. Corresponsal

Bogotá, 24 May (Notimex).- Mujeres vestidas con camisetas blancas se unieron a integrantes de la Policía Nacional de Colombia, con impecables uniformes verdes, para gritar al unísono: No es hora de callar, en una campaña contra todos los tipos de violencia femenina.

La campaña “No es hora de callar”, es una iniciativa impulsada por la periodista Jineth Bedoya, que se convirtió en un símbolo, después que decidió contarle al mundo su vivencia de mujer secuestrada y violada en el 2000 por los ultraderechistas grupos paramilitares.

La iniciativa hoy tiene el apoyo del gobierno nacional, de las Naciones Unidas, de militares y policías, de la alcaldía de Bogotá, de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y organizaciones no gubernamentales de derechos humanos nacionales e internacionales.

Bedoya, una mujer menuda, de estatura media, pero con una fuerza interior y exterior para no doblegarse contra los violentos e ilegales que han querido callar su voz, también lidera la campaña “Violaciones y otras violencias, saquen mi cuerpo de la guerra”.

La cita de las mujeres para levantar su voz en defensa de sus derechos y de su dignidad, fue en la plazoleta de un centro comercial, en el occidente Bogotá.

En este espacio se reunieron mujeres negras y mestizas, blancas, morenas, jóvenes, niños, niñas, de la tercera edad, mujeres de la farándula, la política, hombres solidarios contra todo tipo de violencia hacia el género femenino.

En la campaña que lidera la periodista todas las mujeres víctimas de la violencia tienen espacio, hacen parte de la causa de no callar, de denunciar a sus victimarios, que están en la casa, en la calle, en las oficinas, en la fábrica, o en sectas religiosas en donde muchos de sus fieles golpean a sus mujeres después de una tarde de oración.

Las mujeres víctimas de abuso sexual, laboral, de intimidación también están en las filas de la insurgencia, en las redes del narcotráfico, en las bandas paramilitares, y en todas partes de una sociedad que necesita despertar contra este flagelo.

En esta plazoleta las camisetas blancas significaba paz y dignidad, y los uniformes de las mujeres policías, simbolizaba seguridad, dos colores, dos sentimientos, dos necesidades, dos deseos de las mujeres, pero también de la sociedad en su conjunto: paz y seguridad.

En este encuentro de mujeres, que buscó sensibilizar a los colombianos, haciendo con sus cuerpos la figura de un corazón gigante estaban las voces de mujeres cantando a mujeres, con mensajes de no callar, de denunciar a los victimarios estén en donde estén.

El mejor ejemplo para esta cruzada “No es hora de callar” es Bedoya, quien lleva 15 años luchando para que su caso no quede impune, para que cese la violencia contra todas las mujeres: pobres, ricas, negras, blancas, de izquierda, de derecha, cristianas, católicas o ateas.

La lucha incansable de esta reportera del diario El Tiempo, logró que el 10 de septiembre de 2012, la Fiscalía General declarara su caso como crimen de lesa humanidad

En septiembre de 2014, las autoridades dictaron resolución de acusación contra uno de los implicados, quien será llevado a juicio en las próximas semanas y Bedoya espera que se aplique la justicia para los autores materiales e intelectuales de su secuestro y violación.

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