Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).– Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Cámara de Senadores, usó recursos del erario público para comprar artículos de lujo personales, regalos e incluso chicles, durante su mandato como coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara alta.
De acuerdo con el diario Reforma, que posee una serie de facturas, Cordero llegó a pagar botellas de champú para evitar la caída del cabello, así como dulces, cigarros, servicios de tintorería, incluso una playera de los Xolos de Tijuana, todo con cargo al erario.
Entre septiembre de 2012 y abril de 2013, Cordero también pagó boletos de avión, así como servicios de telefonía celular, lentes de contactos, entre otros objetos.
Las facturas a nombre del grupo parlamentario del PAN, tiene gastos de hasta 7 mil 228 pesos en artículos de higiene personal, toallas, cepillos, pastas dentales, e incluso, dice Reforma, un champo Ma Evans Acción Profunda, para evitar la caída del cabello.
También se destinaron 71 mil 254 pesos a “reembolsos de gastos diversos”.
Los reportes internos detallan la compra de un artículo de mil 880 pesos, de la marca Louis Vuitton, así como diversas compras en el Palacio de Hierro por casi 6 mil pesos, que incluyen joyería, una chamarra cazadora y un cinturón.
El diario indica que también se erogaron recursos para distintas compras en la tienda Zara Home, relacionadas con productos de cosmética, accesorios de baño, toallas, alfombras y tapetes.
También se refiere el pago de boletos de avión para “el staff de la coordinación”, un jersey de la marca Adidas, de mil pesos, además de “apoyos” por 6 mil 200 pesos.
El diario indica que los líderes de las bancadas en el Senado tienen a su disposición más de 707 millones de pesos para gastos de las distintas fracciones y comisiones legislativas, de los cuales 468 millones se destinan para los gastos de las fracciones y el resto para diversos pagos de las comisiones legislativas.
A la bancada del PAN se le otorgan 210 millones.
La ley no obliga a las fracciones a transparentar el uso de esos recursos que son, en su mayoría, utilizados con discrecionalidad.
