Juan José Arreola, el más divertido y sabio de nuestros escritores

24/09/2016 - 12:03 am

El pasado miércoles 21 de septiembre, empezó el otoño en México. Un día, además, en que el maestro del cuento, hubiera cumplido 98 años. Había nacido en Zapotlán El Grande y al decir del joven escritor Alberto Chimal, fue un gran precursor de las formas breves de la literatura.

Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- El pasado 21 de septiembre, Juan José Arreola (1918-2001) hubiera cumplido 98 años de vida, un hecho que uno de sus nietos, el también escritor y músico, Alonso Arreola, celebró en Facebook compartiendo una fotografía inédita, donde se ve al autor de Bestiario luciendo una pintoresca chalina a rayas, en una imagen grupal.

“Pues sí. Hoy sería cumpleaños del abuelo #JuanJoséArreola. Aquí les dejo una foto inédita, muy rara, tomada en España hace muchos años. ¿Qué estaría platicando con el increíble Michael Ende (sí, el de la Historia sin fin)? Me encanta que no pelan al fotógrafo, jeje. También está allí María Kodama, viuda de Borges”, cuenta Alonso.

El onomástico fue motivo también para que el escritor Alberto Chimal otorgara una entrevista al departamento de prensa de la Secretaría de Cultura en la que definió al maestro del cuento como un autor  “que administraba la sorpresa, el misterio y el sentido del humor”, precursor de las formas de escritura breve, un erudito como pocos, un verdadero “hombre de letras”.

Arreola había nacido en Zapotlán el Grande, Jalisco, el 21 de septiembre de 1918, condecorado como oficial de Artes y Letras Francesas por el gobierno galo y ganador del Premio Nacional de Lingüística y Literatura 1976.

“Es un autor que está vigente y en especial porque lo podemos ver como el gran precursor de las formas de escritura breve de la actualidad, incluyendo las que se dan en línea”, comentó el narrador y minificcionista Alberto Chimal, quien admitió la influencia del autor de Confabulario en su literatura.

“En Confabulario descubrí los textos brevísimos que ahora conocemos como minificciones. Fue un autor crucial del cual ahora pienso que tengo ese interés en el trabajo del lenguaje y en lo breve”, dijo Chimal.

LA MODERNIZACIÓN DE LA CULTURA MEXICANA

Para el ensayista, académico, cuentista y poeta Adolfo Castañón, con Juan José Arreola arranca un proceso de modernización de la cultura mexicana, a partir de su actividad junto con Octavio Paz, José Luis Ibáñez y otro grupo de artistas.

El miembro de la Academia Mexicana de la Lengua describe al autor de Gunter Stapenhorst, Varia invención y Palíndroma, como uno de los escritores más divertidos, más sabios y con más sentido teatral.

“Con más sentido de lo que es la palabra y la responsabilidad de la palabra. Como escritor, como maestro, como animador de talleres, como editor que lanzó a numerosas generaciones, como jugador, como un hombre que le dio un sentido deportivo a la literatura mexicana contemporánea y como un hombre profundamente generoso y desinteresado”, señaló durante la presentación del libro Para leer a Juan José Arreola, que escribió junto a la investigadora Nelly Palafox.

En tanto, el escritor Alfonso Nava Cabrera señaló que la lectura de Confabulario “siempre refresca, es una clase de cómo poner la imaginación al servicio de la escritura. Siempre que leo “El guardagujas” me veo tan sorprendido como la primera vez que lo leí. Ese es el efecto de Arreola, el del asombro perpetuo, el de realidades bien ordinarias que albergan en un sitio específico un elemento insólito que transforma a la realidad entera”, dijo.

“Ignoro cómo se perciba en las nuevas generaciones. En la mía se lo miraba con respeto y Confabulario era considerado un libro básicamente perfecto. En todo caso, quien tenga la percepción de que Arreola es anacrónico o agua pasada, definitivamente no lo ha leído”, afirmó.

“Recuerdo “Baby h.p.” escrito como un manual técnico, por citar un ejemplo; los relatos breves, el estilo de altos vuelos muy cerca de la poesía en prosa. Además, creo que no es asunto menor, Arreola fue en televisión tan versátil como en su literatura, y un erudito como ya hay pocos. De nuestros últimos auténticos ‘hombres de letras’”.

El escritor, traductor y académico, Felipe Garrido, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 en el área de Lingüística y Literatura, considera que los personajes de Arreola “van de ida y vuelta entre la realidad positiva y lo fantástico sin pasar aduanas. Mediante la ironía —de lo tierno a lo brutal—, del absurdo dócil a la lógica, la mezcla de los datos documentados con la ficción y una subversión constante de lo real tangible, en favor de una subjetividad y un sentido común que descansan en el disparate”.

“Arreola ha creado un nuevo tipo de cuento, un mundo donde la palabra hace festiva y profundamente inútil el afán de distinguir entre lo tangible y los entes de la imaginación”, dice Garrido en el texto Arreola: Cinco años, publicado en la Revista de la Universidad de México.

LA BELLEZA DEL LENGUAJE

Alberto Chimal reconoció que a pesar que a Juan José Arreola le interesó mezclar las influencias de la alta cultura con la cultura popular o masiva,  es un autor al que quizá no se le hace el caso que debería, al estar un poco eclipsado en la historia literaria.

“En algún momento hubo una reacción en contra de lo mucho que él valoraba: el estilo literario, la belleza del lenguaje. Se empezó a favorecer un lenguaje más escueto, más directo y parco y esa reacción fue contra la idea del estilo que defendía Arreola, me parece que por ahí viene esa distancia que ha marcado cierto número de autores posteriores”, afirma el autor de La torre y el jardín.

Sin embargo, consideró que el autor tenía un oído estupendo para reproducir no sólo el habla culta, sino popular como sucede en su novela La feria, contada con muchas voces y una gran cantidad de personajes con diferentes maneras de pensar y trayectorias de vida. “No era un autor terriblemente elitista en ese sentido y eso vale mucho”, opina Chimal.

De acuerdo con Alfonso Nava, ganador del Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2004, la maravilla y ejemplo de Arreola está en muchos lugares y posibilidades.

“Como dije antes, está como maestro de la forma, de la claridad, epígono del género fantástico en México y promotor cultural de primer orden, un personaje que, vía revistas o en TV, quiso ampliar las miras culturales a los más vastos públicos”, concluye.

Información de la Secretaría de Cultura

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