“Cual para tal”: venturas y desventuras del cartonista “Ros”

24/09/2016 - 12:04 am

Un libro donde el humor transita la ironía con cierto aire melancólico, poniendo en jaque la realidad y mostrando todo lo absurdo que hay en la vida cotidiana de la gente común

Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- La rutina se pone a prueba en el trabajo de Ros, nombre profesional del cartonista Álvaro Fernández Ros y quien ha publicado en Almadía su libro Cual para tal, un conjunto de 180 viñetas mínimas que expanden al máximo las escenas cotidianas del hombre común.

Como dice el diseñador Alejandro Magallanes, se trata de “escenas que delatan la pequeñez del hombre en las mínimas e ilógicas grandes situaciones”, mediante el uso de un humor inocente y reflexivo que pone en jaque a la vida moderna.

No una carcajada, más bien la sonrisa escéptica de quien logra sentirse identificado en un trazo fino y delicado, surgirá en el lector de frases sencillas que a veces discuten con el dibujo, otras lo refuerzan y la mayoría de las veces transcurren en paralelo elaborando discursos que requieren en varias oportunidades una relectura.

“Estas viñetas son como esas bromas que no necesitan de aspavientos ni perderse en torcidos vericuetos y dobleces para ser efectivas. Cuentos súbitos que suceden en una imagen, que a veces va acompañado de una frase contundente y llena de significado, el arte de Ros se queda para siempre en la imaginación del lector, justo al lado de la risa que nos provoca, de la sonrisa que sus trazos nos dibujan en el rostro”, dice la editorial.

Ros presenta Cual para tal. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo
Ros presenta Cual para tal. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–Tu visión del mundo es irónica y por momentos, pesimista

–Ahora que lo dices, puede ser. No lo había pensado. Siento que hay muchos retratos de soledad y que eso se vuelve a lo mejor melancólico. Pero me iría más por lo irónico.

–La vida es un cúmulo de malentendidos

–En ese sentido, hay mucha soledad. En el humor, muchas veces se fuerzan situaciones encontradas, contrastantes que son difíciles de leer, a pesar de que las vivimos a diario. En la vida hay espacios absurdos, humorísticos.

–En una cultura visual como la actual, hay mucho discurso

–Me gusta la idea de la imagen y el texto juntos. A veces se entiende mejor el uno que la otra y viceversa. A veces el dibujo lo cuenta todo y a veces se requiere el texto. Ambas son herramientas para contar.

–Veo una cosa y el texto dice otra, en algunas oportunidades. Es un juego propio de la caricatura del siglo XX

–Como lector, me parecería horrible que ganaran los otros. Que todo sea visual. Como los que dicen que quizás se acaben los periódicos, la radio, los libros…la verdad es que siempre hay espacios para todo. Siempre habrá lectores para todo.

Foto: Especial
Foto: Especial

–Tu humor es por capas, hay que dar vueltas para llegar a una conclusión

–Esas son las palabras que uso para explicar mi humor. Efectivamente, son capas. Si lees el texto, es probable que el dibujo lo desmienta y al revés. Es un humor que requiere varias lecturas, porque no retrato sucesos políticos. Tienes que ir a ti para saber por dónde va esto. Al ser atemporales, los cartones se podrán leer dentro de 20 años y surtirán el mismo efecto. Lo que busca es no caer en el chascarrillo, en el meme, en el gif, en el que se cae al agua o al que le tiran el pastel en el rostro. Me clavo en los detalles, para que el lector se pregunte ¿qué hace ese perro sentado al costado?

–A veces está bien no entender los chistes

–(risas) Sí, mi humor no es de gags. Lo que tiene humor son las situaciones absurdas de la propia realidad.

–La escuela francesa del cartón y Quino pero no el de Mafalda son tu tradición, ¿verdad?

–Sí, hay cosas tremendas de Quino y efectivamente, Sempé, el francés, es mi gran influencia. Pero lo que me mató en mi infancia fue un libro que tenía mi padre con dibujos del rumano Saul Steinberg. Era un libro que él hizo mientras era soldado y yo los repetía con tinta en mi niñez.

–¿Nunca te interesó fabricar una criatura?

–No, no sé si porque en México es hasta fatigoso que el cartón siempre esté identificado con la política. En una reciente edición de Letras Libres se da un diálogo muy interesante entre Calderón y Trino, donde Trino dice que está un poco cansado de que el cartón mexicano esté siempre absorbido por la política. Hay dos bandos muy diferenciados y de ahí el cartón no se mueve. Está muy polarizado.

–El tema, además, es que esa polarización ha diseñado el gusto del lector masivo de cartones. Tipos como Jis, más sofisticados, tienen mucho menos público, por ejemplo

–Para mí Jis es el mejor de todos. Tan personal, tan provocador…

–Hay un equilibrio perfecto entre texto y dibujo en tu trabajo

–Bueno, es lo que busco y batallo mucho. Lucho más con el texto, que tiene que ser sintácticamente adecuado, decir todo en tres palabras. Es un verdadero reto y cuando logras superarlo es fantástico. Es lo máximo. En Animal Político hice durante mucho tiempo ese género en donde el ilustrador pone el dibujo y el lector debía poner la frase. La verdad es que llegaban unas cosas tremendas de tan ingeniosas.

–¿Eres muy disciplinado?

–Tengo algunos guardaditos, no soy tan riguroso con la disciplina, aunque son siete dibujos por semana sí o sí. Todos los días dedico unas horas a buscar sólo ideas. Si no salen, no me preocupo, las dejo para la tarde o para el día siguiente. Si las ideas no salen, no salen.

–Los caricaturistas tienen mala fama con las entregas

–Al principio pensaba, ¿cómo se les ocurre? Y una vez leí una entrevista a Quino donde decía que si era jueves y tenía que entregar un dibujo el viernes, lo terminaba haciendo a la última hora, corriendo…así somos (risas)

¿Quién es Ros? Nació en México, en 1962. Es licenciado en Diseño Gráfico por la Universidad Iberoamericana. Se dedicó por muchos años al diseño y producción de libros y revistas y ahora se dedica por entero al cartón de humor y la ilustración. Es cartonista del diario El País, en donde colabora diariamente. Ha publicado el álbum ilustrado Y tú, ¿qué prefieres (2010) y la compilación de sus cartones Bajar la guardia (2013); además, ilustró el cuento de Armando Vega Gil “Renata y la fábrica de juguetes” (2012). En 2009 y 2010 fue seleccionado por el World Press Cartoon, certamen de viñetas que se celebra en Sintra (Portugal).

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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