México, 24 Nov. (Notimex).- Familiares, amigos, estudiantes del Centro de Educación Artística “Frida Kahlo” y autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordaron hoy al pintor y muralista Diego Rivera (1886-1957) en su 57 aniversario luctuoso.
En la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, en esta ciudad, Guadalupe Rivera Marín (1924), hija del reconocido pintor mexicano, evocó a su padre y defendió sus ideales.
Recordó que el día de su sepelio, luego de que el también muralista David Alfaro Siqueiros recordara la faceta como comunista de Rivera, ella puntualizó que su padre fue mucho más que eso y lo hizo porque México es una nación con diversos orígenes, pluralidad que aman sus pobladores, expuso.
En ese sentido, llamó a la unidad y a levantar la cara ante el momento político y social que atraviesa el país para salir adelante como en otros momentos de la historia patria se ha logrado.
Por su parte, la directora del INBA, María Cristina García Cepeda, recordó a Diego Rivera como un artista imprescindible dentro de la plástica mexicana del XX, precursor de la Escuela Mexicana de Pintura y del Muralismo.
La funcionaria dijo que además de su obra de caballete, Rivera pintó en México espacios como los muros del Anfiteatro Bolívar, de la Secretaría de Educación, de la de Salubridad, del Palacio de Bellas Artes, del Palacio Nacional, en Chapingo; “fue plenamente monumental”, aseveró.
Consideró que la prolífica obra de Rivera es un constante dialogo entre presente y pasado, entre la tradición y la vanguardia, y por ello siempre será motivo de nuevas lecturas.
García Cepeda dijo que la institución a su cargo investiga, estudia y reflexiona la obra del artista, y la presenta de manera permanente en las salas de los museos Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y Mural Diego Rivera.
“Hoy recordamos a Rivera, hombre de carácter y convicciones firmes que plasmó sus ideales y compromiso con la sociedad mexicana. Con nuestra presencia aquí, le rendimos tributo como reconocimiento a una vida y obra que representa uno de los más altos momentos del arte y vida nacional”, señaló al ratificar su compromiso con la preservación del patrimonio artístico.
Enseguida, Rivera Marín colocó decenas de alcatraces sobre la lápida de su padre, misma que lucía un retrato del artista en blanco y negro, al tiempo que montó con la titular del INBA una guardia de honor.
