Médicos y enfermeras pasarán Navidad entre curaciones y operaciones

24/12/2014 - 5:51 pm

Monterrey, 24 Dic (Notimex).- Mientras la mayoría de gente celebrará la Nochebuena y recibirá la Navidad en un ambiente festivo, en algunos hogares faltará algún miembro de la familia que trabaja en hospitales públicos y privados.

Los doctores y enfermeras, algunos jóvenes y otros mayores, saben que para ellos no hay días festivos y que muchas veces tendrán que perderse de momentos familiares importantes para dedicarse a ayudar a sus semejantes, que por alguna enfermedad o un accidente necesitan de la atención médica.

Sin embargo, no todo es trabajo pues quienes laboran en el turno de noche, también tienen tiempo para celebrar la Nochebuena y recibir la Navidad, con los compañeros que conviven a diario y con quienes se organizan para llevar al hospital algo de la cena de casa para compartir.

El único alcohol permitido en estos sitios es el que se necesita para esterilizar instrumentos, para aplicar inyecciones o limpiar alguna herida.

Blanca Robles, quien labora como enfermera en un hospital privado del centro de la ciudad, aseguró que para ella y su familia no es ningún problema estar ausente de su hogar en estas fechas, ya que sabe que tendrá el privilegio de poder ayudar a otra persona con sus cuidados.

Señaló que lo difícil fue explicar y hacer entender a sus hijos pequeños que en ocasiones no podrían celebrar con ellos fechas importantes como la Navidad y cumpleaños, pues su deber es aliviar el dolor de las personas enfermas.

“Afortunadamente -agregó- en los últimos años ha sido poca la gente que ha estado internada en el hospital en estas fechas festivas, y lo que han estado no son por problemas de salud que pongan en riesgo su vida”.

“Eso nos da más tranquilidad para organizar nuestra celebración en alguna área preparada para eso, pero cerca de donde están los enfermos”, dijo.

A veces algún enfermo que puede moverse en silla de ruedas o caminando, se acerca junto al familiar que los acompaña a compartir unos minutos, “se olvidan de sus dolores, eso los ayuda a dormir bien y despertar un poco mejor, porque la actitud con que enfrentan su enfermedad es muy importante para su recuperación”.

Robles Pérez manifestó que como recompensa, los doctores y enfermeras que trabajan en estas fechas reciben una sonrisa y el agradecimiento de sus pacientes cuando son dados de alta y salen del hospital sanos.

Algunos regresan días después para ofrecerles algún detalle por haber “sacrificado” sus fiestas por atenderlos.

Enfatizó que pese al hecho de tener que estar fuera de casa “todo vale porque para un doctor o una enfermera no hay nada más gratificante ni nada que te llene más de alegría que ayudar a un enfermo a recuperarse, verlo salir sano a seguir con su vida”.

“Sin duda es el mejor trabajo que pude tener, nunca me he arrepentido de haber elegido esta profesión porque más que un trabajo es una vocación que cumplo lo mejor posible”, comentó.

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