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La entrega de los premios Óscar generará una tormenta de discursos políticos contra Trump

25/02/2017 - 6:44 pm

Algo que de seguro resonará en los Óscar el domingo es la noticia de que las autoridades de inmigración estadounidenses le negaron la entrada a un director de cinematografía sirio de 21 años que trabajó en el documental The White Helmet. Los seis directores de las cintas que compiten a Mejor Película en Lengua Extranjera emitieron el viernes un comunicado conjunto en el que condenaron “el clima de fanatismo y nacionalismo que vemos hoy en Estados Unidos y en tantos otros países, en partes de la población y, más desafortunadamente, entre destacados políticos”.

Por Jake Coyle

LOS ANGELES (AP) — La 89na ceremonia de los Premios de la Academia se perfila como una combinación de pompa y política a partes iguales.

Lo único que se prevé que tendrá más tiempo en pantalla que la favorita La La Land son las manifestaciones contra las políticas del Presidente Donald Trump. Para Hollywood, que esencialmente es liberal, su elección ha sido un polémico tema unificador a lo largo de la temporada de premios, que de otro modo ha sido un desfile de honores para el celebrado musical de Damien Chazelle.

La pregunta es qué tan política se tornará la gala en el Teatro Dolby de Los Ángeles, que se transmitirá en vivo a partir de las 8:30 hora del este (01:30 GMT del lunes). Actualmente el pronóstico del tiempo indica que podría llover, pero adentro del recinto se anticipa un ambiente mucho más tempestuoso.

Hasta el ostentoso período previo al espectáculo del domingo fue más lúgubre en esta ocasión. El viernes, la United Talent Agency realizó en una campaña sobre inmigración en lugar de su usual fiesta del Óscar. “No vamos a tolerar el caos y la ineptitud y el belicismo”, le dijo Jodie Foster a los asistentes.

De manera más impactante, los seis directores de las cintas nominadas a mejor película en lengua extranjera emitieron el viernes un comunicado conjunto en el que condenaron “el clima de fanatismo y nacionalismo que vemos hoy en Estados Unidos y en tantos otros países, en partes de la población y, más desafortunadamente, entre destacados políticos”.

Los firmantes incluyeron al director iraní Asghar Farhadi, cuyo filme The Salesman (El viajante) podría merecerle su segundo Óscar. El realizador no asistirá a la ceremonia en protesta a la propuesta de Trump de prohibirles entrada a personas de países predominantemente musulmanes, incluyendo Irán.

El viernes, Farhadi publicó un video en el que le agradeció a la comunidad de Hollywood por apoyar su boicot a los Premios de la Academia y criticó las políticas de Trump al decir que “buscan promover el odio”.

Algo que de seguro resonará en los Óscar el domingo es la noticia de este fin de semana de que las autoridades de inmigración estadounidenses le negaron la entrada a un director de cinematografía sirio de 21 años que trabajó en el cortometraje documental nominado The White Helmets (Los cascos blancos), sobre la guerra civil de esa nación.

Entre tanto, algunos simpatizantes de Trump han llamado a un boicot de la ceremonia, pues anticipan discursos incendiarios como el que dio Meryl Streep en los Globos de Oro (que llevó a Trump a llamarla una “actriz sobrevalorada”. (La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas agregó el viernes a Streep, también postulada, a su lista de presentadores). Pero llamados similares también se hicieron para la sensación de Broadway “Hamilton” y el mega éxito de taquilla de 2016 Rogue One, derivada de Star Wars.

ABC estaría feliz de tener resultados similares, especialmente luego que la emisión del año pasado, presentada por Chris Rock, atrajo 34.4 millones de espectadores, el número más bajo en ocho años. Los anuncios comerciales de este año se siguen vendiendo a 2,1 millones de dólares por 30 segundos.

El anfitrión Jimmy Kimmel tiene un delicado acto de malabarismo en sus manos. Si su número es demasiado ligero podría parecer que no está a tono con la situación; si es demasiado fuerte, alienaría a espectadores ya cansados de tanta política.

Gran parte del suspenso se ha desinflado con La La Land, la gigante ganadora del Globo de Oro y favorita al Óscar a la mejor película. El filme fue nominado a 14 premios, empatando el récord de candidaturas con Titanic y All About Eve (La malvada).

Los Premios de la Academia de 2016, que Rock presentó como los “People’s Choice Awards Blancos”, fueron plagados por el debate sobre la falta de diversidad en Hollywood. Pero tras dos años consecutivos en los que fueron nominados actores solo blancos (lo que resultó en el hashtag #OscarsSoWhite), este año compiten múltiples actores y directores negros gracias a películas como el relato sobre el paso a la adultez Moonlight, de Barry Jenkin, la adaptación de Denzel Washington de la obra teatral de August Wilson, Fences, y la edificante cinta de Theodore Melfi sobre matemáticas negras en la NASA, Hidden Figures.

Por primera vez hay un actor de color en cada categoría actoral, con un récord de seis actores negros postulados. Además, cuatro de las cinco películas nominadas a mejor documental fueron hechas por realizadores negros, Bradford Young (Arrival) es el segundo director de cinematografía negro postulado, y Kimberly Steward es la segunda productora negra nominada a mejor película, por Manchester by the Sea.

Las candidaturas llegaron tras los esfuerzos de la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, para diversificar una membresía mayormente de hombres blancos. En junio, sumó 683 nuevos miembros de 59 países, 46 por ciento de los cuales fueron mujeres y 41 por ciento minorías.

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