Desde 1982, el 29 de abril fue establecido el Día Internacional de la Danza por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Desde entonces, este día sirve para atraer la atención sobre este arte.
En esta jornada, compañías y escuelas, organizaciones y particulares, llevan a cabo actividades dirigidas a una audiencia fuera de su ámbito habitual para propiciar un acercamiento con esta. A la par de estos esfuerzos, el cine siempre ha sido uno de los principales vehículos para los ejecutantes y los espectadores han sido testigos de ello. Tres películas parecen pocas, pero son suficientes para ejemplificar la versatilidad de la danza.
Flashdance
1983
Adrian Lyne
Estados Unidos
Drama, romance
Alex es una joven huérfana que sueña con llegar a ser bailarina. Para poder vivir y, además, pagar sus clases de baile, durante el día trabaja como soldadora en una acerera y de noche baila en un club nocturno dirigido por Nick, quien nunca la ha visto bailar. Cuando descubre los movimientos de la joven, cae rendido ante ella.
Black Swan
2010
Darren Aronofsky
Estados Unidos
Suspenso
Nina es una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York y vive completamente absorbida por la danza. Sin embargo, la presión de su controladora madre, la rivalidad con su compañera Lily y las exigencias del severo director se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. La tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión mental que la incapacitan para distinguir entre lo real y lo imaginario.
Pina
2011
Wim Wenders
Alemania
Documental
Documental realizado en 3D que muestra, de manera alternada, a los integrantes de la Tanztheater Wuppertal hablando sobre la coreógrafa de danza contemporánea Pina Bausch y representando algunas de sus más conocidas piezas, tanto dentro del teatro Wuppertal como en varias locaciones de la ciudad y sus alrededores. Escrito, dirigido y producido por Wim Wenders, este filme experimental revoluciona la relación entre el cine y la danza, no sólo por su formato original, sino por la originalidad de su planteamiento.