Vendedores ambulantes, pedigüeños: el drama de los adultos mayores sin pensión

25/05/2015 - 12:03 am
Los adultos mayores son la tercer población más discriminada en México. Foto: Cuartoscuro
Los adultos mayores son el cuarto grupo más discriminado en México. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).– El señor Raymundo Lozano Villanueva trabaja desde hace 35 años como bolero en la calle 5 de Mayo, en el Centro Histórico de la capital del país, “este negocio ya lleva bastante tiempecito mal, además mis manos ya no dan”. Tiene 78 años y vive en Los Reyes la Paz, en el Estado de México. Todos los días sale a las 5:30 de la mañana, pone su silla y barre el espacio donde pasará las siguientes nueve horas. Saca las grasas, las tintas y los trapos que utilizará para la boleada que cobra a 15 pesos. En los últimos días, ha hecho sólo seis boleadas; es decir, sus ganancias han sido de tan sólo 90 pesos. “En un buen día hacía como 15 boleadas, pero ya no hay nada de eso”, comentó.

Junto a él hay un bote que sostiene una tabla en la que vende chicles, cigarros y palanquetas; “es lo que me ayuda a sacar un poquito más […] esto ya no es negocio”.

Una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los adultos mayores es la del acceso a un empleo bien remunerado, por lo que el trabajo por cuenta propia, doméstico y/o el comercio ambulante, son las tres actividades más comunes a las que este segmento de la población recurre, sin embargo, sólo en “días buenos y de suerte” esas actividades tienen una recompensa de dos salarios mínimos a cambio de casi 12 horas de trabajo.

Aunado a esto, las complejidad en los trámites para acceder a los programas de apoyo, sobre todo en las zonas periféricas han tenido como consecuencia que las personas decidan abandonarlos.

En México, de los 119 millones 713 mil 203 de habitantes en el país existen 7 millones 992 mil 393 personas que tienen 65 años o más, el mayor número habita en el Estado de México, el Distrito Federal, Veracruz, Jalisco y Puebla. Sin embargo, el programa universal de pensión para adultos mayores “70 y más” tiene sólo 4.9 millones de beneficiarios.

De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), las personas entre los 60 y los 79 años pasarán de ser 4.75 por ciento del total de la población en 2009 a 9.56 en 2030 y 12.40 en 2050, y la población mayor de 70 años pasará de 3.70 por ciento en 2009 a 7.56 en 2030 y 15.33 en 2050, lo que significa que para este último año una de cuatro personas en México será mayor de 59 años.

¿DE QUÉ VIVIR?

A pesar de la edad avanzada, las jornadas de trabajo para los adultos mayores superan las 8 horas diarias. Foto: Cuartoscuro
A pesar de la edad avanzada, las jornadas de trabajo para los adultos mayores superan las 8 horas diarias. Foto: Cuartoscuro

El señor Raymundo no recibe ningún apoyo gubernamental. De acuerdo con los estatutos del programa de apoyo a adultos mayores del gobierno del Estado de México, las personas deben acudir a ventanillas cada cuatro meses para notificar a los encargados de dar los apoyos que siguen vivos. Este trámite, que se conoce como Comprobación de Supervivencia, se ha convertido en un problema para los beneficiarios que están incapacitados para caminar o que tienen limitaciones con el transporte. El apoyo de 525 pesos mensuales se entrega cada dos meses.

“Luego yo iba y me hacían perder el tiempo. Uno tiene que estar ahí cada cuatro meses para que vean si uno vive o no. Yo siempre iba, pero después dijeron que no había dinero, entonces me fastidié y ya lo dejé”.

Asistir a la prueba de vida para Don Raymundo era empezar a trabajar más tarde o terminar antes, por lo que la ganancia que de por sí era poca, se reducía aún más. A la fecha ya tiene más de un año que no recibe ningún apoyo, sólo lo recibió por diez meses.

Don Raymundo, que padece artritis, habla del cansancio diario, pero con una sonrisa en el rostro. “A veces para sacar el puesto alguien pasa y me ayuda a subir la cortina del local, pero uno ya deja de tener la fuerza de la juventud”.

El programa de Pensión de Adultos Mayores que inició en 2007, fue ampliado hasta alcanzar la cobertura nacional en 2012. El Padrón Activo de Beneficiarios, al cierre de 2013 fue de 4 millones 851 mil 25 personas, un crecimiento de 58.7 por ciento de 2012  a 2013 y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) informó que el presupuesto ejercido  en ese año fue de más de 23 mil 432 millones de pesos.

Las estimaciones de pobreza realizadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2012 el 63.7 por ciento de los adultos mayores de sesenta y cinco años no recibían una pensión de la seguridad social, 18 por ciento se encontró en condición de pobreza extrema alimentaria y 49 por ciento eran personas en condición de pobreza moderada sin carencia alimentaria.

En una serie de breves entrevistas realizadas por SinEmbargo en los principales cuadros del centro de la Ciudad de México, las personas adultas mayores dijeron estar contentas con lo que hacen a pesar del cansancio, los dolores y el dinero.

En México, las personas adultas mayores son consideradas el cuarto grupo de población más vulnerable a la discriminación; la edad es una de las tres principales condiciones por las que la población mexicana ha sentido que sus derechos no han sido respetados.

Rosalía Velázquez Hernández de 74 años, tiene más de 15 años vendiendo flores en diferentes esquinas de la capital del país.

Ella se inició en este negocio junto con su hijo, quien falleció hace cuatro años. Llegó al Distrito federal en 1985 proveniente de Naranjos Amatlán, comunidad ubicada en el norte del estado de Veracruz, lporque allá, dice, no había trabajo de nada.

Aquí su jornada laboral inicia a las 7 de la mañana y termina tres horas después; no puede estar más porque los policías le niegan el derecho a vender sus flores, ya que carece de un permiso expedido por la Delegación, en este caso la Cuauhtémoc.

“Yo cargo sola mis dos cubetas con flores, vivo sola. Ahorita las ventas están tranquilas, también en poquito tiempo no puedo vender mucho. A veces cuando está buena se vendía algo, pero ahora no llego ni a los 100 pesos”, comenta.

“Ahorita no se me hace pesado (vender) porque lo hago con amor. Cuando se hacen las cosas con cariño da gusto”.

A decir de doña Rosalía, el apoyo que recibe por parte del gobierno del Distrito Federal de 971 pesos mensuales para comprar cosas en súper mercados le ayuda a salir de los apuros.

Trámites y requisitos complejos han provocado que los adultos mayores renuncien a los apoyos gubernamentales. Foto: Cuartoscuro
Trámites y requisitos complejos han provocado que los adultos mayores renuncien a los apoyos gubernamentales. Foto: Cuartoscuro

LOS PROGRAMAS

El Gobierno de la República a través del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) tiene tres programas dirigidos a personas de 60 años y más para mantenerlas activas, estos son el de Vinculación productiva de las personas adultas mayores, en el que se establece una relación con prestadores de servicios y empresas que deseen incorporar a personas de esas edad en empleos administrativos, animares, asesores financieros, baristas, cajeros, meseros, operadores telefónicos, ayudantes generales o promotores.

También está el Sistema de Empacado Voluntario de Mercancías y el programa Anfitriones, en el que pueden laborar como staff temporal, en exposiciones y eventos o como edecanes. En estos últimos, a diferencia de la vinculación productiva, son de carácter voluntario.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010 señaló que cuatro de cada 10 hombres adultos mayores tuvo que realizar un trabajo de por lo menos una hora o un día a la semana para sostener a su familia y cinco de cada 10 personas adultas mayores no trabajan y se dedican a labores del hogar.

Alejandro Frague Ibarra, de 78 años, vende periódicos y revistas en un puesto ubicado en la calle peatonal Francisco I. Madero en el Centro Histórico. Mientras coloca revistas que tienen en su portada a Kate Middleton, platica que desde hace 45 años desempeña esta actividad que heredó de su padre. “Mi trabajo me fascina, me gusta. Yo nací aquí […] Desde que me levanto a las 5 de la mañana hasta que llego mi casa a dormir como a eso de las 11 de la noche, son más de 12 horas. Pero aunque mi vitalidad ya no es la misma, mi gusto y mi cariño por mi trabajo es el mismo”, dice. El señor Frague comenta que, por día, gana como mínimo 200 pesos, dinero con el que se mantienen él y su mujer, y para el pago de la renta de un pequeño departamento. También cuenta con el apoyo que mensualmente le entrega el Gobierno del Distrito Federal.

Sobre su condición económica, comenta que el cambio de la calle Madero en 2010 significó un golpe fuerte a sus ganancias, pero a pesar de eso sus ánimos positivos se mantienen. “Vivo cómodamente, no exageradamente bien, pero no muy mal. La mayoría de los comerciantes vivimos y trabajamos al día”, explica.

En su informe anual, la Enadis sostuvo que la obligación de la sociedad y del Estado en relación con las personas adultas mayores debe ser la misma que se tiene con la niñez y la juventud, que es la de crear las condiciones para que alcancen su desarrollo integral; y así como hay diferencias en la atención a niños y jóvenes habrá diferencias para dar atención a las personas adultas mayores que también tienen que seguir desarrollándose.

La cuestión laboral es la mayor dificultad a la que se enfrentan las personas adultas mayores; le siguen la salud y discapacidad, discriminación, intolerancia y maltrato, la falta de apoyo y oportunidades del gobierno, las cuestiones económicas, la falta de cuidado de los familiares, soledad y abandono, y por último, los problemas en el transporte público y la falta de espacios adecuados.

Más de la mitad de las personas adultas mayores consideran que no tienen ingresos o no son suficientes para cubrir todas sus necesidades: 3.7 por ciento de las personas adultas mayores del país no percibe ningún tipo de ingreso.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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