[NdeR: El fact checking o verificación de hechos ha sido retomado masivamente en el mundo. Sobre todo en la prensa de Estados Unidos, donde tienen un Presidente que acostumbra hablar –diríamos los mexicanos– sin los pelos de la burra en la mano. O con mentiras. La Unidad de Datos de SinEmbargo lanza este ejercicio, llamado simplemente “Dichos y Hechos”, para revisar frases, afirmaciones o documentos de figuras públicas para saber si están sustentados.]
EL DICHO: “Han sido exitosas electoralmente las alianzas. Segundo, han empezado a dar resultados positivos en beneficio de la gente. Entonces, no sólo sirven para ganar elecciones, sino para gobernar mejor”. (Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, en entrevista con René Delgado, director editorial de Grupo Reforma, el 24 de mayo de 2017).
EL HECHO: En los comicios del año pasado, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) compitieron como una coalición atípica -derecha e izquierda en un mismo bando-. Entonces se hicieron de la victoria en Quintana Roo, Veracruz y Durango. Hoy, de cuatro estados en los que habrá elecciones en junio próximo, PAN y PRD irán en alianza en Veracruz y Nayarit. Además, hace poco más de una semana, los dirigentes nacionales de ambos partidos, el panista Ricardo Anaya y la perredista Alejandra Barrales, anunciaron que, posterior a las elecciones intermedias de 2017, formarán un frente de cara a la contienda presidencial de 2018 -al que todos, salvo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), están invitados- para “mejorar” la circunstancia nacional. “Esto no nace con el ánimo de afectar a alguien [al PRI]. Nace con el ánimo de transformar al país. No se trata sólo de ganar. Se trata de formar una coalición mayoritaria con un proyecto claro, con un rumbo de país, con objetivos específicos”, dijo Anaya hace dos días. Sin embargo, el anuncio ha causado más inquietudes que certidumbres. Al respecto, quizá la expresión más significativa sea la expresada por el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien esta semana tildó a la alianza de “oportunista y torpe” porque “me parece contradictoria la posibilidad, me parece que en cuestiones básicas tienen posiciones contrarias, opuestas”.
#DichosyHechos concuerda con que la alianza entre el PAN y el PRD ha dado resultados electorales positivos. Empero, no queda claro que sirva “para gobernar mejor”. Esto según los siguientes datos.
· La efectividad electoral: En el caso específico de la alianza PAN-PRD, uno puede constatar los resultados a partir de las más recientes elecciones. En 2013, el panista Francisco Vega de Lamadrid obtuvo la gubernatura de Baja California, no sólo apoyado por los partidos blanquiazul y del Sol Azteca, sino también por Nueva Alianza y por el Partido Estatal de Baja California. Asimismo, la coalición dio frutos el año pasado. De cinco procesos electorales en los que ambos partidos hicieron mancuerna, en cuatro resultaron victoriosos. Así los casos del panista Javier Corral Jurado, en Chihuahua (PAN-PRD-Convergencia); del panista José Rosas Aispuro, en Durango (PAN-PRD-Convergencia-PT); del perredista Carlos Joaquín González, en Quintana Roo (PAN-PRD); y del ex priista y ahora panista Miguel Ángel Yunes Linares, en Veracruz (PAN-PRD). En el caso de Oaxaca, en 2016, el perredista José Antonio Estefan Garfias (PAN-PRD) perdió la contienda ante el priista Alejandro Murat Hinojosa, de la coalición “Juntos Hacemos Más” -conformada por los partidos PRI, PVEM y Nueva Alianza-.
· Chiapas: A partir del año 2000, dicha entidad fue gobernada por el perredista Pablo Salazar Mendiguchía (2000-2006), quien ganó las elecciones de ese año respaldado por su partido y por casi todos los partidos habidos en el estado, claro está, a excepción del PRI: PAN, PT, PVEM, Convergencia, Partido de la Sociedad Nacionalista, Partido de Centro Democrático y Partido Alianza Social (PAS), además de diversas organizaciones sociales. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre el 2000 y el 2006 -periodo de tiempo en que gobernó Mendiguchía- los casos registrados de robo común se incrementaron en un 13.2 por ciento (pasando de 6 mil 104 a 6 mil 909 casos en un sexenio) y los homicidios dolosos aumentaron en 24 por ciento (de 1 mil 270 a 1 mil 576). En cambio, los secuestros decayeron en un 82 por ciento (su sexenio inició con 28 casos y concluyó con 5) y los fraudes, extorsiones y amenazas, en conjunto, decrecieron en casi 24 por ciento (pasó de 3 mil 684 a 2 mil 815 casos registrados). En cuanto a la pobreza se refiere, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que, entre el 2000 y el 2005, el grado de rezago social en la entidad no varió de manera importante, pues se mantuvo en niveles “muy altos”, ocupando en ambos años el primer lugar de rezago a nivel nacional.
· Oaxaca: Hace casi siete años, el panista y convergente Gabino Cué Monteagudo gobernó el estado (2010-2016) al ganar las elecciones del 4 de julio, abanderado por los partidos PAN, PRD, Convergencia y PT (la coalición “Unidos por la Paz”). Según el SESNSP, los resultados de su gobierno en materia de seguridad no son del todo buenos: mientras el robo común disminuyó en 19 por ciento (pasó de 13 mil 109 a 10 mil 609 casos registrados) y los fraudes, extorsiones y amenazas decayeron en 76.2 por ciento (de 9 mil 168 a 2 mil 183), los homicidios dolosos aumentaron en casi un 31 por ciento (de 666 a 870) y los secuestros en un 23 por ciento (al pasar de 26 a 32 en seis años). Según el Coneval, de 2010 a 2014, la pobreza en Oaxaca aumentó en 2.6 por ciento. En 2014, el organismo registró a 2 millones 662 mil 700 personas en situación de carencia. Cuatro años antes, contabilizó 2 millones 596 mil 300 personas en penuria.
· Sinaloa: En 2011, Mario López Valdez (“Malova”) se convirtió en el Gobernador de la entidad -concluyó su mandato el año pasado-. Su candidatura fue impulsada por el dúo dinámico -PAN y PRD-, además del partido Convergencia. Durante su periodo al frente del Ejecutivo estatal, de acuerdo con la información oficial, la incidencia delictiva fue a la baja: el robo común en 55.2 por ciento (pasaron de 18 mil 995 a 8 mil 509 casos registrados); los homicidios dolosos en casi 40 por ciento (de 1 mil 906 a 1 mil 161); los secuestros en un 58 por ciento (de 33 a 14); y los fraudes, extorsiones y amenazas en 27.2 por ciento (de 1 mil 769 a 1 mil 287). Además, las carencias sociales registradas por el Coneval entre 2010 y 2015, señalan que el rezago educativo decreció en 3.5 puntos porcentuales; la carencia por acceso a los servicios de salud en 7.1 puntos; por acceso a la seguridad social en 4.5 puntos; por calidad y espacios de la vivienda en 0.3 puntos; por acceso a los servicios básicos en la vivienda en 1.7 puntos; y por acceso a la alimentación en 3.3 puntos. Es decir, hubo mejora en la calidad de vida de las personas. A pesar de estos buenos resultados, “Malova”, desde agosto del año pasado, fue acusado en lo penal por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por presuntamente haber simulado el reintegro de 135.6 millones de pesos. Asimismo, en marzo de 2016, la ASF reportó haber promovido ocho denuncias de hechos en contra del Gobierno de Sinaloa, ante la Procuraduría General de la República, por el desvío, simulación y aplicación irregular de 646 millones 536 mil 52 pesos, entre 2008 y 2012, provenientes de fondos federales.
· Veracruz: Desde finales del año pasado, el panista Miguel Ángel Yunes Linares funge como Gobernador -habría sido impulsado por la alianza PAN-PRD-. De diciembre de 2016 -cuando Yunes inició funciones- a abril de 2017 -los datos más recientes-, el SESNSP registró en la entidad un aumento de casi 200 por ciento en la incidencia de robo común (al pasar de 1 mil 436 a 4 mil 262 casos registrados), y un incremento del 30 por ciento en fraudes, extorsiones y amenazas (pasaron de 273 a 354 casos). En contraste, los homicidios dolosos decayeron en 41 por ciento (de 196 a 116) y los secuestros en un 30 por ciento (de 17 a 12). Los resultados de Yunes en sus primeros meses de gobierno, comparados con los de los dos sexenios anteriores en ese mismo periodo de tiempo -los de los priistas Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) y Javier Duarte de Ochoa (2010-2016)-, refieren que el aumento actual en la incidencia de robos es el peor desde 2004 (con Herrera el aumento fue del 14.2 por ciento; con Duarte fue del 6.5 por ciento), además de que el incremento en casos de fraudes, extorsiones y amenazas es la segunda peor desde entonces (con Herrera el alza fue del 31.2 por ciento; y con Duarte del 17 por ciento-. En cuanto al decremento en homicidios dolosos durante los primeros meses de administración, el actual gobierno es el que presenta mejores resultados (con Herrera fue del 21 por ciento; con Duarte del 20 por ciento); lo mismo sucede con los secuestros (mientras que con Yunes fueron a la baja, con Herrera la situación no cambió. Por su parte, Duarte los incrementó cuatro veces).
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#DichosyHechos, a partir de la información recopilada, refrenda que la alianza PAN-PRD sí ha dado buenos resultados electorales. La duda al respecto es, ¿por qué en algunos de los estados donde ha habido preeminencia del PAN o del PRD, no van juntos en las elecciones? -tal es el caso de Aguascalientes (donde hay predominio panista desde 1998); Baja California Sur (donde el PAN y el PRD predominan desde 1999); la Ciudad de México (gobernada por el Sol Azteca desde 1997); Guanajuato (gobernado por el Blanquiazul desde 1991); entre otros-. “Es oportunismo”, acusó recientemente Cuauhtémoc Cárdenas.
En cuanto a la alianza “para gobernar mejor”, no es concluyente que los gobiernos emanados de las coaliciones PAN-PRD (et al.) sean capaces de “subordinar el interés personal al interés superior de México” -como mencionó Ricardo Anaya-. Casos como el de “Malova” dirimen el aserto. Sin embargo, no todo ha sido malo. Esos mismos gobiernos, también, han dado algunos “resultados positivos en beneficio de la gente” (Anaya).
