La experiencia de la guerra en grabado; recordando el arte bélico de Otto Dix a 43 años de su muerte

25/07/2012 - 12:00 am

El trazo violento coloca de inmediato a Otto Dix en la clasificación de expresionista. Sin embargo, su obra va más allá de una mera etiqueta. El pintor alemán, entre otras cosas, también fue conocido por estar involucrado en el movimiento dadaista, además de ser un excelente grabador en donde su trazo convulso se convirtió en uno de los grandes documentos del primer gran conflicto que la humanidad padeció a principios del siglo XX.

Un día como hoy, pero de 1969, Dix dejaría de existir, no sin antes haber plasmado los horrores de la guerra. El conflicto bélico formó parte del pintor a lo largo de su vida, ya fuera como soldado o como firme opositor a las manifestaciones violentas de la humanidad.

Dix fue influenciado desde joven por las corrientes artísticas en boga, como el simbolismo, de principios del siglo XX; pero fue el expresionismo, surgido precisamente en su natal Alemania, con lo que más se identifica su nombre.

Sobreviviente de la Primera Guerra Mundial, Dix plasmó en sus obras los horrores de las trincheras europeas durante el conflicto bélico en el que participó hasta que fue herido gravemente en el campo de batalla en 1918. Después de eso, se centraría en la expresión artística, valiéndose de un estilo impactante y crudo que incluso llegó a costarle que fuera acusado de obscenidad y pornografía durante los años 20.

La serie Der Krieg (Guerra), de 1924, se centra en las experiencias del propio Dix en los campos de batalla. La guerra que lo marcara profundamente como individuo y artista fue aprovechada en cada oportunidad durante su servicio militar, desde donde documentó sus experiencias por medio de apuntes que luego se convertirían en el eje de su obra.

Der Krieg es una serie de 51 grabados que intencionalmente están inspiradas en la obra de Goya, quien también supo plasmar los conflictos bélicos de su tiempo en la serie Los Desastres de la Guerra. La obra del alemán tomaría luego, con el paso de los años, un estilo más sosegado y enfocado en el retrato. Sin embargo, es esta obra gráfica, plagada de visiones pesadillescas y alucinatorias, la que queda asociada para siempre a la imagen de este artista y testigo presencial de la violencia llevada a su máxima expresión.

Una pequeña muestra del arte de Dix puede ser disfrutada en México, en la exposición “Expresionismo alemán: el impulso gráfico”; colección perteneciente al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la cual se encuentra actualmente en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

IR A LA NOTA: “Munch y expresionistas alemanes viajan del MoMA al Palacio de Bellas artes

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