La Haya/Ginebra/Kiev, 25 jul (dpa) – Holanda no descarta el envío de una misión armada a la zona donde cayó el vuelo MH17 en el este de Ucrania si ambas partes en conflicto lo aceptan, informó hoy el primer ministro del país, Mark Rutte.

El gobierno decidirá al respecto el fin de semana, indicó Rutte en el Parlamento. También Australia quiere participar en la protección de los expertos internacionales que se encuentran en el lugar, añadió.

A ocho días de que se estrellara el Boeing 777-200, que se sospecha fue derribado con un misil, aún no han podido ser recuperados todos los cadáveres de las 298 víctimas. Los investigadores encontraron en la zona en el este de Ucrania un nuevo trozo de fuselaje y más cuerpos.

Por tercer día consecutivo, Holanda y Australia -los países con mayor número de víctimas- volvieron a trasladar hoy restos de los pasajeros de Járkov a la holandesa Eindhoven. Hasta ahora no ha sido posible establecer en la zona de conflicto bajo control rebelde una misión internacional ordenada que investigue lo sucedido.

Rutte aseguró que rige en el lugar una tregua, pero que es muy inestable. Kiev ordenó cesar las hostilidades en un radio de 40 kilómetros, y los prorrusos de 10 kilómetros. Pero ningún gobierno tiene un contacto directo con los rebeldes, sino que se hace a través de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

En los próximos días llegarán al lugar de la tragedia 23 expertos holandeses para recuperar los cadáveres que restan e investigar las causas del hecho. Serán apoyados por 40 policías militares no armados.

Rutte indicó que Holanda está hablando respecto del envío de una misión armada con Naciones Unidas y Ucrania. Una misión militar o policial depende de cuestiones políticas, del mandato que reciban y de la cooperación con Ucrania y con Rusia, subrayó el primer ministro. “Los riesgos son grandes” porque los rebeldes prorrusos podrían considerarlo una provocación, alertó.

Ya el jueves el primer ministro había exigido una tropa policial internacional que garantice la seguridad en la zona de la catástrofe. Australia ha enviado policías a Londres que podrían formar parte del grupo.

Por su parte, los separatistas no rechazaron por el momento la idea. “Si Malasia, Australia u Holanda se dirigen a nosotros, por supuesto que analizaremos la propuesta”, dijo Serguei Kavtaradze, del “Ejército Popular” en Donetsk.

Sin embargo, añadió que los separatistas no pueden garantizar la seguridad de los policías en la zona de combate.

Ucrania y occidente creen que el avión fue derribado por los separatistas, lo que ellos niegan.

El jueves tres representantes australianos, así como observadores de la OSCE se encontraron en una zona de denso bosque un trozo del fuselaje con las ventanas y asientos bastante intactos.

“Parecía salido de la nada, porque no había ramas quebradas u otras señales que indicaran que allí había caído un gran trozo del avión”, dijo el portavoz Michael Bociurkiv al canal australiano ABC. Los diplomáticos y forenses no estaban preparados sin embargo para poder retirar los cadáveres.

Los ministros de Exteriores de Holanda y Australia, Frans Timmermans y Julie Bishop, hablaron hoy en Járkov con los forenses que están trabajando allí. Los cuerpos fueron trasladados del lugar del siniestro a la ciudad, pero no hay claridad sobre el número de cadáveres. Holanda cree que habrá al menos un vuelo más para llevar víctimas a su territorio el sábado.

Mientras tanto, en combates entre el Ejército ucraniano y los separatistas en el este del país murieron otra vez numerosas personas. Los prorrusos hablaron de 100 soldados muertos en la zona de Lugansk, cifra para la que no hay confirmación independiente.

El Ejército ucraniano señaló por su parte que tras días de lucha ha tomado la ciudad de Lissichansk.

Tras la renuncia del primer ministro Arseni Yatseniuk el jueves queda a cargo del gobierno de Ucrania su viceprimer ministro Vladimir Groisman, de 36 años y considerado un hombre cercano al presidente Petro Poroshenko.

Yatseniuk renunció tras sólo cinco meses en el cargo tras la ruptura de la coalición de gobierno. De esta forma, Ucrania suma a sus crisis la preparación de elecciones parlamentarias que podrían celebrarse el 26 de octubre.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó entretanto que unas 225.000 personas han huido de sus hogares en Ucrania a causa del conflicto. Mientras que 130.000 han escapado a Rusia, 95.000 se encuentran desplazadas dentro del propio territorio del país.

A finales de junio la cifra de desplazados era de 164.000, 110.000 en Rusia y 54.000 en Ucrania. Muchos señalaron que han huido por temor a verse envueltos en el fuego cruzado entre los rebeldes prorrusos y las fuerzas ucranianas.

La organización de derechos humanos Human Rights Watch acusó entretanto al gobierno ucraniano de haber matado a 16 civiles al lanzar cohetes contra una zona bajo control rebelde. Entre el 12 y el 21 de julio las tropas y milicias progubernamentales usaron al menos cuatro proyectiles “Grad” de fabricación rusa en la zona de Donetsk.

Usar estas armas poco precisas en zonas habitadas va contra la legislación internacional y puede constituir un crimen de guerra. Human Rights Watch llama a todas las partes a renunciar al uso de los “Grad”.