Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).– La relación entre los niños y los dibujos puede ser algo más que una manera espontánea de expresión, esto de acuerdo con una reciente investigación realizada por científicos ingleses que afirman que el vínculo entre los dibujos y la inteligencia es genético, y no sólo eso: a mayor complejidad de los dibujos, mayor inteligencia.
Para la investigación, especialistas del King’s College London estudiaron siete mil 752 pares de gemelos y mellizos (un total de 15 mil 504 niños) y encontraron que el vínculo entre los dibujos y la inteligencia se debe a los genes.
De esta manera, la forma en la que dibuja un niño a los cuatro 4 años es un indicador de la inteligencia que tendrá a los 14, publicó Psychological Science.
La investigación se apoyó en un test que consiste en dibujar la figura de un niño. Así, los padres les pidieron a sus hijos que hicieran dicha prueba en la cual cada figura era puntuada del 0 al 12 dependiendo de la presencia y cantidad correcta de características como la cabeza, la nariz, los ojos, la boca, las orejas, el pelo, los brazos, etcétera.
“El test del dibujo fue concebido en los años 20 para evaluar la inteligencia de los niños, por lo que el hecho de que el test se vincule con la inteligencia de los niños a los cuatro años era previsible. Lo que nos sorprendió es que también esté relacionado con la inteligencia una década después (a los 14)”, dijo Rosalin Arden, autora del estudio.
Sin embargo Arden también subrayó que, por sí sola, la habilidad para dibujar no determina la inteligencia, y que hay muchos otros factores, genéticos y medioambientales, que afectan a la inteligencia a lo largo del tiempo. Esto no significa que exista un “gen del dibujo” agregó.
De esta manera, la habilidad de un niño para dibujar parte de muchas otras habilidades, como la observación, la capacidad para sostener un lápiz, entre otros factores. “Estamos muy lejos de entender cómo los genes influyen en todo este tipo de comportamientos”, dijo la autora.
Dibujar es un comportamiento antiguo de más 15 mil años de existencia. Por medio del dibujo una persona puede mostrarle a los demás qué es lo que hay en su mente. “Esta capacidad para reproducir figuras es una habilidad única del ser humano y una señal de nuestra habilidad cognitiva, de una manera similar a la acción de escribir, que permite a la especie humana almacenar información y construir la civilización”, dijo Arden.
Los investigadores midieron el componente hereditario de los dibujos, tomando en cuenta que los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos solo la mitad. Sin embargo, un aspecto que comparten ambos grupos es que cada par tiene la misma educación, ambiente familiar y accede a los mismo materiales puesto que comparten el mismo espacio durante su crecimiento.
A los 4 años de edad, los dibujos de los gemelos son más parecidos que aquellos que hacen los mellizos. Por lo que los investigadores concluyeron que las diferencias en los dibujos de los niños tienen una importante relación con los genes e incluso encontraron que entre los dibujos realizados a los cuatro años de edad y la inteligencia a los 14 existe una relación genética.
Por su parte, Arden concluyó diciendo que el hallazgo es interesante puesto que “la correlación es moderada, […] pero no significa que los padres tengan que preocuparse si sus hijos dibujan mal”.
