Fosa común con 28 cuerpos es hallada en Birmania

25/09/2017 - 4:14 am

Las autoridades atribuyeron la matanza al Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA), quienes el 25 de agosto asaltaron una treintena de puestos policiales y desencadenaron la respuesta contundente de las Fuerzas Armadas de Birmania.

Los uniformados mantienen una misión de “limpieza” en la región e impiden el acceso a medios y organismo internacionales. Foto: Archivo

Bangkok, 25 septiembre (EFE).- El Ejército birmano denunció la muerte de 28 personas de etnia hindú presuntamente a manos de un grupo armado de la minoría rohinyá en el conflictivo oeste del país, donde los soldados mantienen una operación de seguridad.

El cuerpo castrense señaló en un comunicado publicado anoche en las redes sociales el descubrimiento de una fosa común con los cadáveres de 28 personas, entre ellas mujeres y niños, en el estado Rakáin (antiguo Arakán).

Las autoridades atribuyeron la matanza al Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA), quienes el 25 de agosto asaltaron una treintena de puestos policiales y desencadenaron la respuesta contundente de las Fuerzas Armadas de Birmania (Myanmar).

Los uniformados mantienen una misión de “limpieza” en la región e impiden el acceso a medios y organismo internacionales.

Desde el inicio de los enfrentamientos, el ARSA y las Fuerzas Armadas se intercambian acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos que no han podido ser verificados de manera independiente.

Más de 430 mil rohinyás han huido del norte de Rakáin a Bangladés desde el ataque insurgente y la respuesta militar, esta última calificada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como “limpieza étnica de manual”.

Muchos de los refugiados en territorio bangladeshí han denunciado haber sufrido o presenciado ataques y violaciones por parte de las fuerzas de seguridad birmanas, a las que también acusan de quemar sus casas.

Además, unas 30 mil personas de etnia hindú y budista han sido alojadas en campamentos para desplazados internos, auspiciados por el Gobierno.

Estos últimos también aseguran haber presenciado asesinatos y coacciones para abandonar sus hogares realizadas presuntamente por miembros del ARSA.

Más de un millón de rohinyás moraban en Rakáin antes del brote de violencia de 2012, segregados por el Estado, según Amnistía Internacional, sin derecho a la ciudadanía y con severas barreras para el acceso a la sanidad y otros servicios básicos.

Después de casi medio siglo de dictadura militar, Birmania está dirigida desde 2016 por un gobierno civil que encabeza la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, cuya fama de heroína de la democracia ganada durante la época de las juntas ha quedado fuertemente erosionada por la llamada “crisis rohinyá”.

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