Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).–La población de los osos polares disminuyó un 40 por ciento en una década, según un estudio realizado por la Sociedad Ecológica de América (ESA). El alarmante descenso se debe principalmente al calentamiento global continuo y al la constante pérdida del hábitat de hielo marino.
El número de osos polares al sur del mar Beaufort, cerca de Alaska y Canadá, disminuyó a 900 ejemplares en un periodo registrado del 2001 al 2010, de acuerdo con un estudio publicado en el diario Aplicaciones Ecológicas.
El mayor declive que se reportó ocurrió entre 2004 y 2006 cuando la supervivencia de los oseznos y adultos fue baja, explica una investigación realizada por Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS).
“De los 80 oseznos observados en Alaska de 2004 a 2007, sólo se conoce que dos sobrevivieron”, explicó Jeff Bromaguin, investigador de la USGS.
La supervivencia de los adultos y los oseznos mejoró en 2007, por lo cual la población se estabilizó con 900 osos en 2010, pero la supervivencia de los osos jóvenes disminuyó durante el periodo de los 10 años, lo que indica que la situación continúa como desfavorable para los osos que son recién separados de sus madres.
Los científicos sospechan que el acceso limitado a las focas durante invierno y verano fue lo que contribuyó a la baja supervivencia de los animales durante este periodo. Aunque algunos osos en esta población se acercan a la orilla durante el periodo de aguas abiertas en otoño, la mayoría se queda sobre el hielo cuando éste se desplaza al norte en la cuenca del Ártico y lejos de la costa, donde se cree que sólo se producen muy pocas focas.
De manera similar, el adelgazamiento del hielo de invierno que se convierte cada vez en uno más móvil y más susceptible a romperse o a flotar, ocasiona condiciones más difíciles y confusas para los osos polares al momento de capturar a las focas para alimentarse. Los investigadores tampoco descartan otras causas potenciales, como la falta de población de focas.
“La baja supervivencia puede ser causada por una combinación de factores que son difíciles de descifrar, aunque se desconocen las causas de la mejora de la supervivencia al final del estudio (2010)”, refiere Bromaguin.
En la actualidad se considera que hay cuatro poblaciones de osos polares que están consideradas en declive, existen 5 estables y hay una en crecimiento. Los investigadores usarán este estimado para rastrear las nuevas tendencias en las 19 poblaciones que se tienen registradas en el mundo.
El oso polar fue enlistado como amenazado en todo el mundo bajo el Acto de las Especies en Peligro de Extinción en 2008, debido a preocupaciones sobre los efectos de la pérdida de hielo en sus poblaciones.
La vulnerabilidad de esta especie, considerada como un gran carnívoro en la cima de la cadena alimenticia, podría significar un llamado alarmante ya que resulta un indicador sensible de la salud de un ecosistema.
CALENTAMIENTO GLOBAL
En días recientes se hizo un anuncio esperanzador sobre los objetivos que plantearon China y Estados Unidos, los dos emisores de carbono más grandes del mundo, para reducir estas cantidades; sin embargo el 2014 se proyecta como uno de los años más calientes desde 1880, cuando comenzaron los registros.
Julio y octubre de 2014 fueron registrados como los meses más calientes desde que comenzaron los registros por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la NOAA, cinco de los seis últimos meses han sido los más calientes en sus respectivos meses anteriores, además de alertar que el calor récord fue más perceptible en gran zona del sur de Sudamérica, en el oeste de Estados Unidos, el oriente ruso, al sureste de Asia, al sur y oeste de Australia, y al sur de Europa.
Este año, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) hizo un video para concientizar sobre el impacto del calentamiento global en Asunción, Paraguay, que fue nombrada una de las capitales más calientes en el mundo.
Una tarde que se encontraban a 46 grados Centígrados, unos cocineros pusieron en marcha el “restaurante Global Warming”, donde cocieron huevos con el calor del asfalto.
