Expertos de la UdeG estudian actividad eléctrica cerebral

25/11/2015 - 12:35 am

Guadalajara, 25 Nov (Notimex).- Desde hace dos décadas, en el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, el investigador Miguel Ángel Guevara Pérez estudia la actividad eléctrica del área del cerebro donde se desarrolla el proceso de razonamiento (corteza prefrontal).

Señaló que a pesar de que se trata de un área trascendental del cerebro humano la que se encarga de planear y tomar decisiones, en el mundo aún es poca la investigación directa sobre esta área de la corteza del cerebro y sus conexiones funcionales.

El también jefe del Laboratorio de Correlación Electroencefalográfica y Conducta manifestó que junto con colegas y alumnos, investiga el funcionamiento de esta área en relación con el comportamiento humano.

El experto de la Universidad de Guadalajara (UdeG) resaltó que en el Instituto de Neurociencias del CUCBA, al que se incorporó desde su fundación en 1994, ha estudiado la actividad eléctrica cerebral asociada con la conducta sexual-reproductiva.

Comentó que en sus investigaciones ha mostrado que a nivel eléctrico, después de la ingesta moderada de alcohol y durante la excitación sexual ocurre una desconexión funcional entre el área racional y las regiones perceptuales, al igual que sucede durante la etapa más profunda del sueño.

Asimismo, ha investigado la reacción a los estímulos que usa la mercadotecnia para incentivar las compras, a madres ante una tarea de memoria de trabajo, tomas de decisiones sociales y no sociales, así como a jugadores expertos de videojuegos ante una tarea dual, entre otros.

Guevara Pérez subrayó que el área racional del cerebro, que representa 30 por ciento de este órgano complejo, se ha ido desarrollando con la historia de la humanidad y en cada individuo desde que nace.

Explicó que para tomar decisiones más acertadas se requiere el acoplamiento de las dos áreas del cerebro: emocional y racional; si no se desarrolla adecuadamente una parte o se daña, las decisiones no son acertadas, e incluso llegan a ser ilógicas o trágicas.

“En cada persona tarda mucho en madurar, se alcanza entre los 20 y 25 años de edad, y puede tardar un poco más en los masculinos”, afirmó.

úPor ello, consideró que conviene consumir pescado de mar, sobre todo salmón y atún, por sus omegas 3 y 6; y mantener ocupado el cerebro con tareas y necesidades por resolver.

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